La urgencia de una reunión en la cumbre alerta del ultimátum. ¿Se podrá salvar la Creación?
72 horas para la cuenta atrás. (Capítulo 2)
Reunión en la cumbre (2)
Un murmullo escalofriante recorrió el lugar en el que estaban reunidos, las palabras fatalistas del Moderador eran un ultimátum. Algunos parecían incrédulos ante la amenaza, no era posible que la situación fuese tan terrible, hubiesen sonado las alarmas… Pero en realidad hacía tiempo que los indicios de una descoordinación general era una verdad conocida, pero callada. Cada cual se ocupaba de los programas asignados, pero se habían relajado en exceso, habían, prácticamente, automatizado sus servicios y no comprobaban en tiempo real la aplicación de cada sistema, ni sus efectos, prueba de una falta de conexión entre los distintos departamentos.
Uno de los 72 asistentes pidió la palabra:
Con toda humildad y respeto, el Moderador parece señalarlos como responsables de la gravedad de la situación. Pero yo discrepo de esta afirmación. Si bien nos hemos encargado del diseño de los programas y hemos aceptado el tutelaje de los de Abajo, una de las condiciones del Contrato con la Federación era que no podíamos alterar el libre albedrío de esta Creación en periodo de evolución, por lo tanto nuestra función era y es enseñarles a utilizar los recursos que tienen disponibles, pero no podemos imponerles nuestro criterio…
Otro de los asistentes le interrumpió…
Discúlpame, pero en mi opinión, tal vez nos hemos acomodado demasiado, porque, -tal vez-, repito, si les hubiésemos guiado de forma más convincente, más insistente, menos sutil, no estaríamos en este trance; de hecho, dirigirles desde Arriba hubiese sido más favorable que ser manipulados Abajo, que es lo que están experimentando y a la vista están los resultados.
El silencio sepulcral expresaba el profundo desconcierto. Todos se daban cuenta de la gravedad, de lo mucho que quedaba por hacer y el escaso tiempo para tratar de preservar la Creación. El Moderador volvió a dirigirse al auditorio.
Hermanos, ahora no es cuestión de reproches sino de acciones. Está prevista la desconexión en 72 horas, y la pregunta que surge es: ¿estamos dispuestos a salvar la situación para cancelar el reinicio?, porque sabéis lo que comporta este procedimiento, perder una gran cantidad de información y, aunque los pésimos resultados son evidentes, también hay mucho que preservar. ¿Estamos de acuerdo en intentarlo y con la ayuda de quien esté alineado con nuestra causa, reorganizar la Creación? Tal vez a los de Abajo les hace falta un ultimátum para reaccionar.
La respuesta fue unánime, sí-, había que hacer lo indecible para proteger su Proyecto. Arriba las cosas tienen que funcionar, no vaya a ser que, al final, se hayan contagiado de la desidia de Abajo.
Continuará…
Salutacions
Disfrutan del relat
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Una abraçada