Mira el cielo y dime qué ves, ¿te pierdes en la inmensidad de un universo repleto de significado? Ahí van algunos apuntes de lo que puedes observar y vivir.
Abraracourcix, digno y valiente mandatario de la aldea gala donde viven Astérix y Obelix, -personajes creados por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo-, tiene un solo temor, y es que el cielo se le caiga sobre la cabeza, pero es que, ¡cuando miras el firmamento plagado de miles de millones de luces, surgen muchas preguntas!, y ¿qué podían pensar entonces los primeros pobladores de la Tierra al descubrir que por encima de sus cabezas latía, vibraba todo un universo?
Mirar al cielo permite sentirse a la vez grandes observadores y diminutos seres ante la magnitud de lo que contemplamos; alzar la vista nos “exige” desviar la mirada de nuestro ombligo para maravillarnos ante la visión fastuosa de un universo plagado de estrellas, de mundos, de planetas, de misterio…, y ahora, lejos de sentir temor, nos extasiamos. Suceden tantas cosas allá arriba, que el abismo de pensamiento que separa astrónomos y astrólogos produce un sentimiento de desolación.
Hace más de 6000 años los instruidos observadores de la bóveda celeste calculaban y asociaban las idas y venidas de los astros con los acontecimientos colectivos y personales uniendo ciencia y conciencia. Ahora los astrónomos creen que la reflexión acerca del movimiento esotérico de los astros es pura superchería y reniegan de sus orígenes, pero seguro que existen algunos científicos atrevidos e inconfesos capaces de volver a adentrarse en el inextricable mundo de la ciencia astrológica, tal vez incluso en el sistema de Astrocábala, (método Kabaleb).
Lo que observamos fuera es parte de nuestra propia naturaleza interior.
Si levantamos la vista y agudizamos el deseo de conocer podremos contemplar algunos eventos y estudiar sus efectos.
Estos son algunos de los acontecimientos planetarios relevantes:
Lluvia de estrellas
Lluvia de meteoros de las Deltas Acuáridas
A final de julio, entre el 28 y 29 esta lluvia de meteoros que procede de la constelación de Acuario, llegará a su apogeo, (inician su danza el 12 de julio al 23 de agosto), pero en los días culminantes pueden producirse hasta 20 meteoros por hora. Podrán avistarse más claramente en el hemisferio Sur, pero también en las latitudes tropicales del hemisferio norte.
Lluvia de meteoros de las Perseidas
Son las más conocidas y espectaculares, de la constelación de Perseo, inician su precipitación el 17 de julio hasta el 24 de agosto, pero se observarán en su máxima intensidad entre el 12 y 13 de agosto este año, con hasta 60 meteoros por hora.
Simbolismo de la lluvia de estrellas
Las Lluvias de estrellas tienen un componente emocional, sensible que suele asociarse a los deseos.
Si nos fijamos, vemos que su máximo esplendor se sitúa cuando el Sol está en Leo, un signo que marca claramente la armonía de una conciencia unitaria, tal como el Sol, representando a Tiphereth en el Árbol cabalístico, expresa el programa solar, la conexión de lo de Arriba con lo de Abajo, Cielo y Tierra; la conciencia celestial y la conciencia humana se unen para generar una luz extraordinaria. Podemos aprovechar estas lluvias de estrellas para proyectar luz hacia los lugares donde hace más falta, donde hay mucho sufrimiento; a los dirigentes de las naciones para que sepan estar a la altura de las situaciones que marcan el rumbo de los acontecimientos sociales, y para que seamos más conscientes de nuestra propia fuerza espiritual.
Planetas en conjunción
La conjunción de planetas se establece cuando se sitúan juntos o a pocos grados de separación en un mismo signo. Se trata de un aspecto semilla para la Astrología Cabalística, que indica un propósito que empieza con la voluntad de ponerse en marcha y elaborar un plan de acción.
Simbolismo de las conjunciones planetarias en tránsito
Conjunción Marte-Venus
Marte y Venus se podrán observar en conjunción en el cielo, en dirección al Sol de poniente, el 13 de julio, cuando transita por el signo de Leo.
Venus brilla unas 200 veces más que Marte, por lo que el protagonismo visual se lo lleva el planeta que mejor expresa la necesidad de armonizar corazón y psique. Expresa el protagonismo de la energía de dos planetas que exaltan la naturaleza apasionada; se trata de un poderoso activo que aporta ardor, pasión y empuje al amor, a la creatividad, a los deseos de buscar aventuras. Pero recordemos que la función de los aspectos es dinamizar las energías que cada persona lleva en su fuero interno, por lo tanto, el resultado de una conjunción se irá constatando a lo largo del tiempo, más o menos corto, dependiendo de la envergadura del proyecto.
Conjunción Mercurio-Marte
Una conjunción más difícil de localizar en el horizonte poniente el 19 de agosto, en Leo.
Mercurio simboliza la palabra, la comunicación, la activación de gestiones, de movimientos; la habilidad, la agilidad física y mental, todo ello unido a Marte, que se asocia a la energía, la disciplina, el espíritu de lucha y la resistencia.
Dos planetas de la Columna de la Izquierda en el Árbol Cabalístico, que juntos marcan de cerca la búsqueda de autenticidad, de verdad, sembrando, -tal vez con métodos más expeditivos y sin contemplaciones-, movidas que exigen sinceridad, verdad y una rigurosa exactitud. Embarcarse con este pacto es pagar el precio del rigor, con un buen sentido práctico para que las cosas funcionen. Se impone la autoridad, la claridad en cualquier ámbito; hablar con propiedad.
Enseñar a través del ejemplo podría ser la mejor consiga para esta conjunción.
Planetas en oposición
Una oposición se da cuando la separación máxima entre dos planetas es de 180 grados. Es la culminación de acontecimientos que se dieron cuando se originó una conjunción y los planetas se van separando hasta estar alejados en su máxima distancia. La oposición es el resultado práctico de una historia, el final de un ciclo de experiencias; la ambición de cualquier objetivo es la culminación. En el Árbol Cabalístico la colocamos en Malkuth, la última frontera.
Simbolismo de las oposiciones planetarias en tránsito
Oposición Sol-Saturno
Esta oposición será visible la noche del 2 de agosto, con el Sol en Leo y Saturno retrógrado en Acuario.
Este aspecto propone saber renunciar a situaciones que ya no dan más de sí modificando la conciencia por la vía expeditiva. Se pueden dar cambios de escenarios, situaciones en las que la inseguridad, el miedo a “perder”, se pone de manifiesto, pero también promueve la superación personal al enfrentarse a viejos patrones o a la restricción de libertad. Binah-Saturno es el tercer Centro de Poder del Árbol y el gran maestro de la vida. Por lo tanto, las enseñanzas de esta oposición nos llevan a la valoración real de las circunstancias. Es el aprendizaje final, la comprobación de lo que proyectamos pero que en la mayoría de casos hemos olvidado. Es un aspecto de destino o tikun.
Oposición Sol-Júpiter
El planeta más grande de nuestro sistema solar se podrá ver brillando en su pleno fulgor el 20 de agosto.
Júpiter, en su marcha retrógrada en Acuario opuesto al Sol en Leo. La fuerza descomunal de este planeta deslumbra y aporta mucho material relacionado con los deseos. Pero Júpiter en Acuario pretende dar protagonismo a lo que tiene que renovarse, a una nueva visión de la vida, a un discurso más centrado en la evidencia de lo que es prioritario y para apostar por la innovación. Con esta oposición podemos ver cumplidos muchos de nuestros deseos si sabemos proyectarlos de forma concreta, sin divagar y llegar a puntos de no retorno para tomar decisiones importantes, cambiar de rumbo y dar una vuelca de tuerca a la conciencia para se alinee con los propósitos plausibles y coherentes, no se trata de un cheque en blanco.
Estos son los propósitos de los acontecimientos estelares que podemos vivir de forma más o menos simbólica pero, sea como sea, nos invitan a elevar nuestra mirada hacia la insondable y apasionante ciencia del comportamiento del universo.