Cuando se reprimen los ideales de un pueblo, la insatisfacción llega al límite y las cadenas se rompen. La consigna de Mayo del 68 está más viva que nunca: 'Seamos realistas, pidamos lo imposible'.
Mayo del 68
Hoy se cumplen exactamente 50 años del desalojo de la Universidad de la Sorbona en París por parte de la policía antidisturbios, el 3 de mayo de 1968. Aunque muy jovencita aún, recuerdo vívidamente el impacto de aquellos días en los que se paralizó el país en una unión sin precedentes. Al levantamiento estudiantil se unió el resto de la sociedad, el proletariado se rebeló. La sociedad se unió para defender a sus “hijos”. Se sostenía un movimiento que dio la vuelta al mundo y sentó un precedente en la historia de las luchas por los derechos de aquellos que querían cambiar, primero las leyes respecto a las injusticias educativas universitarias, (lo que empezó en la Universidad de Nanterre el 22 de marzo, y que acabó en el cierre de esta el 2 de mayo, y que fue la gota que colmó el vaso), y después el mundo.
La chispa que había encendido el descalabro social se remonta a los disturbios de la Universidad de Berkeley en los Estados Unidos en septiembre 1964, y a consecuencia de la guerra de Vietnam. Las sensibilidades estaban a flor de piel y solo bastaba con prender la mecha en algún lugar. Fue en París, donde los disturbios más violentos y represivos hasta entonces en el seno de los movimientos estudiantiles, llegaron a descalabrar el país durante el mes de mayo y buena parte de junio. Las huelgas se encadenaban, y lo que empezó como una reivindicación estudiantil, acabó en una debacle monumental, un psicodrama anunciado: la represión acaba engendrando la revolución. No se pueden reprimir los ideales de un pueblo todo el tiempo porque cuando la insatisfacción llega al límite, las cadenas se rompen. Una de las consignas que se gritaban en aquel mayo del 68 era:
Seamos realistas, pidamos lo imposible
Mayo de 2018
Mayo 68 es un referente que traspasó fronteras. La carga simbólica está presente como huella indeleble en la memoria personal y colectiva. Nuestros padres y abuelas que revindican ahora una subida de las pensiones y salen a la calle día sí y día también, son l@s hereder@s de aquel movimiento de revuelta, que más que las cabezas, eran las tripas las que se removían. Puede que no estuvieran en París, y que probablemente viviesen momentos de represión más difíciles, pero no fueron ajenos a lo que el inconsciente colectivo mascullaba insistentemente, su desencanto, su desazón, sus frustraciones. Recordemos que la política es la ciencia que se ocupa de la organización social, por lo tanto está al servicio de la humanidad y no al revés.
Los fieles lectores de RedMilenaria se pueden preguntar, ¿dónde está la reflexión esotérica, cabalística que caracteriza a este sitio web?
Vamos a ello. Los 50 años representan una etapa Noun, la 14ª Letra Fuerza del Alfabeto sagrado.
La Noun representa el estadio de máxima cristalización. Es el “fruto, el hijo, la producción, el embrión y se asocia al pez”. Es una letra que expresa el movimiento, el arquetipo de la percepción de la Totalidad. De la unidad. Noun o Nun restablece la alianza, es la segunda oportunidad que nos permite volver a conectar con los valores que nos lleven al paraíso, es decir al bienestar. ¡Aún estamos a tiempo!, eso es lo que se revindica inconscientemente ahora.
Con Noun todo debe pasar a la acción, elegir desde la plena individualidad para favorecer la colectividad. Noun es Noé o Neo, ese ser del futuro que tiene que iniciarse, que revolucionar. Nos dice la Cábala que Noun es amor de lo propio, de lo que uno mismo genera, trabaja e instituye, por lo tanto se trata de proteger lo que tenemos en ese acto colectivo de conciencia. Amor por el propio espacio físico, por el recinto en el que se vive. En el Noun se produce con mucha fuerza el deseo de permanecer en ese esplendoroso espacio en el que todas las virtudes promueven la totalidad, y que nos lleva al conocimiento mediante la experiencia. Esta Letra o estado de conciencia se asocia al fruto, a lo que heredamos y sin duda este mayo 2018 debería ser la lógica herencia de lo que se promovió en Mayo 68. Esta etapa nos propone el cambio de valores, del desequilibrio al equilibrio para llegar a la prosperidad. Nos invita a una constante resurrección, al poder de creación por encima de las inclemencias de la existencia. El Nun es pues un símbolo de abundancia y la posibilidad de conseguir el triunfo de nuestras empresas, siempre y cuando aunemos esfuerzos, ilusión, constancia.
Mayo 68 se fraguó con el Sol, Mercurio, Venus y Marte en Tauro, el signo que representa el máximo apogeo de los deseos, del bienestar.
¿Qué pudo ocurrir para que se desatase la tormenta reivindicativa durante un periodo que a priori tiene que favorecer la calma?
Es que Tauro promueve el mecenazgo, la felicidad, la abundancia, pero no para unos pocos, para toda la humanidad.
¿Pudo ser la oposición de los planetas en Tauro con Neptuno en Escorpio, lo que desencadenó la revolución de todo lo que parecía atado y bien atado?
Neptuno propone traspasar fronteras y hacerlo de forma original, creativa, profunda en Escorpio, pero también conflictiva cuando tiene que emprenderla con los que se resisten al cambio, con lo que es obsoleto, caduco, trasnochado. Es entonces cuando la emprende y promueve los extremismos.
¿Contribuyeron la actividad de Saturno en conjunción con el Nodo Norte en Aries, tratando de desbancar la inoperancia, el anquilosamiento o el conformismo de las clases acomodadas, de los políticos más partidarios de un conservadurismo a ultranza?
Aries es el innovador, el vanguardista, el signo que nos propone iniciar, y la presencia de Saturno debía incomodarlo soberanamente. La aplicación del Nodo hizo lo que tenía que hacer: sacudirse de encima los vetustos argumentos de un poder fáctico y quejarse de la falta de operatividad en su máxima: Liberté, Égalité, Fraternité, lema que salió del Club de los Cordeliers sincrónicamente expresada en mayo 1791.
¿Tuvo algo que ver la presencia de Júpiter en Leo, (signo zodiacal de Francia), en cuadratura con Mercurio, para enfrentarse a los poderes fácticos, y Júpiter en semi-sextil con Urano y con Plutón, para empezar a armar la revolución y hacer saltar por los aires los gases acumulados?
Júpiter amplía, expande, multiplica los efectos en cualquier contexto, sector, en el que se encuentre. Júpiter en Leo otorgaba a Francia un mayor protagonismo, por ser el signo de este país. Leo y Francia estaban en el punto de mira y, con la cuadratura con Mercurio, solo se trataba de apretar un botón para el conflicto, y que además Urano y Plutón en Virgo, (Casa II de Francia) se encargaron de enarbolar. Los valores del país, sus recursos estaban en plena movida, el resultado: grandes pérdidas económicas debido a las huelgas.
De aquel Mayo 68 al Mayo 2018 van algunos aspectos muy relevantes.
- Sol en Tauro.
- Marte, Saturno, Lilith y Plutón en Capricornio, (mayo 2018) en cuadratura con Urano conjunción Nodo, (mayo 68).
- Júpiter en Escorpio, (mayo 2018), orbe de conjunción a Neptuno, (mayo 68) y oposición al Sol en Tauro.
- Urano en Aries, (mayo 2018), cercano a la posición de Saturno y Nodo en Aries, (mayo 68).
Todo ello nos da a entender que después de 50 años, los “abuel@s” que salen a la calle, los que se mueven para una jubilación digna, en realidad están queriendo mover las estructuras de una sociedad que sigue en cuadratura, es decir, en tensión, y que sigue necesitando sembrar las semillas, (conjunción), de un modelo social que debe ser más consciente de sus deberes, de las desigualdades, de las injusticias que no dejan de ser los mecanismos de alarma de una falta de concienciación personal interna y que repercute en todos los ámbitos. Como siempre la frase reactualizada de Fuenteovejuna está más viva que nunca, y sigue y sigue de rabiosa actualidad.