EL TAUMATURGO: El hombre del más allá
El Taumaturgo es un hombre del Más Allá con poderes extraordinarios que interviene cuando el destino debe ser cumplido o modificado.
Décimo episodio
El viaje astral sin retorno
El viaje astral es una práctica que seduce a muchas personas y que no todo el mundo puede practicar. Se trata de un desprendimiento del cuerpo mediante un cambio de conciencia. La persona ve su cuerpo dormido pero su consciencia está activa en otros mundos. En ese estado viajamos a la velocidad del pensamiento, por lo tanto si pensamos en estar en un lugar, nos personamos de inmediato allí. Los viajes astrales pueden ser conscientes, programados, o inconscientes, como son en la mayoría de casos, y ocurren durante el periodo de sueño; los hacemos pero no lo recordamos y no conllevan ningún peligro.
No ocurre lo mismo cuando esos viajes se provocan artificialmente con el fin de experimentar sensaciones extraordinarias. Solo una persona muy responsable, experta, puede dominar estas prácticas. Durante un cierto tiempo, en los años 70 hubieron muchas personas que se apuntaron a la moda de los viajes astrales y a veces bajo los efectos de sustancias que alteraban la conciencia. Afortunadamente tenemos en los Mundos de Arriba todo un departamento que se ocupa de estas malas praxis y que ayudan a los imprudentes a volver a sus cuerpos.
Pero no siempre consiguen su objetivo y en una ocasión fui movilizado para asistir a alguien conocido para que mi presencia le ayudase a integrarse armoniosamente de nuevo a su cuerpo.
Tengamos en cuenta que un viaje astral se realiza en tres esferas, la del Mundo Físico, el Mundo de Deseos y el Mundo del Pensamiento. En esos tres Mundos el ser humano actúa con sus tres cuerpos, pero los cuerpos del deseo y del pensamiento no están suficientemente equilibrados o maduros para que tengamos consciencia de que existen, no los vemos, solo los asumimos y por esta razón nos cuesta tanto dominarlos. Solo un buen entreno nos lleva a actuar conscientemente con esos cuerpos sutiles.
Por la noche, cuando dormimos, el cuerpo de Deseo y del pensamiento se conectan a los Mundos del Deseo y Mundo del pensamiento dejando nuestro cuerpo físico descansar, permaneciendo unidos mediante el Cordón de Plata. Si este Cordón se rompiera se produciría la muerte física. Hay casos, aunque muy excepcionales, en los que una pesadilla muy violenta ha podido producir una tal conmoción que el Cordón de Plata se ha desprendido.
El viaje astral consiste pues en salir del cuerpo físico y estar conscientemente en otras dimensiones o lugares, pero el problema es que esos “lugares” no tienen la estabilidad de la tierra, no son físicos, se trata de espacios moldeables cuya materia adquiere la forma que le da la imaginación.
En las Regiones Superiores donde moran las almas elevadas que han superado el tránsito por las Regiones Inferiores, todo es diáfano, bello, increíblemente hermoso. Pero en las Regiones Inferiores se encuentran materiales en descomposición y allí todo es espantoso.
Los que realizan viajes astrales sin ser expertos porque no han alcanzado la madurez trascendente que se requiere, pueden desembocar en esas Regiones Inferiores donde las energías contrarias despliegan su material y el alma puede padecer trastornos importantes. De allí sacan su material apocalíptico, por ejemplo, los que hacen películas o libros espeluznantes. Así los que creyeron vivir una aventura maravillosa se encuentran atrapados en esos laberintos de energías parasitarias.
Esos monstruos del astral son en realidad inofensivos, pero el que se topa con ellos no lo sabe, ya que vive en un cuerpo sutil experiencias nefastas y se sienten atrapados por su propio miedo. Ya sabemos que el miedo atenaza, yo diría que el miedo mata. Si fuesen navegantes expertos sabrían que la fuerza del pensamiento amoroso haría desaparecer de inmediato esas visiones, pero algunos quedan atrapados en ellas y tampoco saben que una simple llamada de auxilio permitiría que se presentasen los Agentes especializados en sacarles del apuro.
Así que en el caso en el que tuve que intervenir estaba implicado un querido amigo. Yo conocía su interés por esa clase de prácticas. Hablábamos a menudo de todo ello, de su enorme curiosidad por “viajar” a otras dimensiones. Yo traté en repetidas ocasiones de explicarle que no podía forzar esta práctica, que debía ser la culminación de un proceso de evolución espiritual, (claro no podía informarle acerca de mis tareas superiores y de que yo soy un Taumaturgo y sé muy bien de lo que hablo).
Él insistía en que deseaba fervientemente realizar un viaje astral y quería provocarlo mediante ciertas técnicas artificiales que aprendía en manuales y bajo la ingestión de alguna droga.
Su insistencia le llevó a conseguirlo alguna vez, ya que a pesar de todo era un hombre que se buscaba a sí mismo e iba progresando en el camino de elevación de consciencia. Me contó que había llegado a una Región muy hermosa repleta de luz donde se había encontrado a antiguos conocidos desencarnados. Estaba fascinado y siguió practicando. Su deseo era encontrarse con una persona que había fallecido recientemente pero que no había alcanzado aún las Regiones de la Luz. En una de estas incursiones, su pensamiento lo catapultó de inmediato a una las Regiones Inferiores donde transitaba el alma de la persona en cuestión. Así funcionan las cosas allá Arriba o allá Abajo, basta con proyectar la idea para que esta aparezca.
- Una de las primeras cosas que debe aprender el neófito cuando quiere entrar en esas dimensiones es a estabilizar sus deseos, a mantenerlos controlados, de lo contrario cualquier cosa es posible y no todo el mundo está preparado para vivir experiencias, ni en la tierra, ni en los Mundos sutiles-.
Así experimentando forzadamente, un día en el que había tomado una dosis de “acelerante”, podríamos decir, mi amigo se encontró en una situación de gran terror, como supo explicarme más tarde. Había caído en una especie de pozo muy negro, un lugar donde una gran trituradora devoraba todo lo que tenía a su alcance y él se sentía atrapado por esa fuerza que lo succionaba. Allí descubrió a esa persona que tanto deseaba ver, iba a ser engullida y él quería salvarla. Sintió fuerzas repulsivas que le movilizaban, eran los guardianes de ese lugar que iban contra él, un intruso que venía a perturbar su organización. Esos guardianes son llamados Luciferianos, son los que cuidan de que los que transitan por las bajas Regiones adquieran experiencias afines a lo que sus almas tienen que aprender. Esas entidades actúan sin amor, pero son muy eficaces con la técnica “al revés te lo digo o te lo muestro para que lo entiendas”, las lecciones acaban siendo bien aprendidas.
Tan fuerte y brutal fue la impresión que le causaron estas visiones que a punto estuvo de romperse el Cordón de Plata que le mantenía atado a su cuerpo físico. Es cuando tuve que intervenir de urgencia para sacarlo del atolladero donde se había metido.
Conociendo las Leyes de las regiones que iba a transitar, construí una coraza protectora con material astral de altísima vibración y cual caballero de la Edad Media fui en busca de mi amigo. Me vio llegar como un dios del Olimpo, según me contó después. Lo envolví en el halo de luz de mi coraza trazando un círculo protector contra el que se estrellaban las energías de los Luciferianos. Salimos de allí sanos y salvos.
Al día siguiente mi amigo me llamó aún terriblemente impresionado y me relató toda la historia. Se preguntaba porqué me había visto a mi allí en su viaje, ejerciendo de salvador. Yo me guardé mucho de darle una explicación.
Se prometió a sí mismo no volver a practicar jamás esa clase de ejercicios hasta que hubiese podido conquistar una consciencia lo bastante elevada para que el viaje astral se hiciese de forma natural, habiendo alcanzado por méritos propios el acceso a esas esferas donde el conocimiento activo de las leyes de Arriba es absolutamente necesario.
(Me tomé la libertad de alargar este cuento con la expresa licencia de Kabaleb que sin duda, siempre atento a mi existencia, resulta ser siempre una divina inspiración.)
El Taumaturgo.
Hola Milena,
Parece que estás describiendo esos viajes de la conciencia que se ilustran en el libro de tu hermana Solëika, titulado Alquimia Genética. Debe ser interesante poder llevar todo esto a la práctica. Parece un cuento de hadas.
Pensaba que los luciferianos eran seres de luz disfrazados que trabajaban obligatoriamente para el Creador.
Si lo analizas bien y de modo ecuánime, su planteamiento del esfuerzo no iba tan desacertado ,pero no mareemos la perdiz.
Saludos.
Increíble, si!!!
Bien cierto es, si mi Padre estuviese aquí disfrutaría mucho con el trabajo de Sol, ya que ella está poniendo en práctica todo lo que mi padre relataba desde esa captación de las esferas. Es magnífico lo que hace con AG. Y pensar que hace más de 37 años que mi padre escribió estos cuentos y que solo relatan todas las incursiones que hizo el mismo en el astral. Y sí, esos lucis nos enseñan mediante al revés te lo digo... así no hau quien se zafe del trabajo!!! Muchas gracias por tu comentario!!
Un abrazo
En respuesta a El Taumaturgo. por Anónimo.
Primer viaje astral
Hoy estuve leyendo cosas sobre los viajes astrales y decidí llevarlos a la práctica. Las primeras veces desembocaron en sueños lúcidos, yo sabía que soñaba y eso no era lo que quería, leí que el alma podía moverse en la realidad y quería ver qué hacía mi madre ese día para poder corroborar que pude hacerlo. Hubo un instante en que sentí una sensación enigmática, de mareo, como cuando te levantas de repente del sofá habiendo estado tumbada. Pero al menos yo en mi interior sabía que ese proceso no se había culminado entero. Luego tuve una pesadilla (que suele repetirse bastante) sentí una presencia (que aunque no me hace nada) me da miedo, así que llamé en el sueño a mi compi de piso y cuando creí que ella estaba conmigo y fui consciente de que estaba durmiendo intenté despertarme hasta que lo conseguí. No estoy segura a dónde fue a parar esa sombra, pero si existe ese mundo del pensamiento y del deseo, me pregunto si tal vez esa cosa encierra todos mis traumas pasados, porque ese mismo miedo se parece al que sentí en alguna ocasión cuando era pequeña. Si pudieran ayudarme.
Hola Oniria!
Hola Oniria!
Los viajes astrales son viajes que realiza la conciencia a menudo, pero en la mayoría de casos están velados a la conciencia ordinaria, salvo en este caso que cuentas, en los que la conexión con los diferentes estratos de la mente son reales, porque efectivamente, existen esos mundo de Deseos y Pensamiento, de los que recabamos mucha información, pero que sin embargo en la mayoría de casos, no sabemos extraer, a menos que analicemos en profundidad.
Los Traumas del pasado forman parte los estratos del infracoonsciente, el sub-consciente y el inconsciente. Es posible sacar a la luz esa información retenida con análisis, buceando en tu psique y para ello es necesario que les preguntes a tus sueños, que tomes notas de lo que recuerdas. Todas las personas poseemos un baúl en el que hemos depositado nuestros "traumas" y sombras, pero van desvelándose a medida que hacemos más conscientes nuestros comportamientos.
Para ello deberías averiguar qué te da miedo en la vida ordinaria, qué imágenes provienen de tu pasado, de tu infancia, porque ahí están muchas claves de acceso.
Los Mundos superiores existen como referentes de donde va nuestra actividad psíquica durante el sueño, y conectarnos más conscientemente con ellos, como en tu caso, aunque te haya dado miedo, es ampliar los registros de tu conciencia, saber que sigues estando viva, trabjando a destajo cuando duermes.
Pregunta y obtendrás respuestas.
Un saludo.
Milena.
En respuesta a Primer viaje astral por Oniria