Política activa: entropía y sintropía, el caos creativo que promueve la resolución de conflictos
Rebelarse promueve la sedición interna; y una vez que calienta motores, se sube a la azotea de la conciencia y nos insta a trascender.
A raíz de las palabras de un buen amigo que me comentaba su visión del caos actual en el que vivimos y desde la perspectiva de lo que es legal o ilegal, de lo que es políticamente correcto e incorrecto, -en su opinión-: quien es impasible es que es cómplice de la barbarie, refiriéndose al contexto de lo que está sucediendo ahora en el ámbito político y social. Su frase me ha hecho reflexionar acerca de los debates que se multiplican en las redes sociales, en los medios de comunicación y en la calle.
La política es o se supone que debería ser, el arte o la ciencia que se ocupa de organizar las sociedades humanas desde un estado protector, -que no represor-, que cuida y dirige con sabiduría los destinos de sus ciudadanos. Pero esta es sin duda una definición poética que dista mucho de la realidad que vivimos.
Hemos abordado muy a menudo los temas de la actualidad más candente y hasta ahora no me había decidido a escribir u opinar acerca de la gran crisis Cataluña-España que asola nuestro país, nuestra nación. Vuelo a utilizar un símil recurrente en mi razonamiento y que suelo esgrimir a menudo: cuando la tensión se manifiesta, sea política, económica, social, cultural, etc., todo nuestro ser interno sufre, nuestro pueblo celular lo pasa mal, se altera, todo lo de dentro y lo de fuera están intrínsecamente unidos. Los bandos que se han formado no favorecen nuestra calma y armonía interior. Pero no podemos zafarnos de esta realidad: hay división de opiniones, de ideas, de sentimientos, de enfoques y perspectivas, y todas, de una manera o de otra y a mi entender, han perdido gran parte de su coherencia cuando se instala el “y tú más y peor”; ya no se distinguen ni derechas ni izquierdas, se confunden en una maraña de acusaciones que nos llevan a la debacle. Y ya no se trata de independentistas y unionistas, (que no integristas), ya es una cuestión de orden moral de gran envergadura.
El pueblo por encima de sus dirigentes reclama su autoridad, su verdadera autonomía para dejar, tal vez, de estar realmente “tutelados”. Se trata de alcanzar la autonomía interior, la de la libertad de ser con la razón y la emoción unidas con un propósito común: el bien de la humanidad y desde el respeto de cada una de las sensibilidades. Pero aún falta mucho para conseguirlo, pero estoy convencida de que estamos en camino.
El estudio de la Astrocábala nos permite analizar desde hace tiempo el tránsito de Plutón en Capricornio, (hasta el 2024), y el tránsito de Saturno por Sagitario, (signo de España y Casa II de Cataluña hasta el 20 de diciembre 2017). En numerosas ocasiones durante las clases de Astrología Cabalística, nos hemos referido a este factor de regeneración en un signo que representa el poder.
Estamos comprobando que han caído y seguirán cayendo muchas cabezas coronadas; advertimos que saldrían a la luz muchas miserias relacionadas con la corrupción, con los desmanes, con los abusos de poder. Estos dos planetas van a coincidir en Capricornio a partir del 21 de diciembre y durante dos años y medio. Saturno por su parte toma tierra, es decir que está ya en los últimos grados de su paso por Sagitario, grados que incitan a la liquidación de cualquier proceso caduco, obsoleto y anacrónico. La próxima entrada en Capricornio, de la que daremos buena cuenta, programa un reajuste, nos invita a ser justos, a seguir las leyes de Arriba para aplicarlas aquí abajo. Pero nuestro tan preciado libre albedrío se convierte a menudo en una especie de “todo vale si yo consigo lo que me propongo”, y así nos va: las leyes y las normas de abajo no están a la altura de lo que deberían ser: justas y auténticas; nada está en el lugar que le corresponde.
La entropía, el desorden de un sistema, revela la necesidad de reordenarlo para alcanzar la sintropía, que es lo que permite dirigirse hacia un sistema de valores y tendencias equilibradas. Estamos muy lejos de alcanzarlo, pero todo caos siempre resulta ser creativo y toda crisis nos lleva a nuevas oportunidades. Son frases y palabras que todos sabemos pero que tenemos que poner en práctica ahora mismo. Hay quien piensa que la fractura social, cultural y emocional que se está fraguando desde diferentes sensibilidades es un abismo irreconciliable, porque la decepción está pasando a mayores; se palpa la violencia, la agresividad, la intransigencia por doquier; se agrede verbalmente y quien no piensa como yo es que va en mi contra.
Y papá Estado ha perdido el norte y busca ahora aliados en las gentes que antes ni siquiera escuchó. Hemos reducido el diálogo a una reivindicación que enarbola la libertad de acción, de pensamiento, de sentimiento, de cultura desde púlpitos equívocos en boca de quien a menudo ya perdió su altura moral hace tiempo, y ¡a río revuelto, ganancia de pescadores!
Quien opta por expresar sus ideas desde el diálogo respetuoso aceptando los argumentos del contrario como parte del juego es quien tiene catadura moral para aconsejar y llevar la batuta; quien piensa de forma diferente no es mi enemigo y no fragmenta mi integridad, en todo caso me enriquece con nuevos matices. Las revoluciones no deberían, a estas alturas, saldarse inevitablemente con daños colaterales, la figura de mártir debería estar extinguida, no es necesaria en una sociedad evolucionada. Me niego a pensar que la solución está en un conflicto instalado en la negación del otro. Las revoluciones solo deberían remover consciencias y no abrir en canal los corazones, ni servir el rencor en bandeja al que se siente excluido de su propia experiencia.
La libertad no debería reclamarse jamás, es un bien inherente a la condición humana, un derecho adquirido en el mismo momento de la concepción del mundo, nos explica el Génesis desde la visión de la Cábala. Tampoco debe ser una arma arrojadiza, ni motivar una lucha, mas cuando para obtenerla se pretende anular o reprimir al adversario e interlocutor.
Las gentes de los pueblos están saliendo a las calles para manifestarse, nadie puede eludir esta realidad y en estos momentos, en mi opinión, la motivación principal está pasando a un segundo plano. No se trata ya de si separarse o quedarse, de si España o Cataluña. El impulso emocional es el que se ha impuesto, y es ahora cuando hay que ocuparse seriamente de lo que está ocurriendo, porque la convocatoria es ahora más interna que externa. El clamor de esta independencia es un clamor muy profundo: los poderes fácticos no han resuelto los problemas de las personas, no han sabido “tutelar” equilibradamente, armoniosamente, amorosamente el destino de su pueblo que ahora reclama y clama justicia y protección. Los dirigentes no han cumplido con sus deberes primordiales: escuchar a su pueblo, socorrerle, los han decepcionado.
Ser Padre de una nación es ser la cabeza visible, inteligente, que no solo cuida de lo tangible, sino que debe ser un referente intachable, un modelo incorruptible, un ejemplo a seguir, para que el que no tenga claro lo que es el bien común, la integridad, el amor humanitario, aprenda y desista de sus funestas intenciones. Pero, muy al contrario, el ejemplo de nuestros dirigentes ha sido el inverso, han sido desleales con su pueblo.
La frase lapidaría de Winston Churchill, “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” nos persigue amargamente, y esa expresión debería ser una lección aprendida porque si queremos que los mandatarios cambien, debemos empezar a cambiar nosotros por dentro, tal vez sea hora de darles nosotros el ejemplo.
Rebelarse exteriormente equivale a promover la sedición interna y a esa no hay quien la pare, y una vez que ha calentado los motores, se sube a la azotea de nuestra conciencia para provocar cismas y trascender.
Las movidas reivindicativas pueden representar una implicación solidaria, pero también provocar debacles de proporciones insospechables cuando la incoherencia campa a sus anchas. También hay quien puede parecer impasible y parecer cómplice de la barbarie, pero estar muy activo en las trincheras y motivar su conciencia para convertirse activista desde el corazón. El caso es buscar una salida digna para que nuestro pueblo interno deje de sufrir. Unos y otros, cualquiera que sea la facción en la que militen, serán parte del problema y parte de la solución; todos y cada uno deberán emprender, a su manera, a su ritmo, por las buenas o por las malas, el camino hacia la elevación, hacia la superación. La unión hace la fuerza, -dicen-, y yo abogo por pensar que la unión es una opción interna que hace y promueve el amor incondicional.
Independencia
Hola Milena
Estoy totalmente de acuerdo con tu articulo, el cual hay muchos conceptos que me ayudan a esclarecer y dilucidar sentimientos que pienso y no sabia como decirlos .
Gracias soy una seguidora incondicional y no solo por este articulo sino por casi todos los que leo en tu blog .
Espero que tengas un feliz dia
Un abrazo de amistad y luz
Alicia
¡Muchas gracias Alicia!
Un placer contar contigo en Redmilenaria. Agradezco mucho tus palabras que me dan aliento para seguir escribiendo. Hay veces que hablar, escribir, pensar no resulta nada fácil cuando todo está tan alterado. Pero en mi opinión desindentificarse es la clave para que todo ello no nos haga daño.
Un gran abrazo de luz y amor para ti!
Milena
'Patria Compartida'.
El concepto de 'patria' quizás es del tipo que despierta emociones. Si extrapolamos: a un marinero o pescador, 'la mar' también le puede despertar fuertes emociones. Aunque a diferencia de 'patria', el agua envuelve al planeta. Es algo obvio. No obstante, los territorios tienen límites, al estar éstos separados políticamente. —un ejemplo: "a un ciudadano nacido en Europa, le puede resultar su patria, la Unión Europea". Por tanto, cuando pienso sobre el tema de Cataluña o sobre la idea de independentismo, reflexiono sobre las emociones que desarrollamos gradualmente desde temprana edad hacia nuestro hogar, nuestras raíces, ancestros y progenitores que nos nutren y nos arropan (en el mejor de los casos). Mi reflexión sería la siguiente: si un ciudadano catalán del extremo catalán-independista y el otro del otro extremo catalán-español nacen en la misma tierra... ¿Cómo hacerse entender que sus emociones son igual de válidas? ¿Dónde empieza y termina mi sentido de 'patria'? A decir verdad, y a medida que cumplimos años, siento que nuestro sentido de límites se amplía, y hace que la conciencia se vaya expandiendo paulatinamente. Quizás nacimos en un hogar y acabamos sintiendo el planeta como nuestro hogar; que a decir verdad: compartimos. Coexistimos. Los territorios están divididos y la mar (agua) es uno de los elementos característicos que precisamente define al planeta Tierra y que lo envuelve. Por otro lado, se sabe que el "hombre de mar" vuelve a su tierra y a sus raíces. Así como a ese hombre español o catalán nacido en Cataluña, que se siente libre en su corazón sin coartarle la libertad a sus conciudadanos de en qué lugar se nutre y siente su 'patria'. ¿Por qué negarsela al otro si ha nacido en el mismo lugar y 'patria'? ...Una reflexión desde el Atlántico y en lo relativo al concepto de 'Patria Compartida'.
Gracias Arcadio!
Si ese concepto de patria a veces se presta a confusión por parte de quien no entiende su verdadero significado, como ese útero al cual cada uno pertenece y lo utiliza como arma arrojadiza!! La solución: poner amor a todas las definiciones y expresiones del ser y puede que algún dia los que se empeñan en no entenderse, lo hagan al fin! Un fuerte abrazo!
En respuesta a 'Patria Compartida'. por Arcadio
Muchas gracias Milena por
Muchas gracias Milena por estos artículos tan reveladores, dignas de los frutos de Kabaleb tan admirado por mi.
Esta noche soñé que había mucha gente en las calles y había muchas bolsas con inyecciones de Insulina. Me ha dado que pensar, procesamos el Amor?
Abrazos !!!
Mil gracias a ti Loli!
Mi padre está feliz, su esencia, viendo, sientiendo a tanta gente que recuerda su magnífica Obra. Muchísimas gracias!!
Una visión muy interesante Loli! Pues será como bien dices, hay que tener preparados extras de esencia-amor-dulcificación porque habrá mucha gente necesitada de esas inyecciones después de las disputas, de las controversias, y necesitarán inyecciones directas a la vena para reanimarlas. Sangre: imágenes emocionales registradas! Un gran abrazo preciosa!
En respuesta a Muchas gracias Milena por por Loli Bermudez