Las energías de la fase de la Luna Llena suponen, durante un periodo de 5 días, desde el 13 al 17 de diciembre, la culminación de un proyecto iniciado en la Nueva Luna del día 1 de diciembre 2024.
En la antigüedad, mirar al cielo debía ser todo un espectáculo. No había contaminación lumínica que se interpusiese a la contemplación de la Vía Láctea; solo Abraracourcix y su pueblo de irreductibles ante la horda romana, temía que se le cayera el cielo sobre la cabeza.
Los antiguos druidas, los chamanes y astrónomos-astrólogos, se valían de los ciclos planetarios, lunares y solares para deducir acontecimientos, para tomar decisiones importantes, para guiar el futuro de las sociedades. Se les consultaba honrando su sabiduría, el oráculo era imprescindible a la hora de comprender el mensaje que les transmitía el medio ambiente.
Desde entonces, ha pasado, una eternidad, pero las personas que seguimos confiando en la relación de la naturaleza interna con la naturaleza externa, nos mostramos sensibles a las conjunciones, los trígonos o las oposiciones planetarias, sin sentir que nos cohíben, nos condicionan o nos profetizan, sino que nos guían, nos sugieren, nos señalan un camino de posibilidades, porque este es, en definitiva, el propósito de la Astrología Cabalística.
Las Fases de la Luna son señales en el cielo que marcan periodos, o tendencias. Cada una de estas etapas nos propone una conexión con el universo planetario, que no solo está como attrezzo en el decorado celestial, sino que nos invita a mirar más allá de nuestro horizonte más cercano, o de nuestras narices, para entendernos mejor.
Las 4 fases de la Luna señaladas en nuestros calendarios más ordinarios, son puntos de referencia que pocas personas utilizan. Pero tanto los marineros, como los agricultores, las comadronas, o los deportistas de alto rendimiento, saben que son fechas específicas que permiten entender mucho mejor cómo funcionan la naturaleza y los organismos vivos.
El Plenilunio nos afecta de manera diferente según sea nuestra sensibilidad:
- Hay a quien le genera insomnio.
- Hay quien se nota con mucha más energía, y necesita más actividad.
- Hay quien tiene un dolor crónico que se intensifica con este proceso.
- Hay quien se siente mucho más susceptible y discute con mayor facilidad.
- Hay quien siente su intuición mucho más abierta y desarrollada.
- Hay quien recuerda más los sueños porque son mucho más vívidos.
La Luna Llena simboliza la culminación de un proceso. Es la máxima distancia entre dos planetas que se unieron en la conjunción, y se llama oposición. La conjunción Sol-Luna se dio el 1 de diciembre en Sagitario, y su oposición exacta es el 15 de diciembre, con la Luna en el signo de enfrente, en Géminis.
Sagitario es el signo de la libertad; es el intrépido arquero, el aventurero, el viajero en busca de un mundo mejor más allá del horizonte, o de una filosofía de vida que le ayude a entender la existencia de una forma activa, feliz.
La Nueva Luna en Sagitario propuso plantar algún propósito relacionado con esta visión de la vida, y la Luna Llena, con Géminis como signo receptor de la energía solar, se encarga de materializar el proyecto, de publicitarlo, de venderlo, de concretar, para que la semilla, plantada y abonada, dé frutos gracias a nuestra atenciones y esfuerzos de gestión.
El tándem Sagitario-Géminis es especialmente eficaz porque se juntan dos activos con mucha marcha, Fuego y Aire, aptos para encender un polvorín de ideas, de situaciones que conciernen a la ambición y la retórica.
Además, los grados en los que se da este plenilunio, (23º), son de gran intensidad porque representan el despliegue de la voluntad al servicio del bien, de la abundancia, de la eficacia. Este periodo está activo durante 5 días, desde el 13 al 17 de diciembre. Podemos aprovecharlo para exponer argumentos, exportar ideas, talento, carisma, simpatía y un entusiasmo desbordante. Todo lo que estaba oculto, sale a la luz; es el inconsciente que revela sus secretos. La imaginación cristaliza sus deseos y la capacidad de cambio es real.
Para la Cábala, el Sendero reflejado es el 25, que une Yesod a Tiphereth para que esa conexión Sol-Luna irradie a la conciencia y descubra lo que ha quedado velado, oculto en el inconsciente. La Conciencia Crística muestra su Verdad y nos propone una Alquimia Interior para integrar conceptos, situaciones, acciones en todos los campos, en los 4 cuerpos, físico, emotivo, mental y espiritual.
Vivamos en plenitud este proceso lunar acompasándonos al latir del Universo. Observemos, escrutemos la existencia con atención y complicidad para no sentirnos ajenos a nuestras decisiones. Estar en permanente conexión con nuestros propósitos nos permite diseñar conscientemente nuestro presente-futuro.
- ¿Qué sembraste durante la última conjunción Sol-Luna?
- ¿Qué iniciaste, tal vez, sin darte realmente cuenta de lo que hacías?
Medita acerca de estas dos cuestiones y tal vez las respuestas te lleguen durante este mismo Plenilunio.