Y en verdad os digo, hoy estarás conmigo en el paraíso
(Lucas XXIII, 33-43; Marcos XV, 27-28)
En esta Luna Llena de Abril, cuando el Sol atraviesa el signo de Aries y la Luna se sitúa en el signo opuesto, en Libra, se celebra la Pascua. Como tantos actos y tradiciones litúrgicas, la Pascua no sólo escenifica la muerte anunciada, real de Cristo. Se trata de una muerte mística y simbólica, la de la transmutación del alma a un estado superior.
El Sol en Aries corresponde al Fuego purificador. Es el principio masculino y espiritual que vivifica la fuerza vital de la naturaleza que despunta. La Luna es el principio femenino y cristalizador. Es la imaginación, la visión interna que en el signo de Libra representa el equilibrio entre la razón y los instintos y nos transmite la idea de la búsqueda de la suprema armonía en todas las cosas.
El impulso crítico nació el 24 de diciembre en la noche más oscura del año, cuando las espesas tinieblas absorben la Luz Divina para impregnar el corazón de los hombres, tratando de iluminar un nuevo mundo que aún no ha sido revelado a la conciencia. La Luna llena de abril anuncia el final de la cuaresma, un periodo de 40 días de limpieza que se asocia al retiro de 40 días de Jesús en el desierto o los 40 días del Diluvio Universal. Son 40 días que simbolizan ese trayecto hacia el Mem, (40), la letra hebraica que con su vibración nos permite descubrir nuestra identidad, nos propone la idea metafísica del ser humano, su proyecto y su capacidad de creación y fecundación en todos los ámbitos de la existencia. El Mem representa el Agua que nos purifica, la limpieza interior que nos facilita la comprensión de nuestro itinerario y lo que podemos esperar de nuestro potencial creativo. No es casual que el diluvio durara 40 días o los 40 días del retiro de Jesús, ya que la Cuaresma, (cuatro), ya que se trata de una etapa de introspección, de meditación y recogimiento que la iglesia exotérica ha asociado con el ayuno. Pero ayunar no sólo se traduce en no comer, sino en dejar las apetencias profanas y buscar la conexión con nuestra divinidad interior. Ese es el auténtico propósito de esa abstinencia.
Jesucristo está en el cadalso, crucificado. El Alma de ese arquetipo universal que es la figura del Cristo Redentor acude a la llamada del padre sacrificando su cuerpo físico y de deseos, derramando su sangre, su ADN, Aleph, Daleth, Noun, expresión del vehículo de las emociones que se vuelca hacia realidades más elevadas. Su madre, María entrega a su hijo a la Cruz, símbolo de los cuatro puntos cardinales, cuatro encrucijadas en las que el cielo y la tierra se unen, y esa abnegación representa la entrega de la Luz-Cristo a las tinieblas, (protagonizado por Judas), para liberar el corazón de los hombres e insuflarles esa compasión y ese amor que la humanidad tanto necesita.
Las procesiones de Semana Santa que se recrean en muchos pueblos de nuestra geografía representan este drama cósmico en el que Jesús lleva la Cruz a cuestas en el ascenso al Gólgota. Es el Vía Crucis. Hasta doce veces cae, desfallece, alegoría de los doce trabajos mitológicos de Hércules para convertirse en dios el Olimpo, y de las doces estancias zodiacales que recorre el alma humana en su peregrinación hacia la plenitud. Se trata de un ritual divino. Aries en el Este, Libra en el Oeste, el amanecer y el ocaso en un escenario más íntimo y esotérico, que religioso y popular.
La Resurrección:
Y la cortina del templo se rasgó, y la tierra tembló, y las masas rocosas y monumentos se hendieron, y cuerpos de santos salieron de sus tumbas resucitando después de la Resurrección de Él...y el centurión y todos aquellos que custodiaba la puerta del sepulcro y el Cuerpo de Jesús dijeron: “Verdaderamente este es el hijo de Dios”.
Mateo XXVII, 51-54. Lucas XXIII, 44-48.
La cortina que se rasga es el velo que cubre la Verdad, la que es revelada a la conciencia, libreando el alma de sus cadenas de encarnación. La tierra tiembla y las rocas se mueven; esta es la conmoción natural que produce la penetración del Espíritu Crístico en el hombre y que se renueva cada año durante el periodo de plenilunio de Aries y que mueve estructuras pesadas como losas. La Tierra se oscurece y tiembla porque se produce la catarsis que remueve los cimientos de las estructuras internas. Entonces es cuando las tendencias muertas vuelven a la vida y cuando lo vemos claro: esta es nuestra resurrección, el fruto de nuestra divinidad interior está volviendo a la Luz.
Todos vivimos año tras año este extraordinario episodio. Las enseñanzas de Cristo durante esta Luna Llena de Aries representan, consciente o inconscientemente, uno de los capítulos más importantes de nuestro aprendizaje humano. Damos muerte a la personalidad inferior, liquidamos lo que ya no puede formar parte de la nueva personalidad naciente, lo que está caduco o decadente en nuestra vida, lo que ya no puede cohabitar con nuestra divinidad interna, para acabar celebrando el domingo, -día del Sol-, la Resurrección. Nuestra conciencia sumida en las tinieblas puede volver a la Luz, celebrando este acto simbólico y transmutador.
Las cortinas de mi templo se
Las cortinas de mi templo se rasgaron y me he atrevido a mirar en su interior, la tierra tembló y ha hecho que salieran tendencias que permanecian ocultas y ya tocaba liquidarlas.
Se que hemos venido a aprender y a experimentar y una vez hemos aprendido algo y lo integramos, vamos a tener que volver a mover fichas para la próxima jugada. Sin embargo se que este movimiento va ha ser una jugada maestra y que ya no habrá vuelta atrás.
Ayer antes de finalizar la clase me salió la carta 14.- MEBAHEL
La imagen es el ángel con la espada de luz que corta las cadenas de un ser que esta sufriendo.
Siento que tantas veces corte las cadenas del sufrimientos de otras personas, y lo seguiré haciendo. Y que esa va a ser mi Pascua de Resurrección, muerte a esas tendencias (cortar las cadenas que me mantedían anclada) y que ya no forman parte de mi vida y renacer a una nueva realidad.
MEBAHEL: Dios conservador.
El Eterno es un refugio para el oprimido. Un refugio en tiempos de desespero.
MEBAHEL, dame atribuciones para construir el futuro
con las pesas y medidas que tú utilizaste
para crear la maravillosa máquina del universo.
Hincha, Señor, las velas de mis sentimientos,
para que pueda experimentar, viva, dentro de mi,
la sagrada cólera de mis hermanos
cuando han sido humillados y destrozados por la injusticia.
Ponme, MEBAHEL, en la punta de la sociedad
y haz que mis palabras sean lanza
que desgarre lo falso y retorcido.
Y sobre todo, Señor MEBAHEL,
no permitas que ponga mi talento al servicio
de dirigentes que utilizan la calumnia y la opresión
para entronizar lo corrupto.
Moviliza mis sentimientos, mis pensamientos, mis fuerzas morales
para la lucha por un mañana humano, lleno de esperanza.
Instrúyeme, Señor MEBAHEL,
para que pueda ser artesano de tu Justicia.
Que asi sea!
Feliz renaciento!
precioso
gracias por este esclarecedor texto , Milena. Es precioso ver como el universo esta perfectamente diseñado , y nos facilita la reconducción de nuevos caminos que nos llevan a la luz.....sólo debemos estar abiertos , atentos , dispuestos a aprender , a limpiar . Gracias a tus interpretaciones sigo el guión de mi vida, y me entrego a la fe y al amor incondicional, que tanto me falta! , para mantener "la chispa".
UN FUERTE ABRAZO , ANA