El Futuro es el presente. El artículo que sigue a continuación publicado esta misma semana como un acontecimiento en el mundo de la física subatómica, nos acerca más y más a la unión de la ciencia y la conciencia, porque el empirismo más pragmático se está quedando atrás, para dejar sitio a las teorías metafísicas de la concepción del mundo, en su nivel macro y microcósmico. La física cuántica nos está demostrando que mediante fórmulas, algo que ya sabemos desde hace eones, se puede cambiar el pasado.
Pero si, como se afirma, el tiempo no existe, es una concepción mental, el pasado ni el futuro tampoco son reales, entonces, ¿de qué están hablando cuando nos dicen que “modifican desde el presente un evento que ya había sucedido con anterioridad”?
Nos hablan sin duda de nuestra capacidad para reordenar un evento, un encuentro entre Bob y Alice, que son los nombres que se utilizan habitualmente para ilustrar los experimentos de Física Cuántica. Nos sugieren tal vez modificar un hecho consumado yendo al origen de la vivencia, -un guión propio de Regreso al Futuro-, y cambiar lo que sucedió. Pero esto no es una novedad, (aunque lo ignoramos), es un dispositivo que tenemos todos los seres humanos incrustados en nuestra dinámica genética, sólo hay que decodificarlo, está encriptado.
Venimos de un no tiempo, un espacio en el que el momento continuo es parte de una realidad que vivimos tal y como la diseñamos al montar la tramoya de nuestra existencia, y si es así, somos capaces de cambiar la realidad en función de lo que la conciencia necesita y así dibujar un nuevo patrón de comportamiento acorde con la dinámica que deseo enfocar. El problema es que funcionamos en modo sub-consciente la mayor parte del recorrido y no sabemos cómo hacerlo para encontrar el programa que nos permita desactivar el piloto automático y tomar las riendas de nuestras circunstancias.
Así podemos cambiar ese pasado que definimos disponer de nuevas oportunidades en el futuro que definimos como tal, mediante el acto de estar presente en el aquí y ahora, una verdadera entelequia para muchos… o no…
El artículo nos cuenta que “Cuando dos partículas están entrelazadas", cualquier modificación que llevemos a cabo sobre una se reflejará de inmediato en la otra, aunque ésta se encuentre en el otro extremo de la galaxia”.
Esta información es de extraordinaria profundidad e importancia, aunque el artículo, claro, recalca que este experimento se limita sólo al ámbito de la Física Cuántica, pero a buen entender, su conciencia ya sabe lo que implica.
Todo ello deja patente que estamos acortando las distancias entre el mundo de la ciencia empírica y la filosofía holística. Cuando se puede modificar el entrelazado de partículas cuánticas en este supuesto pasado, quién nos dice que no podamos aplicar esa función a nuestras vivencias. ¿Acaso no somos partículas de luz en un estado de densidad material?, imaginemos lo que esto entraña, ir al origen de una enfermedad, (lo que ya se hace con el método de mi hermana Soleika y su Alquimia genética), y tratarla desde la formación de la misma, cuando el material informativo entra en contacto para producir una alteración del tipo que sea en el organismo, es interceptada y cambiarla para bien.
Revisando los postulados del físico cuántico y discípulo del Premio Nobel Niels Bohr, David Bohm, y su teoría del Orden Implicado, nos explica que cada acontecimiento, pensamiento, sentimiento, etc.. forma parte de información que se desarrolla un campo cuántico guiado asimismo un "Orden Superimplicado". Este Orden admite la existencia de tres niveles de desarrollo, como sería, por ejemplo un ordenador, (1er nivel). Este ordenador tiene unos programas que se ejecutan visualmente en una pantalla (2º nivel) y el uso o interpretación de los mismos, (3er nivel). Todo este paquete de información desarrollará a su vez otro Orden Implicado, produciendo imágenes en la pantalla que utilizará el operador, pero a su vez el operador modificará todo lo que le llega a la pantalla desde el ordenador y el programa. Así tendremos que el sujeto, (el programador) es el que observa y manipula el programa y creando a su vez nuevas modificaciones en otros niveles del orden Implicado. Esta es de alguna manera una formulación filosófica Kantiana: En el acto de todo conocimiento subyace un propósito de modificación de la realidad. No podemos conocer el hecho en sí, sino la perspectiva que tenemos del mismo hecho. O sea que para Bohm el pensamiento y el sentimiento de la percepción de un fenómeno se envuelven mutuamente y son dos aspectos de un todo y no más separables de lo que lo son la forma y el contenido, ya que si ponemos un contenido en un recipiente, éste tomará la forma que lo envuelve. Este sería un razonamiento de inteligencia creativa como diría el propio Bohm.
De hecho avanzamos lenta pero inexorablemente dentro del orden implicado de los postulados de una física ortodoxa y racionalista, (el ordenador crea nuevos lenguajes a partir de los fallos del sistema, se reorganiza porque el operador los ha detectado), que se abre paso en este orden de inteligencia creativa.
Cuando sucede algo “extraño” al pensamiento racionalista, la física afirma que seguro que tiene alguna explicación plausible, comprobable mediante el método empírico. Pero es necesario aceptar los postulados racionalistas para ser capaz de revocarlos. Los que optamos por buscar una explicación lógica dentro del Orden Implicado Superior, no vamos a ponernos a la altura de los que tratan por todos los medios de aniquilar a los que consideran sacrílegos de la ciencia, sería absurdo luchar contra quien perdió la batalla.
Kabaleb nos enseñó que cuando una teoría pasa a la práctica es cuando empieza a ser evidente y coherente en el mundo de la forma. Si aplicamos este razonamiento al fantástico descubrimiento de las partículas que se modifican en el pasado, veremos claro que es un punto de inflexión importante respecto a las grandes teorías de la dinámica del tiempo, de su relatividad, de la posibilidad de ser creadores de nuestro propio destino. Como dijeron muchos sabios, algunos de ellos también científicos, no percibimos la realidad de las cosas, sino simplemente los fenómenos que se derivan de ella.
Ya dijimos al hablar de la entrada de Neptuno en Piscis, que asistiríamos a toda clase de acontecimientos y descubrimientos impactantes. Esto es solo un aperitivo, estamos en el principio de una Nueva Era y somos espectadores de excepción.
A continuación el artículo, que cada cual saque sus conjeturas.
Un grupo de investigadores consigue modificar varias partículas de luz, en un experimento basado en el entrelazamiento cuántico. José Manuel Nieves
Un grupo de físicos acaba de lograr lo que parecía imposible: modificar desde el presente un evento que ya había sucedido con anterioridad. La hazaña se ha conseguido aprovechando una extraña capacidad de las partículas subatómicas que ya había sido predicha, pero que jamás hasta ahora había podido ser demostrada. El espectacular hallazgo se publica en Nature Physics.
A la larga lista de propiedades extraordinarias de las partículas subatómicas habrá que añadir, a partir de ahora, su capacidad para influir en el pasado. O, dicho de otra forma, para modificar acontecimientos ya sucedidos. El concepto clave que permite este nuevo y sorprendente comportamiento es un viejo conocido de los físicos: el entrelazamiento cuántico, un fenómeno aún no del todo comprendido y que consiste en una suerte de "unión íntima" entre dos partículas subatómicas sin importar a qué distancia se encuentren la una de la otra. Cuando dos partículas están "entrelazadas", cualquier modificación que llevemos a cabo sobre una se reflejará de inmediato en la otra, aunque ésta se encuentre en el otro extremo de la galaxia.
Ahora, y por primera vez, un grupo de investigadores ha conseguido entrelazar partículas después de haberlas medido, es decir, a posteriori y en un momento en que alguna de ellas podría haber dejado ya de existir.
Suena desconcertante, es cierto. Incluso los propios autores del experimento se refieren a él como "radical" en el artículo que aparece esta semana en Nature Physics. "Que estas partículas estén o no entrelazadas -reza el artículo, cuyo primer firmante es Xiao-song Ma, del Instituto de Óptica Cuántica de la Universidad de Viena- es algo que se decidió después de haberlas medido".
En esencia, los investigadores han conseguido demostrar que acciones llevadas a cabo en el futuro pueden ejercer influencia en eventos del pasado. Siempre y cuando, claro, limitemos la experiencia al ámbito de la Física Cuántica.
Entrelazamiento cuántico
Allí, en el extraño mundo de las partículas subatómicas, las cosas suceden de forma muy diferente a como lo hacen en el mundo "real" y macroscópico que podemos ver y tocar cada día a nuestro alrededor. De hecho, cuando el entrelazamiento cuántico fue predicho por primera vez, el mismísimo Albert Einstein expresó su disgusto por la idea calificándola de "acción fantasmal a distancia".
Después, durante las últimas décadas, el entrelazamiento fue probado cientos de veces en laboratorio, sin que hasta el día de hoy los físicos hayan podido averiguar cómo puede producirse esa especie de "comunicación instantánea" entre dos partículas que no están en contacto físico. Ahora, el equipo de la Universidad de Viena ha llevado el entrelazamiento un paso más allá, y ha conseguido lo que nadie había podido hacer hasta ahora.
El experimento se elaboró con partículas de luz
Para realizar su experimento, los físicos partieron de dos parejas de partículas de luz, esto es, de dos "paquetes" de dos fotones cada uno. Cada una de las dos partículas de cada pareja de fotones estaban entrelazadas entre sí. Más tarde, un fotón de cada pareja fue enviado a una persona hipotética llamada Victor. Y de las dos partículas (una por pareja) que quedaron detrás, una fue entregada a Bob y la otra a Alice. (Bob y Alice son los nombres que se utilizan habitualmente para ilustrar los experimentos de Física Cuántica).
Víctor, al tener un fotón de cada pareja entrelazada, tiene pleno control sobre las partículas de Bob y Alice. Pero qué sucedería si Victor decidiese entrelazar a su vez sus dos partículas? Al hacerlo, también los fotones de Bob y Alice (ya entrelazados con cada uno de los dos fotones en poder de Víctor), se entrelazarían el uno con el otro. Lo bueno es que Víctor puede decidir llevar a cabo esta accíon en cualquier momento que quiera, incluso después de que Bob y Alice hubieran medido, modificado o incluso destruído sus propios fotones.
"Lo realmente fantástico -afirma Anton Zellinger, también de la Universidad de Viena y coautor del experimento- es que esa decisión de entrelazar los dos fotones puede ser tomada en un momento muy posterior. Incluso en uno en que los otros fotones podrían haber dejado de existir".
Un experimento predicho hace 12 años
La posibilidad de llevar a cabo este experimento había sido predicha en el año 2000, pero hasta ahora nadie había conseguido realizarlo. "La forma en que entrelazamos las partículas -explica Zeilinger- es enviándolas hacia un cristal cuya mitad es un espejo. El cristal, por lo tanto, refleja la mitad de los fotones y deja pasar a la otra mitad. Si tu envías dos fotones, uno a la izquierda y otro a la derecha, cada uno de ellos olvidará de dónde procede. Es decir, perderán sus identidades y ambos quedarán entrelazados".
Zeilinger asegura que la técnica podrá ser usada algún día para la comunicación ultrarápida entre dos computadoras cuánticas, capaces de usar el entrelazamiento para almacenar información. Por supuesto, una máquina así no existe todavía, aunque experimentos como el descrito suponen un paso muy firme hacia ese objetivo.
"La idea -asegura Zeilinger- es crear dos pares de partículas, y enviar una a un ordenador y la otra al otro. Entonces, si entrelazamos esas partículas (como en el experimento), los dos ordenadores podrán utilizarlas para intercambiar información".
Foto y fuente: abc.es
Película
Hola Milena! recomiendo una película que se llama "Un ángel para May" preciosa, y está en relación a esto que explicas.
Un abrazo!