El Árbol Cabalístico es un esquema de la organización cósmica, pero también es un esquema del cuerpo humano y de la formación mental y emotiva y espiritual de nuestra naturaleza. Cada Sephiroth o Centro de Poder del Árbol está relacionado mediante lo que llamamos Senderos o Cineroth. Son caminos que establecen una relación entre distintos planos de manifestación, -donde además ubicamos planetas y signos zodiacales, base del proceso de la Astrología Cabalística que Kabaleb estudió y desarrolló para orientarnos en el camino de la trascendencia revolucionando esta ciencia del comportamiento humano-.
Los Senderos son puentes tendidos entre los distintos niveles de conciencia y las corrientes deben circular libremente como las corrientes vitales deben fluir por nuestro interior y nuestro cuerpo humano. Para que cada Sendero funcione a pleno rendimiento es preciso que se realice el trabajo adecuado, de lo contrario pueden surgir bloqueos que afectan nuestras circunstancias en el terreno social, laboral, psíquico, emotivo y físico.
El manual de instrucción de cómo administrar con sabiduría las corrientes de cada Sendero está divulgado de manera velada en el Sepher Yetzirah, el libro de la Formación, con textos enigmáticos debido en primer lugar a densas traducciones; y en segundo lugar la traducción convencional oculta lo fundamental que solo puede entenderse viviendo y sintiendo este compendio de sabiduría. Podemos estudiar la naturaleza de estos textos, pero no pueden ser comprendidos intelectualmente, porque se trata de pasar al siguiente nivel, y dejar que se revelen a nuestra conciencia, sentirlos en el corazón, y es por ello que muchos de los libros que tratan de explicarlos resultan confusos.
La concepción del Mundo, según la Cábala pone en movimiento estados de conocimiento que evolucionan en aspectos más y más perfectos, tratando de establecer un código que nos lleve a integrar la existencia del universo, del macrocosmos y el microcosmos. La unidad de trabajo de este Gran Estado de conciencia es un conjunto semántico que nos descubre el Lenguaje Sagrado, los Authiot, unos ideogramas que componen el Alfabeto Hebraico de 22 Letras alineadas a lo largo de los 10 Centros de Vida o Sephiroth del Árbol Cabalístico.
Estos estados de conciencia nos permiten comprender el mundo en el que estamos inmersos, su densidad, su propósito, su vibración y su estructura. Son 32 vías de experiencia, 10 números primordiales, (los 10 Sephiroth) y las 22 Letras Hebraicas. 32 funciones que nos abren a la vía de una percepción trascendente de la experiencia de vida que nos permite conectarnos a esa divinidad que hay dentro y fuera de nosotros. Se trata de una empresa compleja y que remueve nuestros cimientos pero que nos lleva a la luz. La Cábala nos orienta hacia un porvenir acorde con la autenticidad de nuestro trabajo humano y es cuando de verdad llega la Revelación.
Los Senderos o Cineroth se encuentran bajo la custodia de legiones de jerarquías espirituales llamados Genios o Ángeles. Cuando se consigue luz en un determinado Sendero, esas jerarquías ayudan a quien se aventura a descubrir todos los secretos que el camino contiene.
Con los Senderos llegamos al corazón de la Cábala, que recordémoslo no es un sistema de conocimiento teórico, sino un método de vida que permite al ser humano colaborar conscientemente con su divinidad. Kabaleb en sus escritos nos insta a meditar mucho sobre el Misterio de la Vida desde la enseñanza cabalística
para que la luz vaya afluyendo a vuestros corazones, y después, cuando vengan las explicaciones intelectuales, os encontraréis con que vuestro corazón ya sabe lo que acaba de comprender la razón.
El trabajo de los Senderos se aborda en el curso online Los 32 Senderos en el Árbol Cabalístico - Etz Hayim de Milena Llop en esta misma web.