De las tinieblas a la luz, Plutón y el virus de la Corona
Hace más de una década cuando entró Plutón en Capricornio, (noviembre 2008-enero 2024), comentamos en clases de Astrocábala, los posibles efectos devastadores y regeneradores de este tránsito que llevaba siglos sin pernoctar en este signo, (siglo XVIII). Su estancia en el referente absoluto de la construcción social y material, se encargaría de remover los cimientos de estructuras aparentemente muy sólidas y provocaría cismas de dimensiones planetarias, además de sacar a la luz abusos y escándalos de alto standing; destronaría a muchas cabezas coronadas, -y nunca mejor dicho-, ya que no solo se llevó por delante grandes fortunas y destapó toda clase de corrupciones, sino que literalmente cayeron cabezas coronadas con el largo culebrón que afectó a la monarquía, (con el rey emérito, Juan Carlos I, su hija, su yerno, los desencuentros del Rey Felipe VI y Letizia Ortiz, solo por dar algunos apuntes).
Plutón y sus efectos
Plutón en el signo que despunta en el horizonte zodiacal tiene la misión de ennoblecer las conciencias de los más poderosos porque ellos deberían ser los que diesen ejemplo para mejorar la sociedad y reconstruir una comunidad más justa, limpia, solidaria, competente y coherente, y en vez de esto se centran en las luchas de poder y el enriquecimiento a destajo. Pero recordemos que todos somos partícipes y cómplices de este trabajo, aunque hay quien tiene más responsabilidad institucional. Pero como no suele ser así, es nuestro propio Plutón interno el que tiene que encargarse de dar el primer paso. Sería muy largo enumerar los aspectos de tensión que ha estado formando durante todo este recorrido por Capricornio, aunque los capítulos más sonados han sido consecuencia de las tensiones con Urano en Aries, que duraron largos meses y provocaron muchas crisis. Ahora que Plutón está en conjunción con Saturno, (algo que no volveremos a experimentar en esta vida terrenal), y además teniendo cerca a Júpiter, (algo que no ocurría desde la Edad Media), es el momento de plantar nuevas resoluciones, hacer que la sociedad funcione para beneficio de muchos, no de unos pocos; que cada cual se dé cuenta de lo que puede hacer para mejorar el mundo, pero hacerlo como si nos fuese la vida…
Tensiones planetarias
Y en realidad es lo que está pasado con todo lo que el Covid-19 está generando; este rebautizado como Coronavirus, nos está llevando al límite posiblemente bajo la influencia de las cuadraturas que se forman con el Nodo Sur en Capricornio y Quirón en Aries en conjunción con Lilith, esa diosa rebelde que desea restablecer su autoridad. Kabaleb nos decía que las cuadraturas son propias de Marte-Gueburah en el Árbol Cabalístico, un lugar donde la rectificación es necesaria y obligatoria, con el propósito de reconsiderar las situaciones, - en este caso la salud, la sanación-; nos propone integrar una consciencia más holística, resolver crisis, buscar, en definitiva, lo que se esconde detrás de una patología; nos pone en alerta máxima, -sí-, pero para activar la sanación consciente, la compasión, la reconciliación con nuestro organismo y el cuerpo social.
Vemos que las medidas que nos han impuesto, -la confinación en casa-, la reestructuración de la vida familiar, profesional, de la sanidad, etc. deberían tener más que el único propósito de frenar la pandemia, acaso invitarnos a la reorganización de muchas facetas y aspectos de lo que hemos estado haciendo y somos como sociedad.
No hay mejor ejemplo que, después de ver que nos “ataca el coronavirus”, la otra corona, la monarquía, sufre un duro revés, el Rey Felipe renuncia a su herencia después de descubrir el descomunal fraude de su padre y le retira la asignación.
¿Necesitamos más muestras de la debilidad de quien, -teóricamente- representa una “cabeza coronada”, quien debería ser un referente, un modelo de ejemplaridad, (entiéndase el análisis simbólico de lo que representa un rey, un mandatario, un Yo figurativo exterior), y que está perdiendo desde hace tiempo su credibilidad? Está claro que la crisis la emprende con quien se cree fuera del control de la ley.
La Cábala nos sirve en bandeja el análisis de todo ello. La corona está en plena debacle, nuestra Corona-Kether interna, nuestro Yo Superior, nuestra voluntad de acción no puede fiarse de quien dice que va a hacer el trabajo por nosotros, es una implicación personal e intransferible.
Responsabilizarnos es la clave; entender las limitaciones, no como “normas impuestas por la autoridad”, sino como pautas de reflexión necesarias para sacar el mayor provecho de esta pandemia del miedo y de la incertidumbre. Solo reforzando nuestro sistema interno de salud integral saldremos victoriosos ante las embestidas de un Plutón que, al fin y al cabo, solo pretende llevarnos de la destrucción a la reconstrucción, se va de un extremo a otro, de lo mejor a lo peor, pero claramente de la oscuridad a la luz.
El mito de Plutón
La mitología nos cuenta que Plutón utilizaba un casco que lo hacía invisible cuando dejaba su Reino para adentrarse en las psiques humanas, por lo tanto hay una fuerza invisible por debajo de la capa superficial de la personalidad que va haciendo estragos disimuladamente, dándonos toquecitos, pequeños avisos de que algo debe cambiar, atrayendo situaciones que se quedan en la inconsciencia, pero que van cobrando fuerza cuando hay una necesidad acuciante de crecer, de aprender, de mejorar. Encontramos a Plutón detrás de los cambios profundos, de las grandes enfermedades, de las experiencias que remueven hasta el fondo las raíces. Plutón es lento, deja el tiempo suficiente para darnos la oportunidad de cambiar, nos da pistas, pero es implacable cuando no reaccionamos.
Este arquetipo no es una fuerza exterior, sino que forma parte de los mecanismos de asistencia personal ante la urgencia de una resurrección.
Solo tenemos que recurrir a las hemerotecas para darnos cuenta de que desde el pasado nos ha estado subiendo el volumen y ahora todo el planeta está “infestado” de energía plutoniana que actuará según el planteamiento de cada uno. Pero podemos elegir si funcionamos a través del temor, o del Amor.
Con Plutón emprendemos un viaje iniciático a las profundidades de nuestra psique y nuestras emociones y solo la luz de la conciencia nos sacará del drama. La sanación empieza por tener una actitud reflexiva y amorosa ante los embates de la existencia.
GRACIAS.
Muy interesante Milena. Gracias. Abrazo Arcoiris.
Muchas gracias por tus
Muchas gracias por tus siempre atentos comentarios que dan sentido a todo lo que trato de comunicar! Abrazo Arco Iris y ya sabes... más allá...