Con el equinoccio de otoño, para los hemisferios Norte y Sur, se activa la etapa Vav, que para la Cábala encarna la acción, el periodo en que las estructuras mentales, las ideas, la comunicación tienen vía libre para marcar un nuevo principio: la expresión de la actividad en todas sus manifestaciones. De hecho es cuando retomamos muchas de nuestras actividades, y lo que suele llevarnos al desarrollo de nuestros conocimientos, a que nos apetezca empezar cursos, clases, ir a estrenos de películas, se presentan libros, deseamos cambios de trabajo, etc. Es un momento en el que es necesario experimentar y expresar el potencial que se ha interiorizado hasta el momento en la etapa He del verano.
Tendremos que los que han hecho planes van a ponerse en marcha para realizarlos, los que han pasado el verano discutiendo pueden llegar a una extrema tensión; los que se han estado descubriendo, conociendo y amando, pueden plantearse la idea de convivir, los que necesitan un cambio de aires, se marcharán, los que saben que tienen que afrontar el otoño como un periodo de preparación del invierno, se pondrán las pilas para prevenir alteraciones en su salud, en el amor, en sus relaciones profesionales.
Nos explica la orgonomía, que el otoño es un periodo de contracción y de descarga. La naturaleza experimenta cambios y expresa sus múltiples matices, genera frutos ricos en calorías y manifiesta una amplia gama de emociones.
Con el equinoccio de otoño entras en una época especialmente creativa, de anhelos, de ensoñaciones, pero la exaltación se calma para dar paso a la razón, a la maduración de ideas y proyectos y al análisis.
El equinoccio de otoño es un momento de mucha actividad interior y exterior, que se celebra igual que los solsticios porque el paso del Este al Oeste simboliza lo que ya está maduro, lo que está a punto de dar frutos, y son frutos cargados de energía de larga duración, los que van a dar riquezas y vitalidad a nuestros cuerpo e ideas. La naturaleza nos pide más atención, más cooperación y ecología.
Ritual para el equinoccio de Otoño
El mejor ritual para este periodo es aquel que nos permita conectar, comunicar con la tierra, con los elementos, respetando los ciclos y adaptándonos a la estación que nos acoge. Es el momento de congraciarnos con la naturaleza que nos cuida y nos cobija. Se trata de dar las gracias a la vida, al Sol y a los planetas. Durante el otoño los días se acortan para dejar más espacio a las noches, al recogimiento, es el Oeste de nuestro nacimiento, momento en que tenemos que pactar con las tinieblas para ir asumiendo las sombras, ese espacio interior que nos descubre quiénes somos, nos invita a la autenticidad.
Felicitaciones
Hola,
Agradecido por tan ilustre y sintetizado comentario. Aprovecho en manifestarles en mi interés del estudio de la Kabalah en su más pura esencia
Muchas gracias José Luís!
Me alegra saber que formas parte de los eternos estudiantes de la Cábala; su esencia es la que nos conecta con el latir del universo!
En respuesta a Felicitaciones por José Luis