Las habilidades de cada colectivo son decisivas para intervenir en la cuenta atrás y revocar la sentencia de aniquilación.
72 horas para la cuenta atrás, (16)
La lista parece interminable y con el poco tiempo que queda, las prisas pueden generar errores y después de comprobar el desastre en ciernes, tienen que extremar precauciones para que no suba a la cumbre quien no debe.
Colectivo de Influenciadores especializados
Se hacen llamar especialistas en redes sociales, un término acuñado hace relativamente poco en la historia de Abajo, debido a que manejan el acceso a la comunicación planetaria y se dedican a expresar opiniones que pretenden ser, en su argot, trending topic o como mejor se entiende, tendencia del momento para influenciar a miles de millones de seres que dejarán de pensar por sí mismos y se conformarán con el mensaje enlatado, prefabricado, como todo lo que, prácticamente, consumen Abajo.
Son auténticos especialistas en dar noticias que colapsan sus memorias. Sus cerebros se han adaptado a esa clase de funciones y, si bien no son ya capaces de recordar hechos, lecciones de vida, situaciones históricas que les ayuden a no repetir experiencias, tienen almacenados muchos datos intrascendentes en dispositivos celulares y compiten por quien mejor sepa manejarlos.
Dicen que la información no ocupa lugar, pero en este caso construyen máquinas con memoria, que deben ir ampliando para que no se colapsen, dejando su cerebro, -la mejor computadora jamás inventada-, en un mínimo uso.
Pero, ¿cómo tampoco se reparó este fallo del sistema desde un principio? La funcionalidad de sus procesadores neuronales es extraordinaria y ¡no la utilizan más que mínimamente!
Hay que escoger a uno de los sujetos de este colectivo porque su poder es notorio Abajo, veremos si puede ayudar en las tareas de reprogramación Arriba.
GM3 es el escogido por su curiosa trayectoria personal. En su infancia era una persona muy retraída, con muchos complejos porque padecía una severa tartamudez, más por introversión que por problemas reales de dicción.
En la escuela era el centro de muchas burlas y sentía que el mundo era hostil. Se volvió una persona taciturna, solitaria, rehuía de la gente y su dificultad en comunicarse iba en aumento. Los especialistas poco pudieron hacer, su retraimiento se debía a grandes frustraciones personales; tenía todo un universo en la cabeza, pero sus cuerdas vocales no le seguían, se resistían a expresar lo que pensaba, lo que sentía.
La marginación le hacía sufrir, -primero a la que le sometieron-, después por voluntad propia. Veía el mundo a través de la lente de una pantalla, a través de las ondas de cualquier medio de comunicación. Sus habilidades en el manejo de sistemas operativos se hicieron muy evidentes, se expresaba a través de códigos de programación, era su lenguaje y le resultaba fácil.
Pero un día, GM3, navegando por la Red de información del planeta, descubrió algo que le fascinó. Un grupo de científicos, de biólogos, habían descubierto el lenguaje oculto de la naturaleza, de como se manifiesta el mundo vegetal y animal, como transmiten información de especie en especie mediante lo que fue denominado como los campos morfogenéticos de conciencia, y que, sin articular palabra, se comunican mediante los campos cuánticos a través de paquetes de ondas. Impresionante, pensó.
Se dio cuenta que, de la misma forma que las redes de comunicación utilizan un sistema procesado que se basa en algoritmos, la naturaleza es partícipe de la Creación, se expresa. Esa fascinación le hizo comprender, que, si bien el habla no se le daba bien, poseía otras muchas habilidades y solo se trataba de potenciarlas; tanta dedicación a las máquinas debía tener otras muchas funciones y estaban a su disposición.
Creó un ciberespacio en el que volcar todo lo que estaba aprendiendo del mágico lenguaje de la naturaleza; los humanos lo habían olvidado. Se propuso volver a conectar con todo este mundo velado a la conciencia.
El problema radicaba en que la gente no lee, prefiere oír, ni siquiera escuchar, y estaba claro que no podía expresarse a través de la voz. Pero ahí también recurrió a la tecnología.
Utilizó un lector que traduce las palabras escritas y las convierte en sonidos, en frases. En la conversión, la voz sonaba enlatada, pero con una serie de efectos, le dio personalidad, misterio, era enigmática. Así cada podcast o episodio fue desgranando una información sorprendente y creó una red de internautas, de fans, de followers o seguidores entusiasmados por aquel influencer o prescriptor, que les proponía intereses fuera de lo común, su influencia estaba siendo muy positiva, al contrario de otras muchas proyecciones virtuales.
Este era, indudablemente, un valioso candidato para la Cumbre.