Se acaba el tiempo, aún faltan colectivos por contactar y hay que organizar todo el procedimiento para subirlos a la Cumbre.
72 horas para la cuenta atrás, (17)
Por más que el tiempo se compute Arriba de forma diferente, hay una creciente sensación de que el fallo inminente está a punto de cumplirse. Hay demasiado en juego, y se teme que algún tránsfuga, contrario al sistema, pueda poner las cosas aún peor de lo que están. Se han dejado en manos del Grupo de Asalto la prerrogativa de escoger los Colectivos de Abajo, pero todo el proceso está siendo demasiado lento, y se teme que el descontrol acabe por desequilibrar todo el plan. Pero los miembros del YD9e siguen sin descanso escogiendo candidatos.
Colectivo de humanistas y ecologistas
Le toca el turno a un colectivo, a priori, muy bien organizado y consciente de todos los desastres que se han cometido en nombre de una “tecnosacralización” de la ciencia, con avances que más parecen retrocesos cuando se comprueban las calamidades que está sufriendo la naturaleza que cobija la especie humana.
Este grupo conoce desde hace mucho tiempo lo que está padeciendo el ecosistema y han fundado asociaciones en defensa del medioambiente, pero sus voces son censuradas sistemáticamente por quienes defienden a ultranza los avances de la tecnología sin preocuparse de los perjuicios que causan a la tierra; para estos “científicos” todo es justificable y los efectos colaterales, ya se resolverán mañana…
Desde hace mucho el colectivo de humanistas y ecologistas lucha por salvaguardar al máximo la naturaleza y se supone que sus defensores pueden ser un buen apoyo en la Cumbre. Destaca uno de sus líderes, LN5, una persona que cree realmente que las cosas pueden cambiar, y que propuso un lema constructivo: en vez de estar en pie de guerra, reivindicando la lucha “contra el hostil”, se puede reivindicar la concordia, estar “a favor” del cambio, el resultado puede ser incluso mejor. Algunos de los más ortodoxos de este mismo colectivo, no lo entendieron. Para muchos la resistencia se basa en dar guerra, es su motivación, pero LN5 aboga por ir a convencer a los incrédulos, a los indecisos; cree que la manera de sumar seguidores es mediante un diálogo constructivo, pacífico. Está convencido de que no se puede defender la paz, la armonía con argumentos beligerantes. Sus planteamientos seguro que van a ser de gran utilidad allá Arriba.
Colectivo de optimistas esperanzados.
Este es un colectivo en franco retroceso de seguidores, va perdiendo adeptos, personas que antes creían en un mundo feliz y en paz y que se han decepcionado. Pero los que se quedan siguen esperanzados, volcados en sus ideales y apostando por un optimismo sin fisuras. Hay quienes piensan que son unos ilusos que viven de espaldas a la realidad, que se niegan a ver la situación y se refugian en una quimera.
Con la visión de un mundo feliz, ese grupo de utópicos convencidos sigue alimentando sus sueños y reivindican su espacio, desean liderar proyectos y pretenden volver a ilusionar a quienes han perdido la esperanza. Resisten ante la creciente decepción, apuestan por sus ideales y están decididos a mantener su anhelo, persuadidos de que hay otra manera de vivir.
Entre los muchos candidatos que podrían escogerse, todos muy dispuestos a ofrecer su fantástica visión de la existencia, se selecciona a LB7, un ser dulce, amoroso, que tiene una especial sensibilidad para expresar su optimismo. Es un descendiente del primer fundador de este grupo de resistencia amorosa, una persona que pregonó por el mundo el sentido de la colectividad, del amor, del perdón como únicas estrategias y herramientas frente al sabotaje, al boicot, individual y colectivo. Creó una gran escuela de pensamiento que ha perdurado a través del tiempo. LB7 no ha desistido en su empeño y, ante el incremento de escépticos, sigue dando ejemplo y eso lo hace valedor de un reconocimiento que espero puedan brindarle en la Cima.
Colectivo de eruditos intelectuales
El saber no ocupa lugar dijo alguien que seguro pertenecía a este colectivo. Los eruditos intelectuales se reúnen para disertar, para compartir su interés por la vida académica, para escudriñar el universo del más aquí o del más allá, sus motivaciones son: conocer, saber, comprender, debatir, argumentar.
Entre partidarios y adeptos, no cejan en el empeño de “eruditar”, de cultivar sus conocimientos demostrando lo que aprenden. Un gran pensador dijo muy acertadamente: “que las universidades no debían ser los cementerios de los elefantes del pensamiento”1.
Si bien este colectivo ha dado soberbios ilustrados, poderosos referentes de la cultura de la exégesis, a veces algunos se han empeñado en buscar el alma en el cerebro. No obstante, han demostrado que una intensa actividad neuronal acaba dando frutos.
En este punto, algunos de sus miembros piensan que la ciencia debe reconciliarse con la conciencia y es por ello que este colectivo debe estar presente en la Cumbre para aportar su conocimiento, entre todos deben encontrar la solución. Se escoge a AC11. El análisis pormenorizado de su personalidad demuestra que es una persona capaz de exponer sus argumentos sin invalidar los de su contrario, y se valora mucho esa competencia en un mundo en el que todos pretenden tener razón. De joven sufrió de abusos de autoridad y, con una clara baja autoestima, se refugió en el estudio para compensar su frustración e impotencia ante una profunda soledad interna. Su dedicación le llevó al éxito, destacó en numerosas habilidades y a golpe de títulos y honores, pudo demostrar sus impresionantes cualidades. Ahora, en la mitad de su vida terrestre, se siente desmotivado y se cuestiona, se plantea cambios. Tal vez la exaltación de salvar la humanidad sea lo bastante apasionante para que su conciencia dé un salto cuántico que le devuelva la ilusión y la pasión por el estudio… de otras dimensiones…
[1] Kabaleb.