Han sonado todas las alarmas, el proyecto de Creación Abajo está en las últimas, solo Arriba se han dado cuenta de la magnitud de la tragedia. En 72 horas todo desaparecerá.
72 horas para la cuenta atrás. (Capítulo 1)
Arriba
Se masca la tragedia, una tensión silenciosa reina en un ambiente de gran trascendencia; todo parece ya irreversible. Se ha convocado una reunión urgente para ver como proceder y, si les queda alguna esperanza, actuar para revocar la sentencia.
El silencio sepulcral en la cumbre es en realidad un ensordecedor zumbido, una tensión muda, inaudible, pero terriblemente presente. ¿Cómo hemos llegado a este punto?, se supone que Arriba todo está organizado y sin embargo es evidente que se han cometido errores de consecuencias imprevisibles, una hecatombe sin precedentes está a punto de suceder en el mundo de Abajo.
La pregunta que sigue recorriendo la Gran Sala del Consejo es: ¿Cómo no se ha detectado el fallo en un sistema que presumiblemente se concibió ideal, impecable, de los más avanzados, y que está condenado a desaparecer? ¿Es que nadie lo advirtió?
Era un misterio que debería esclarecerse en la mayor brevedad para el bien de futuras iniciativas.
72 horas para la cuenta atrás y los 72 Consejeros Mayores se han reunido para razonar, explicar, buscar y encontrar, -tal vez-, una solución in extremis. Parece una broma cósmica, a hora por consejero para evitar apretar el botón de reinicio.
Abajo
Mientras reina la angustia Arriba, Abajo sigue siendo un puro caos, pero eso no es una novedad. Hace tiempo que se presagia que algo de imprevisible magnitud puede suceder, pero solo unos cuantos se han percatado de la necesidad de un cambio urgente; se han dado cuenta de que en vez de mejorar, la Creación va a peor, sin control, sin orden, sin respuestas, y peor aún, sin preguntas. La mayoría parece seguir una danza de macabras consecuencias al son de una comparsa y una música discordante que altera el sentido de la armonía. Todo parece perdido en un mundo sin conciencia; se suman desastres, debacles que parecen ser parte de un plan mayor sin una voluntad operativa leal al Proyecto.
Se observaban algunos movimientos grupales tratando de luchar contracorriente dentro de la entropía, pero sus voces acalladas por el griterío general, acaban afónicas y desesperanzadas. Muchos no querían ni quieren tirar la toalla, pero se hacen mayores y sus protestas, sus clamores se apagan, condenados a desaparecer ante la fuerza de las hordas impávidas ante la debacle y dispuestas a no ceder; la rutina, la inopia, la manipulación, la automatización se han convertido en un patrón generalizado de comportamiento.
Reunión en la cumbre (1)
Allí están todos reunidos con aspecto circunspecto. Esta vez no falta nadie porque el hecho tan trascendente que van a abordar es el mayor fracaso y cataclismo de su historia.
El Moderador toma la palabra:
.- Hermanos, estamos ante un suceso tan inaudito como terrible del que somos responsables. La gravedad de la situación nos concierne a todos y tenemos pocas horas para encontrar una solución y evitar la revocación total del Proyecto, un Proyecto que, os recuerdo, está en la mitad de su ejecución. Considero que sería un fracaso absoluto acabar así con una Creación destinada a mostrar la capacidad y la grandeza de una civilización que tiene como propósito ser un modelo de gestión. Ya sabíamos que no sería fácil, pero hemos pecado de ingenuos creyendo que nuestro tutelaje debía ser discreto y el resultado es la amenaza de una aniquilación total.
Continuará…