La política y el Yo Superior

Desde las páginas de Red Milenaria analizamos las circunstancias en clave cabalística tratando de comprender desde otra visión los acontecimientos más relevantes o impactantes. La vida supone un reto y entre laberintos de sombras y de luces se desarrolla la obra magna de nuestra existencia. Pero desde el palco solo apercibimos el escenario, detrás está todo el montaje de la trama que tiene su origen entre bastidores. Algunos nos interesamos por las visiones internas de la realidad, indagando en el fondo de las formas para descubrir los ardides de cada situación, de cada vivencia. En mi caso, las herramientas de estudio son entre otras, la Cábala y la Astrología Cabalística también conocida como Astrocábala.

Mi padre, Kabaleb, hace más de dos décadas se dedicó desde la plataforma de una revista que tuvo mucha aceptación, Más Allá de la Ciencia, a analizar en profundidad las noticias con su Crónica del Futuro Inmediato. Proporcionaba al lector un material diferente, le invitaba a reflexionar con el propósito de abrir su mente a un mundo de conocimiento interior. Buscaba, como hizo siempre a través de sus escritos y conferencias, estimular la conciencia, nos llevaba a cuestionarnos las cosas, ¿qué hay detrás de cada experiencia? ¿quién mueve los hilos de la existencia?, ¿por qué y para qué vivimos?

Así que tuve un buen ejemplo a seguir y comprendí que cada uno es responsable del entramado de sus circunstancias aunque, a priori, no reconozcamos los actores a los que hemos dado voz y voto en nuestra película.

Podemos ser meros espectadores y contemplar el espectáculo desde la platea o el gallinero, o por el contrario sentirnos escritores, guionistas, productores, estilistas, tramoyistas, actores, publicistas, etc., de toda la representación. Creo que es por ello que la televisión, las pantallas de cine u ordenadores nos fascinan tanto;  muestran situaciones, vivencias, experiencias reales y noveladas y/o más o menos ficticias, (aunque no podamos creernos todo lo que escuchamos y vemos en una pantalla), que son de alguna manera el reflejo de nuestras propias vicisitudes.

La sociedad es Una y múltiples sus manifestaciones, parafraseando a mi madre respecto a su definición de la luz, y este montaje, nos guste o no, es el que hemos creado entre todos y no podemos escudarnos en  “no sé, no entiendo, no puedo, no tengo nada que ver”. Somos, entre todos, los brazos armados de la justicia y la injusticia, el amor y el desamor, las luchas entre el bien y el mal, etc., pero para comprender estos procesos hay que estudiar en profundidad la naturaleza humana, con el fin de no ser “culpables” sino responsables de cada pensamiento y sentimiento emitido y cada acto manifestado. Eso es, a mi modo de entender, comprometerse con la existencia.

Los momentos que vivimos son únicos porque jamás hasta el momento habíamos podido llegar a computar y disponer de tanta información. Poseemos herramientas de indescriptible precisión, una capacidad mental que aumenta vertiginosamente y valores que deberían hacernos mejores personas porque, a mayor conocimiento, mayores oportunidades de desarrollo. Pero seguidos asistiendo a gravísimas desigualdades cuando, por ejemplo, si la fortuna global del planeta está en manos de un escaso 10% de la humanidad, es que algo no está funcionando.

¿Tal vez el problema radique en que cada conciencia no está aprovechando al máximo sus recursos y espera que sean “otros” quienes solucionen las cosas? Yo soy responsable de la organización de mi psique, de mi organismo, de mi hogar, etc., y si bien no lo soy en la misma medida de la organización económica, social y política de mi nación, mi pensamiento, mi energía, mis emociones están implicados en la trama general.

Soy guionista y actriz de mi película en esta encarnación y haciendo méritos para la siguiente y aunque no sea responsable directa de la película del vecino o del presidente del gobierno, ejerzo de figurante, salgo en los créditos. Todos estamos de paso pero coincidimos en el espacio y el tiempo en un lugar determinado del planeta que es donde nos encontramos en el aquí y ahora.

Esta es la responsabilidad que me atañe y por la que me pedirán cuentas también.

Esas y otras cuestiones me ocupan gran parte del día y ser coherente con todo ello no resulta nada fácil. Los más allegados conocen mi historia y los detalles de las circunstancias del guión que he escrito y protagonizo. Quien se interese por mi recorrido, por mi proyecto humano, siempre puede preguntarme y establecer una relación, y la sintonía que tenga respecto al programa de vida de mi interlocutor también me ayudará a comprender y evolucionar.

Así está claro que no puedo desentenderme de lo que le ocurre al que tengo enfrente, es parte de mi realidad también. Sin embargo puedo desconectarme de lo que le sucede al vecino que está a 3000 km porque no me atañe directamente su historia, aunque sigue siendo un extra de la película, pero mucho más alejado.

En cambio, lo que sí me afecta es si el figurante que está en otro continente   toma una resolución que provoca daños colaterales y genera situaciones que me implican directamente. Si este actor tiene un poder extraordinario para influenciar a la población y hacer el bien, y crea todo lo contrario, entonces está asumiendo un rol estelar en la película de mi vida porque sus decisiones me afectan como afectan también al resto del reparto. De ahí a que nada puede ser vivido como algo externo, todo cobra importancia en la medida en que activa nuestras circunstancias para lo mejor o para lo peor.

Si tomo por ejemplo que las disposiciones de los que manejan el destino de mi nación me afectan porque dirigen una parte de mi organización, cualquier mejora o desencanto repercutirá en mi propia vida.

Hace muchos años me dediqué a estudiar temas astrales de dirigentes políticos para entender sus características y saber qué estaban haciendo con su potencial o cómo desarrollaban sus dones, porque la Astrología Cabalística es una herramienta valiosísima para esta clase de investigación. Nada publiqué al respecto. Pero ahora Red Milenaria me brinda la posibilidad de expresar mis inquietudes, gracias a la generosidad de los lectores que la siguen.

Con la que está cayendo políticamente en España siento que debo investigar un poco más en esta línea e interesarme por los temas astrales de los que están poniendo al rojo vivo la sociedad española.

Me limito de momento a España, aunque no descarto la posibilidad de abordar otros políticos en el futuro. Como se trata de dedicarle horas de estudio, mi propósito es comprender lo que se cuece entre bambalinas y saber algo más de los que se erigen en portavoces de la sociedad, esos personajes que desean ser partícipes o co-creadores de nuestras vidas.  Lo que trataré de explicar no será el programa político de las diferentes opciones, ni tampoco hablar del ámbito privado, sino del programa adscrito a sus conciencias. Y así, analizando sus cartas astrales desde esa visión cabalística, tal vez podamos ver un poco más claro el propósito de estos candidatos respecto a lo que les “exige” su Yo Superior.

De momento en la parrilla de salida hay 3 actores principales: Mariano Rajoy, (PP - Partido Popular.); Pedro Sánchez, (PSOE – Partido Socialista Obrero Español) y Pablo Iglesias, (Podemos) que abordaremos uno a uno en próximos capítulos.