Los 12 elegidos ignoran aún su compromiso como representantes de toda la Humanidad en la Cumbre y hay que revelarles el “secreto”.
Los 12 espectadores de excepción, atónitos ante el cúmulo de imágenes que desfila en la pantalla recreando el momento en que Todo empezó, no pueden entender cómo se diseñó el Gran Proyecto que organizó a 12 Entidades Supra-Lumínicas para absorber las chispas de diferentes estados de conciencia que se prestaban a la gran Organización. Estaban viendo su historia, su pasado, su origen y no eran conscientes de la trama. Había que explicarles que ellos formaron parte de ese diseño original y ahora debían prestar su ayuda para solucionar el fallo en el sistema que lo está poniendo todo en jaque.
Observaban el escenario que se montó para unir elementos y establecer un modelo de Creación unificando distintas sensibilidades, de las cuales saldrían el Reino Mineral, Vegetal, Animal, y unos Humanoides susceptibles de adquirir facultades conscientes para utilizarlas en posteriores formaciones.
¿Cómo hacerles entender lo que sus mentes, -limitadas-, no podían admitir aún? y que, por la urgencia de la situación, deberían asimilar apresuradamente para unirse a los de Arriba y a los de Gehinom en la Cumbre.
En ese estado de supra-conciencia, el viaje proseguía, y con tiempo limitado, los guías debían acelerar los conocimientos susceptibles de aclararles tantos conceptos, y empezaron por el principio:
“El Universo es inabarcable tal y como lo conocemos; se compone de una multiplicidad de cuerpos celestes, de planetas, estrellas, galaxias, satélites; nubes de polvo, de espacios y tiempo, etc... Esta multiplicidad de elementos “flota” en el vasto Cosmos; esos miles de millones de Cuerpos de Luz componen el Gran Firmamento y tienen un propósito: crear a partir de ellos mismos, delimitar un espacio donde generar actividad, vida. Así fue el Principio de nuestra Gran Ecuación y así seguirá siendo más allá de nuestra Eternidad.
En su Origen se cerró el espacio en una esfera donde nuestro firmamento pudiese organizarse, se creó una Unidad Operativa: el Mundo de Arriba para fundar el Mundo de Abajo, (los de Gehinom se metieron por medio). Se estableció un decálogo, unas claves por lo que tiene que regirse todo lo creado, y ahora, a 72 horas de una posible hecatombe, la anarquía sacude sus 7 fundamentos herméticos1 , fundamentales para que el caos no reine en los Mundos:
- Todo es mente; el universo es mental. Todo es el conjunto total y Nada hay fuera del Todo porque el Todo, todo lo abarca.
- Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera. Con ello se afirman los tres Grandes Planos: el Físico, el Mental y el Espiritual.
- Nada está inmóvil; todo se mueve; estamos en permanente vibración.
- Todo es doble, todo tiene dos polos y su par de opuestos; los semejantes y los antagónicos se unen en un mismo propósito; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en sus manifestaciones; los extremos se tocan; la verdad es Una y múltiples sus manifestaciones; las paradojas pueden reconciliarse.
- Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avances y retrocesos, todo asciende y desciende y tiene su propósito; es la oscilación del péndulo y el ritmo es la compensación de Todo.
- Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la Ley; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
- El género existe porque todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.
Estos 7 principios resumen todos los códigos que permiten instaurar la armonía en los Mundos de Arriba y Abajo; cualquier alteración de éstos produce un desequilibrio en la naturaleza de la existencia. Los 12 designados deben conocerlos, entenderlos, porque el fallo en el sistema se debe a la pésima utilización de estas Leyes Superiores por parte de todos los implicados que ahora se reúnen en la cumbre”.
Continuará…
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[1] Enseñanzas del Kybalion.