EL TAUMATURGO: El hombre del más allá
El Taumaturgo es un hombre del Más Allá con poderes extraordinarios que interviene cuando el destino debe ser cumplido o modificado.
Quinto episodio
Yo hice fracasar un atentado contra la vida del presidente
Tal vez el recuerdo más conmovedor que guardo en mi memoria sea el de un trabajo que me fue confiado para impedir el asesinato del Presidente de un determinado país.
Es posible encontrar en todos los países del mundo algunas docenas de individuos dispuestos a acabar con la vida del presidente de algún gobierno.
Estos hombres son conocidos en nuestro mundo de la fuerzas invisibles como "acumuladores de energías negativas", pero ¿qué significa este término?
Todos los días las circunstancias que vivimos producen infinidad de tensiones que van desde la impaciencia en los semáforos, ¡que tanto tardan en ponerse en verde!, hasta la espera para obtener algún permiso, pasamos nosotros mismos del verde al rojo emocional cuando leyes o reglamentos perjudican los intereses de personas y colectivos. Todas las pequeñas o grandes contrariedades suelen engendrar rencor que se acumula y que acaba a menudo en deseos de venganza, que también van en aumento cuando la persona se siente impotente ante lo que cree que es un auténtico atropello a su dignidad por parte de la autoridad que administra tales leyes, se trate de un responsable de más o menos rango. Pero suele pasarle pronto al ciudadano de a pie que se olvida de tales afrentas ante situaciones de la vida cotidiana que le devuelven a la lucha diaria y ese resentimiento acaba diluyéndose, por lo tanto sus intenciones no se cristalizan.
No obstante lo que no saben esas personas que maldicen es que esos sentimientos de odio, de deseos de muerte que se han liberado desde el infierno particular, son una energía altamente peligrosa ya que al liberarse va a parar a un oscuro lugar, del mismo modo que una piedra lanzada al aire cae por la fuerza de la gravedad. Entonces, ¿dónde van a parar estos sentimientos o pensamientos destructivos?
Pues van a alojarse en los depósitos del bajo astral y de este recipiente dantesco, algunos individuos sensibles a tales ondas malignas, succionan estas energías que alimentarán sus convicciones, sus instintos más primarios, y a modo de aspirador energético, succionan y recogen el deshecho, la suciedad de ese gran receptor de ambiente. Así vemos que determinadas personas son capaces de acumular más energía conflictiva que otras y puede llegar el momento en que esta acumulación es tanta que estos individuos sienten la imperiosa necesidad de exteriorizar esos sentimientos que se saturan en su interior. Así podemos comprender como hay gente que emplea la fuerza, la crueldad, la extrema violencia contra otros.
A veces esta imperiosidad de hacer daño les llega a través de una voz en su cabeza que les impele a cometer crímenes como le ocurrió al tristemente famoso asesino de mujeres, el estrangulador de Yorkshire; o al asesino de John Lennon a manos de Chapman, o los asesinatos de Martin Luther King, Indira Gandhi, y otros tantos responsables políticos.
Entre los acumuladores de energías negativas se encuentran toda clase de especialistas; los que se creen agentes de la moral, los perversos sexuales, los que aborrecen los ricos y famosos; los que reniegan de los justos y defensores del bien, del mal y los que orientan sus sentimientos contra cualquier clase de autoridad, se trate de policías, de religiosos, de jueces, abogados o presidentes.
Plantear que esos vampiros del mal, que tienen un cuerpo astral tan sumamente denso y que son capaces de canalizar todas esas bajas energías lanzadas por cualquier ciudadano son parte del imaginario colectivo resulta muy chocante, es como decir que todos son en parte responsables de tales atropellos. Pero lo cierto es que, si bien los que solo participaron con un simple pensamiento o sentimiento pasajero pueden decir que ellos no pasaron de la idea, no sujetaron la metralleta, no apretaron el gatillo, sí fueron partícipes de esa energía que alimenta los que sí fueron capaces de hacerlo, se lo sirvieron en bandeja y esos supuestos "inocentes" nunca estarían dispuestos a reconocerlo. Además, cuando escuchan en los medios de comunicación tales barbaridades son los que más se indignan y le desean al perpetrador de tales males toda clase de castigos, de esta forma, siguen llenado ese depósito de carburante infernal.
Todo esto puede resultar bastante insólito, pero tal vez sea hora de meditarlo porque como bien se dice, no conocer la ley no exime de su cumplimiento.
Algunos jefes de estado son invulnerables a esos sentimientos contrarios porque están cumpliendo una misión o porque están ejecutando un karma colectivo y gozan de una "protección especial". Fueron colocados ahí para promover una revolución, un avance, el progreso del pueblo que gobiernan, aunque sus métodos estén lejos de ser ideales y, en algunos casos, resulten crueles. Este es el procedimiento de los dictadores o tiranos que parecen superar cualquier atentado perpetrado; parecen estar protegidos, porque en realidad su función es enseñar mediante el sistema: "al revés te lo digo para que me entiendas", esto vale tanto para vidas particulares como para todo un colectivo. Hay incluso estadistas que han declarado que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Hay lecciones de amor y de paz que se aprenden mediante la polaridad contraria.
Todos tenemos ángeles custodios que nos protegen, a usted y a mi y al presidente de gobierno.
De esto trataba mi misión, de proteger al presidente de una nación de la cual no me está permitido revelar el nombre. Sabíamos de la existencia de uno de estos peligrosos acumuladores de energías parasitarias y teníamos que estar muy atentos. Existía el riesgo inminente de atentado. Ya hemos hablado de la prohibición de interferir en el curso de la vida de los humanos, ni siquiera para impedir una tragedia, salvo en algunas contadas excepciones puesto que son las entidades arcangélicas las que dirigen con sabiduría y bondad los destinos de mujeres y hombres. Ellos ya saben lo que es posible hacer cuando se trata de prestar determinados auxilios.
En este caso que nos ocupa llegó la orden de intervenir. Con mi Ángel-Jefe comenzamos a estudiar la personalidad del hombre asesino. Tal y como ya lo he explicado, aun siendo ejecutores manifestadores del odio colectivo, para matar se necesita un motivo personal que desencadene tales actos. En numerosas ocasiones la razón profunda que hay detrás no tiene mucho que ver con la aparente, a veces algunos matan porque quieren ser famosos, otros se sienten justicieros, otros tienen pretextos sentimentales, económicos o políticos.
El hombre al que debíamos disuadir de su crimen estaba convencido de obrar por su gloria personal. Se trataba de un individuo que fue maltratado desde la infancia. El padre había abandonado el hogar y la madre, a pesar de haberse ocupado de él, se lamentaba siempre de haberlo concebido sin desearlo y lo culpaba del abandono del padre que tampoco quería hijos. Una madre de carácter desabrido que consideró siempre a su hijo como un ser inútil un parásito, un fracasado. Este personaje abatido y con nula autoestima quería probar su valía haciendo algo muy meritorio para demostrar a su madre su propio poder. Pero siendo su registro de posibilidades muy limitado, no encontró nada mejor que urdir un plan para matar al Presidente que a su modo de ver no era demasiado bueno. El mundo entero hablaría de él y su madre podría enorgullecerse de haberle dado la vida. Tal era la situación y nosotros debíamos persuadirlo de abortar este acto criminal pero sin violentar su naturaleza interior.
Después de estudiar en profundidad la psicología del hijo y de la madre, consideramos más oportuno actuar sobre la psique de la madre, las posibilidades de éxito eran mucho mayores. La madre residía en una pequeña ciudad lejos de la capital y estábamos convencidos de que si lográbamos que esta madre llamara a su hijo por teléfono para invitarlo a visitarla a su casa o que ella lo fuera a buscar a la capital, cabría la posibilidad de cambiar su idea de asesinar al Presidente porque se desviaría su atención hacia el contacto con su madre y tal vez el depósito de odio reduciría su densidad.
Me personé en mi cuerpo astral en casa de la madre y estando en posesión del dossier del archivo akásico de toda la relación entre ambos, empecé a evocar en la psique de la madre imágenes e impresiones de su memoria. Recuerdos de su crueldad para con su hijo, pero simultáneamente introduje imágenes positivas y entrañables que sin duda también habían vivido. En el corazón de esta mujer de 60 años, sola y triste ocurrió algo precioso, sentía como el aura de su corazón se agitaba, emitía destellos de gran belleza, de color rosado y verde y de repente sintió un irresistible impulso de ir a visitar a su hijo a la capital, quería pedirle que se viniera a vivir con ella.
Lo que cuento con breves palabras supuso, no obstante, muchas e intensas sesiones de trabajo, insistiendo para que esta madre dejase de dudar acerca de la conveniencia o no de encontrarse con su hijo, temía que éste la rechazara. Tuve que esforzarme para tranquilizarla una y otra vez y para convencerla al fin de que su hijo estaría muy contento de verla y que su encuentro sería precioso.
Así fue como al fin se decidió. La madre se presentó inesperadamente en casa de su hijo. Este se sorprendió mucho al verla en el umbral de la puerta, la miraba con cierta desconfianza; ¿cuál era su intención, volver a humillarlo?
Pero cuando la madre le dijo: .- Hijo, vengo a verte porque te necesito; sé que no he sido la madre que deseabas y necesitabas, pero tal vez ahora puedas perdonarme y estemos a tiempo de amarnos, de ser para ti lo que debería haber sido, una madre atenta y amorosa. Vente conmigo hijo mío, aprendamos de nuevo a convivir, empecemos una nueva vida. ¿podrás, podrás aun amar a tu mamá?
Pasados unos instantes, observé los colores del aura de la madre y del hijo y os aseguro que el espectáculo era extraordinario, prodigioso el cambio de tonalidades y la explosión de luz deslumbraba, era como una sinfonía maravillosa de amor entre esos dos seres que volvían a darse una oportunidad; la transmutación se había hecho. Todo el odio que este hombre había acumulado se derretía y era literalmente absorbido por un amor que estaba renaciendo. Se fundieron en un intenso abrazo.
El Presidente acababa de salvar su vida.
Kabaleb y Milena LLop.
(Me tomé la libertad de alargar este cuento porqué sentí la necesidad de dar alguna aclaración más acerca del proceso amoroso que se describe, con la expresa licencia de Kabaleb que sin duda, siempre atento a mi existencia, resulta ser siempre una divina inspiración.)
Próximo capítulo: El caso de las almas gemelas.
taumaturgo
Entonces una parte de nuestra vida tiene un destino?
que se va a cumplir "si o si"contestame a mi correo electronico.
quiero hacer una apotacion ecocomica necesito una cuenta de banco o dime tu como lo hago.
Gracias.Un beso.Robena.
Robena guapa
Ya te respondí por correo. Aquí tienes entre otras cosas
Pues verás, tenemos una hoja de ruta relacionada con todos los "deberes" que te tenemos y aunque poseemos la prerrogativa del libre albedrío, siempre podemos escaquearnos, pero lo que tenemos que vivir siempre acaba presentándose. Venimos al mundo en un determinado momento con ciertas coordenadas respecto a nuestra fecha de nacimiento, relacionado con los padres y hermanos y todos los que vamos incorporando a nuestra existencia.
Lo cierto es que nos volvemos a encontrar con personas del pasado, con gente a la que quisimos y/o todo lo contrario y hay pactos establecidos con cada uno de ellos, lo que ocurre es que no nos acordamos y de ahí vienen los problemas. Tenemos objetivos marcados, pero cómo vayamos a vivirlos depende enteramente de cada cual. Por lo tanto podemos decir que sí que tenemos un destino marcado, pero también cabe la posibilidad de transmutarlo cuando este es adverso y las pruebas son duras, con la fuerza del amor. Tarea difícil pero muy posible. Por otra parte, a cada paso que damos vamos modificando ciertas pautas y eso puede cambiar nuestro destino. Es un poco lo que viene a decir el cuento.
En respuesta a taumaturgo por robena lobo gu…
Taumaturgo Capítulo 6, Comentario retroactivo.
Hola Milena. No quisiera dejar pasar este capítulo del Taumaturgo (ya lo leí en su momento pero no tenía la noción de lo que realmente yo quería expresar). Yo siento que en este caso se permite excepcionalmente interferir en el plan de vida de una persona, supongo que por un bien superior, evidentemente.