En nuestras clases y tertulias Astrocabalísticas abordamos a menudo la actualidad social, económica o política bajo la lupa de las influencias planetarias. Solemos recalcar que los astros no deciden, solo proponen tendencias, un material sensible de activar o no, aunque muy a menudo solemos acabar asumiendo sus influencias bien a pesar nuestro.

A estas alturas ya no se trata de convencer a los incrédulos, que suelen ser los que nunca se toman la molestia de verificar los datos astrológicos. Constatamos cómo funcionan las estadísticas con respecto a los tránsitos planetarios, lo hago desde hace más de 35 años.

Lo que está claro es que el apasionante mundo de la Astrología Cabalística nos brinda muchas explicaciones y aclaraciones acerca de lo que ocurre cuando nos dignamos a buscarlas. En este caso se trata de aplicarlo al mundo de la política. A menudo observo las decisiones que toman algunos estadistas, fechas de elecciones, manifestaciones, etc., y os aseguro que parecen escoger minuciosamente cuándo hacer las cosas, o a veces todo lo contrario, más les valdría consultar para lanzar propuestas importantes más acordes al momento planetario y para que todo sea más fácil y efectivo.  

En este caso la mirada se centra sobre las posiciones planetarias más significativas respecto a los movimientos políticos que asolan nuestras naciones, puntos candentes de la información que han puesto a España y Cataluña en el ojo del huracán. Y nunca mejor dicho, la información geopolítica ha desplazado los efectos de los últimos sucesos climáticos que han asolado gravemente nuestro planeta. Así que los lectores de redmilenaria.com, allende nuestras fronteras, sabrán muy bien de lo que estoy hablando.

Sagitario-Escorpio, un tándem Fuego-Agua con dificultades de relación

España pertenece al signo de Sagitario, regido por Júpiter; Cataluña está gobernada por Escorpio, regido por Marte y co-regido por Plutón.

Si nos basamos en el sistema de cada Casa Astrológica, desde los signos referidos, Cataluña se sitúa zodiacalmente en la Casa XII de España, y España en la Casa II de Cataluña. Y ¿qué significa todo ello?

Vamos a tratar de explicarlo de forma muy didáctica.

Saturno está en tránsito en Sagitario, (signo de España) desde hace más de dos años en el sector II de Cataluña, (se trasladará a Capricornio el 20 de diciembre 2017), el que nos habla de los valores, los bienes, la seguridad, el reconocimiento, el bienestar, las ganancias. La presencia de Saturno se asocia a las estructuras, al marco constitucional, lo que cohíbe si no es bien llevado; la inseguridad cuando castra, exige, limita; se puede sentir como un sometimiento o un aislamiento cuando transita por un signo de Fuego como el de Sagitario. Saturno en algunas áreas puede ser difícil de llevar, (Casa II de Cataluña), porque indica con qué clase de experiencias debe enfrentarse. Saturno también representa a la autoridad, al padre, al jefe, al que está por encima de uno mismo, la imposición.

Saturno en la Casa II de Cataluña limita las posesiones, las concesiones, y aunque puede otorgar seguridad y aplomo, también puede generar dificultades a la hora de ganar dinero, de encontrar financiación. Puede representar una falta de aplomo de sus propios valores. Se vive entonces este arquetipo como una frustración cuando no se consigue despuntar, sentirse valorado.

La visión desde Cataluña es que España la limita, la coarta, le pone trabas, condiciona su bienestar; lo vive como un goteo de restricciones, de insatisfacciones, como una merma de sus libertades económicas, sintiendo que se le aplica una especie de “ERE”, es decir un Expediente de Regulación de Empleo… del empleo de sus riquezas, porque la intervención del Estado, del gobierno de España se toma como una afección de sus recursos, pero no solo en lo económico. Cataluña pide motivación, “mimos”, atenciones, protección económica y emocional, (Es Escorpio), y se la ha considerado siempre como una nación de “seny”, de la razón; más mental que afectiva o emocional, cuando en su fuero interno late el ferviente deseo de ese reconocimiento social, económico y moral; de ser “ídolo”, como suele desear profunda y secretamente Escorpio. Cataluña no se ha expresado como realmente es, una nación muy sentida, muy susceptible, extremadamente reservada, muy trabajadora, sí, pero de emociones contradictorias. Se da de ser muy “mental”, el “seny catalá”, pero en realidad es mucho más emocional de lo que se supone, de lo que deja traslucir, porque es Escorpio y no se expresa realmente como es: extremadamente pasional cuando se entrega a la lucha. Entonces cambia la objetividad por una subjetividad combativa si se la tensa… si no se le dan muestras de amor, de comprensión, si no siente que su Casa II le da lo que necesita para ser feliz. Es una nación que busca el reconocimiento y la estima.

Por otra parte, los efectos de Saturno en el signo de España se han manifestado muy claramente durante estos últimos tiempos en términos de limitación, de reestructuración, de cumplimiento de la ley para los que han defraudado, etc., que nos ha llevado a una crisis en todos los frentes. España es de un signo de conquistadores, de gran fuerza, de pasión por dejar huella, de grandes hazañas. Una nación donde no se ponía el Sol, decían. Pero al fin y al cabo un país capaz de reivindicar su lugar en el mundo y de transmutar la oscuridad, de enaltecerse, competente para realizar grandes cambios de mentalidad. Recordemos que los gobiernos no son los países, de la misma manera que no podemos confundir el mapa con el territorio.

Desde otoño de 2016, el tránsito de Júpiter por Libra, (- la Casa XII de Cataluña -), empezó a remover el pasado, las emociones internas, sus peticiones, acumulando decepciones, (La memoria histórica, el derecho a un referéndum, etc.), agravios por la falta de “apoyo y comprensión” de su Casa II, (España). Saltaron las alarmas pero nadie hizo caso. Cuando asistimos al término de este mismo tránsito, -ya es un hecho-, las movidas afectan las estructuras financieras, los valores, las manifestaciones en la calle. Se han intervenido las cuentas de la Generalitat (Gobierno de Cataluña) como medida de presión y muchas empresas amenazan con cambiar de territorio fiscal provocando así una mayor inseguridad.

Pero esto no es algo nuevo, viene de muy lejos, es historia antigua, y no vamos a dar aquí un repaso, solo atenernos a los datos astrológicos que sí nos pueden ayudar a comprender mejor el pasado, la historia.

Tal y como hemos dicho Cataluña se sitúa en la Casa XII de España, por lo tanto las pretensiones vienen de muy atrás. Es la china en el zapato, molesta pero no se tiene muy en cuenta hasta que el roce se convierte en algo insoportable. Para la Astrocábala el sector XII es el de los enemigos manifiestos, el de las pruebas que hay que superar y Cataluña es justo lo que España tiene que transmutar.

Sabemos que la XII trae a menudo amargas lecciones, como consecuencia de la negación a buscar en la profundidad del inconsciente todo aquello que moviliza el miedo, los temores, los fantasmas que se acumulan y se multiplican.

La XII es un sector misterioso donde muchos de los impulsos y compulsiones se viven de forma latente y amenazan la estabilidad psíquica y emocional. Es lo que trae el pasado, lo que forma parte de la personalidad ancestral y lo que inevitablemente sale al exterior, justo ahora cuando Júpiter está a punto de entrar en tránsito en Escorpio, (mañana, 10 de octubre, cuando escribo esta crónica). Y es frecuente encontrar a través de los tránsitos de la XII, (que siempre se notan antes de manifestarse concretamente), que habiendo llevado una vida más o menos normal, coherente y pacífica, al activarse este sector, se expresa la rabia, el descontento, los temores o los rasgos de carácter desconocidos hasta aquel momento. (Ya le ha estado pasando a Cataluña con Júpiter en Libra en su Casa XII).

España tiene algo que resolver sin llegar a ciertos extremos. Pero le resulta positiva la expresión de la XII porque ayuda a liberar sentimientos ocultos, presiones y, de esta forma, al identificarse es posible transmutarlo. La XII es la Casa de la humanidad, la última del Zodíaco, donde el amor ha de ser lo unitario, después de haber sentido, sufrido, experimentado toda la inmensa gama de emociones humanas. Al ser Cataluña un signo de Agua, será en el marco emocional que se manifestarán esas pruebas. La XII en Escorpio mueve sentimientos sociales, insatisfacción de un protagonismo emocional que proviene de antiguas heridas y herencias.

Desde el enfoque estrictamente Astrocabalístico, para que Cataluña deje de ser el karma de España, porque así lo vive, para que deje de reivindicar y quejarse, (que es lo propio de la Casa XII), y no se sienta menospreciada, España debe limpiar las heridas, restituirle su estatus, reconocer sus valores, sus méritos, sus riquezas culturales y económicas. Estos dos marcos zodiacales deben entender lo que se deben, cuáles son los pactos a realizar, desde la II a la XII.  Y, teniendo en cuenta el tránsito de Júpiter durante un año por este sector XII en Escorpio, Cataluña no se va a bajar del carro de las interpelaciones, y durante los próximos meses podemos asistir a un tira y afloja permanente. Es rebeldía de quien no está satisfecho con el pasado y busca una reparación emocional.

La única salida es el diálogo constructivo, sea en el nivel que sea, ya que durante el tiempo que Saturno toque tierra en Sagitario, -hasta diciembre-, las luchas por el protagonismo entre unas y otras tendencias pueden ser encarnizadas. Tanto en las facciones en Cataluña como en las de España, a lo que vamos es a un nuevo encuentro en las urnas. Recordemos que Júpiter es hijo de Saturno y que destronó a su padre después de 10 largos años de luchas.

Un dato histórico astrológico bien curioso

El alzamiento nacional de Julio de 1936 contó con el tránsito de Júpiter por Sagitario; la dictadura se impuso de la mano de un Sagitario, el general Franco, que se aprovechó sin duda de este mismo tránsito en su signo y, después de 40 años, la Constitución Española fue aprobada el 6 de diciembre de 1978, durante el tránsito del Sol, Mercurio, Marte y Neptuno por Sagitario, y Júpiter en Leo en Casa IX, (grandes cambios), formando trígono al Sol de España.