En todo el planeta distintas culturas celebran el principio del año, proyectando multitud de buenos propósitos que, -hay que puntualizar-, muchas veces se quedan en el imaginario personal y, también, en el colectivo. Nos proponemos cambiar pautas, iniciar proyectos, ilusionarnos con esa nueva etapa, que deseamos que sea mejor que la anterior, pero generamos tanta actividad mental y emocional que apenas si nos damos cuenta de que estamos asumiendo una gran cantidad de deudas. Todo lo que proyectamos y no realizamos, se acaba convirtiendo en un embarazo anembrionado, es decir, en un huevo vacío. Hemos plantado la simiente al pensarlo, verbalizarlo, expresarlo, pero no hemos alimentado la gestación de esta y, los objetivos, huérfanos, se quedan sin fuerza y reconocimiento.
Para iniciar una nueva etapa, hay que cerrar la puerta a la etapa anterior. Lo vemos lógico cuando se trata de dar carpetazo a una relación o a un trabajo, pero nos cuesta mucho más cuando se trata de otra clase de asuntos. No pensamos conscientemente en lo que eso supone, en la responsabilidad que conlleva hacer un reinicio. Está claro que si no ponemos un punto y final al capítulo cuatro del libro que escribimos, no podremos emprender la redacción del capítulo cinco.
Recuerdo una anécdota al respecto, un conocido que llevaba 25 años escribiendo el mismo libro, al que nunca le ponía término, siempre decía que no estaba listo, que como poco, ¡sería un súper ventas!, su intención era publicarlo, ¡pero nunca lo terminaba!
Hay historias que parecen no tener final, porque probablemente el final que tiene, no nos gusta. Empezar el año con el propósito de hacer ejercicio regularmente; o de seguir una dieta; o de cambiar de trabajo, comporta una toma de conciencia muy específica: hay que despedirse con todos los honores de la tendencia que deseamos desalojar, de lo contrario, aquello de que “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer”, seguirá siendo una constante.
Ritual para finalizar el año
Para empezar el año con buen pie, primero habrá que despedir el anterior y hacerlo muy amorosamente, y no renegando por lo que hemos vivido y no nos ha gustado. Nos puede ayudar redactar una lista de situaciones, de tendencias, de expresiones, que deseamos despedir en relación a cualquier propósito que anhelamos. Pero para ello es necesario dialogar con las antiguas tendencias que han estado acompañándonos durante mucho tiempo y agradecerles los servicios prestados. A veces se establecen largas horas de negociaciones, la tendencia caduca no está tan dispuesta a abandonar su lugar, se resiste a ceder el terreno, y hay que convencerla con paciencia y diplomacia:
Como este año he decidido dejar de: … beber, de fumar, las grasas saturadas; de criticar; de tener miedo, etc.. solicito el finiquito de nuestro contrato. No voy a seguir necesitando tus servicios, y pongo fin a esta relación de dependencia que llevamos años manteniendo. Te doy las gracias por haberme enseñado muchas cosas, como por ejemplo que hay hábitos perjudiciales, situaciones que, de no haberlas vivido junto a ti, no me habrían permitido aprender; me has abierto los ojos, y ahora voy a ser mejor persona gracias a ti. Así que gracias. Me propongo a partir de ahora, no volver a necesitar esta clase de aprendizaje para entender lo que más me conviene. Con amor, firmado…
Esta es una simple pero contundente declaración de intenciones que puede sernos útil para poner un punto y final a lo que nos interesa, y deberemos hacerlo en las horas que preceden al principio del nuevo año. Cuanto más solemne sea el ritual, más estaremos conectando con la posibilidad de cerrar la puerta al pasado. Si lo hemos escrito todo en un papel, deberemos quemarlo.
Ritual para empezar el año
Durante las campanadas, no estamos para nada más que para comernos al 12 uvas, (tradición en España), para abrazarnos con las personas cercanas y para brindar. Pero antes de todo eso, podemos preparar un sencillo ritual, que, una vez asumido, ya llevaremos inscrito en el corazón a la hora del toque mágico y del traspaso del año y todo se pondrá en marcha.
Podemos redactar otra lista, pero esta vez con los propósitos que deseamos impulsar. Es mejor que sean pocos y, si guardan una relación con algunas tendencias que hemos desalojado, habrá que tenerlo en cuenta. Por ejemplo, si se trata de comer más sano, más productos naturales, etc., será necesario despedirnos correctamente de los alimentos que ya no deseemos incluir en la dieta, lo que ya no nos conviene. Ese compromiso nos llevará a tomar conciencia de lo que estamos haciendo. No se trata de imponernos un castigo: si hemos decidido dejar de atiborrarnos de chocolate, que un día podamos comer un pedazo sin por ello sentirnos culpables; de lo que se trata es de ser lo más coherente posible, y no generar más frustración. Todo debe hacerse desde el amor, de lo contrario, las imposiciones drásticas y castigadoras no funcionan, y pueden ser más perjudiciales. Recordemos que muchas veces no ensucia lo que entra por la boca, sino lo que sale del corazón.
Si, además, lo hacemos quemando un bastoncito de incienso de mirra, encendemos 3 velas blancas y nos conectamos con el Genio Poyel, que es el guardián de este traspaso, estaremos sintonizando con los elementos de la creación que nos permitan realizar este proceso en armonía. La lista habrá que conservarla en un lugar privilegiado.
Para completar este pequeño ritual, facilitamos la plegaria y el exhorto que Kabaleb escribió respecto a este Genio. Recitar la plegaria con mucha paz interior y luego el exhorto, nos ayudará a conectar con su programa, que es el siguiente:
Programa energético de Poyel: Aporta salud y vida y una ayuda providencial.
- Saber construir un paraíso alrededor de uno mismo
- Tener una gran fuerza de convicción
- Tener una gran inteligencia emocional
- Renombre, fortuna, sabiduría
- Elocuencia, dulzura, amabilidad, armonía, luz, belleza
- Esperanza, humor y optimismo.
Plegaria de Poyel:
Quiero que mis labios expresen tan solo lo que es digno.
Quiero que mi verbo descubra a quienes me oyen, la profundidad de tu obra.
Quiero que, como en ti, todos los que acuden a mi encuentren sostén.
Vivifica, Poyel, mi palabra; haz que con ella pueda abrir anchas perspectivas;
que con ella pueda iluminar insondables abismos.
Haz que a través de mi se expresen tus más elevadas virtudes.
Hazme, Poyel, constructor en la tierra,
de esa ciudad eterna que tú has edificado en el cielo.
Exhorto de Poyel:
Te he dado peregrino, la facultad de poder expresarte de manera convincente.
Quiero que estructures en la Tierra, mi orden.
Que pongas el blanco en los espacios reservados al blanco,
Y el negro en los espacios reservados la negro.
Pondrás la luz donde debe estar la luz,
Y las tinieblas en el marco reservado para ellas.
Separarás igualmente los sentimientos de la razón,
De manera que los unos no invadan el espacio de la otra.
Cuando tu vida termine, peregrina, peregrino,
Todo debe estar en su sitio, en perfecto orden y armonía.
Conseguirás todo esto con el poder mágico de la palabra.
Y cuando vuelvas a mi, me rendirás cuentas de las vanas palabras.
Si no puedes estar en sintonía conmigo,
cállate y búscame en el silencio,
Y como Job, me encontrarás cuando tus labios se cierren.
¡Que el año nos sea venturoso; que seamos conscientes de lo que solicitamos; que los cambios sean profundos y enriquecedores, y que el amor sea nuestro guía en todo momento y en todo lugar.
Por la fuerza del Aleph, del Mem y del Noun; Amén!
Fin de año, fin del desamor y recomiezo amoroso
Ojalá, que sepamos querer hacerlo, imagino que para cada cual lo quiera con el corazón, ojala qué todos seamos también capaces de ejecutarlo y otro año, el cielo nos brinde personas como tú...
Alguien me hablaba a propósito del dinero, que le interesaba más el "dinero feliz", no me cabe duda que perteneces a ese elenco de seres, año tras año, lo demuestras.
La gratitud es inmensa y la luz que envuelve tus palabras sintoniza firme en este momento importante y delicado.
Gracias Avelina
Tus palabras destilan amor y mueven el corazón! Gracias por seguir puntual a la cita de redmilenaria, y te deseo para este nuevo año todo lo mejor, la abundancia de buenos propósitos amorosos para que sigas repartiendo tus bondades!! Un abrazo grande y amoroso!!!!
En respuesta a Fin de año, fin del desamor y recomiezo amoroso por Avelina
Comienzo nuevo año 2016
Muchísimas gracias Milena por tu generosidad. Deseo que en este nuevo año nuestro planeta Tierra encuentre la Luz, La Paz y el Amor al prójimo. Abundancia y bendiciones para los seres humanos. Feliz 2016!
Mariam
Feliz año Mariam
Gracias a ti y te deseo lo mejor en todos los sentidos para este nuevo año! Un abrazo grande y amoroso.
En respuesta a Comienzo nuevo año 2016 por Mariam