El descontrol y la desorganización manifiesta atañen no solo al Mundo de Abajo, sino también al de Arriba; hay que reprogramar funciones.
72 horas para la cuenta atrás. (Capítulo 3)
La organización. (1)
Bajo la cúpula de Cristal en la Ciudad de Arriba, los 72 Altos Consejeros se entregan a una frenética actividad. Sin dilación, ni ánimos de discordia o competitividad, tienen que demostrar que en la unión está la fuerza y que el trasvase de información se vehicule de forma adecuada entre los 9 departamentos dedicados a la formación virtual de los de Abajo. Está claro que hay que reprogramar muchas funciones; la descoordinación, la relajación, el exceso de celo probablemente han sido los factores que han desembocado en una situación catártica.
El Moderador lo ha dejado muy claro, la cuenta atrás ha comenzado y perder tiempo en disquisiciones de quienes son los culpables es malgastar energía que debe utilizarse para salvar in extremis el Proyecto en el que han estado trabajando durante eones. Si hay consenso, si las voluntades de los 72 van en la misma dirección, si tienen el ánimo de reprogramar los fallos en el sistema, hay esperanza.
Hay un trabajo ingente por hacer. Pero se supone que Arriba todo debe agilizarse, el tiempo no existe más que en el plano de Abajo y tal vez entonces el plazo de 72 horas sea un límite asumible y exista una oportunidad de cambio para revertir el proceso de aniquilación de una Creación pretendidamente ejemplar.
Urge un exhaustivo inventario de todas las facultades y programas para organizar un plan de choque, ya que cuando el caos Abajo se ha descontrolado muy por encima de lo previsto, está claro que los de Arriba también son co-partícipes de dichas responsabilidades, aunque en el aire flota una inquietante pregunta:
¿Alguien saboteo el sistema?
Continuará…