La extraña sensación de tener que seguir los dictámenes de su intuición va encajando en las vidas de los 12 elegidos para subir a la Cumbre, es la sugerente estrategia de los responsables del Proyecto AT72.
72 horas para la cuenta atrás. (20)
Sabemos que el Proyecto AT72 es una tapadera para la estrategia para convencer a los 12 candidatos de la necesidad de tomarse unas vacaciones, y, ¡qué mejor elección que un viaje pagado al paraíso! Cada elegido tiene asignado a un guía específico, que utilizará sus dotes de Taumaturgo para influir en la psique de cada uno de ellos y sugerirles la necesidad de un retiro bien merecido.
Unos por saturación, por estrés; otros porque sientan la necesidad de buscar un lugar para reflexionar acerca de la felicidad; otros aún por gestionar un gran cambio en sus vidas, todos van a sentir que esta convocatoria les habla, que es un aliciente, la oportunidad que necesitan para dar un nuevo impulso a sus vidas; es algo que a todos ellos les va a pasar por la cabeza y el corazón, una especie de intuición que les guia hasta la Cumbre.
El bombardeo incesante en los medios de comunicación no les pasó desapercibido. Los más optimistas, abiertos y espontáneos enviaron pronto su solicitud, sus guías no tuvieron demasiado trabajo; pero no fue así para dos de ellos, para el Erudito Intelectual y el Empírico Obstinado, la tarea y las maniobras de sus Taumaturgos respectivos fueron más enrevesadas y tuvieron que ingeniárselas.
AC11
El error en una transacción importante que llevaba a cabo AC11, -algo impensable para alguien que no se permite fallar-, fue el factor decisivo, porque ante la realidad del fallo garrafal, AC11 se quedó en shock. Fue todo un montaje para llevarlo al punto deseado. El resultado fue que lo “obligaron” a tomarse unos días de reposo. A regañadientes, ofuscado, se sumió en una especie de inopia; se pasaba los días encerrado en casa mirando la televisión. Aprovechando esta circunstancia, se incrementó la frecuencia de inserción del anuncio del Proyecto AT72. Al final se rindió ante la evidencia, ¡qué mejor desconexión y recuperación que unas vacaciones en una isla paradisiaca! cumplimentó su solicitud y la envió al Instituto ADM
VR6
A VR6 le llegan cientos de correos a su buzón y suele quedarse hasta muy tarde para comprobarlos todos, siempre muy atento a que no lo jaqueen, a que todo esté bajo su control. Se pasa la vida estudiando, investigando, descifrando sistemas, códigos; todo para él tiene ese sentido empírico que le lleva a lo que es demostrable y lo que no. Pero esa noche algo lo estaba desconcertando, su computadora se había quedado en blanco, luego pasaba al negro como en una especie de destellos, de flashes de luz; de repente cientos de correos se descargaron a gran velocidad, no podía identificarlos; toda la información desfilaba, se volcaba en la pantalla como en una película rodada a cámara rápida, hasta quedarse en una foto fija en la pantalla: el anuncio del Instituto ADM y la propuesta del proyecto AT72.
VR6 cansando y obnubilado, optó por apagar la computadora e irse a dormir. Pero no podía conciliar el sueño, no podía no resolver el problema. Se levantó y reinició su procesador. A los pocos minutos el mismo anuncio volvía a fijarse en la pantalla; protestando, desestimó seguir perdiendo horas de sueño para solucionar la contrariedad. Al día siguiente, de camino a su laboratorio, en el neón de una parada de autobús, ¡allí estaba el dichoso anuncio! Era demasiada casualidad incluso para un científico tan obstinado como él que no deja demasiado espacio al azar, a la espontaneidad; quiso saber más. Su sorpresa fue descubrir que el Proyecto de investigación AT72 estaba avalado por el Ministerio de Bienestar y Salud. En su psique se dibujó una idea sorprendente para un tipo como él, y es que tal vez se trataba de una señal, tal vez debería presentar su solicitud, ser parte de este proyecto único e innovador.
Lo que nadie sabrá jamás son los malabares que tuvo que hacer su Taumaturgo para manejar la computadora de VR6 y no solo eso, sino para sugerir a la psique obstinada de su tutelado la idea de que una señal del universo podía estar tentándolo.