La Luna es pura imaginación, receptividad y afectividad. La Luna en las Casas descubre matices de las experiencias que la vida nos propone vivenciar.
Las Casas Astrológicas son canales por donde circulan las energías de cada signo zodiacal. Son 12, igual que los signos. La Luna activa una estancia zodiacal, es decir, un signo y una Casa. Para saber en que Casa tienes la Luna en el horóscopo natal o anual, hay que montar el tema astrológico. Pero si no lo tienes, sabiendo que la Luna cambia de sede aproximadamente cada 48 horas, y siguiendo la Nuevas Lunas en RedMilenaria.com, puedes ir ubicándolas a partir de tu signo natal.
Casa I
Tendencia a buscar soluciones prácticas respondiendo emocionalmente a las situaciones, por lo tanto, los cambios de actitud forman parte de la personalidad. Activa la receptividad, pero también la inestabilidad frente a las experiencias.
Se trata de personas-radar, influenciables, con una cierta inclinación a la ensoñación. El individualismo se manifiesta y los instintos están a flor de piel. Timidez e inconstancia.
Casa II
Busca ante todo una seguridad emocional, material, pero plagada de anécdotas, de cambios anímicos, se mueve al son de los ritmos emocionales, y unas veces piensa en lo mucho que tiene, otras en lo que le falta, pero acaba adaptándose a las circunstancias.
Esa Luna tiene visión de comercio, gusto por las cosas buenas, bonitas y caras. Solo estar alerta con la pereza o la indeterminación.
Casa III
Muy sensible al entorno, a las relaciones sociales, fraternales, vecinales. Capacidad para escribir, hablar, relacionarse, imaginar, visualizar y conectar con la gente.
Da una mente activa, nerviosa, poco objetiva; ideas que cambian; se motiva; no puede callarse cuando le urge hablar; verborragia. Cambio de ideas, actividad mental intensa que hay que cuidar para que no se vuelva obsesiva.
Casa IV
La atención se centra en el hogar, en la vida de familia, el negocio propio y la necesidad de cuidar de los seres queridos. Es una Luna que ocupa su lugar, que desea una vida hogareña, una madre que responda a las necesidades emocionales y la seguridad material.
Los sentimientos se someten al ambiente, hay cierta irracionalidad. Gusto por la cocina, la comida, por soñar, inventar, imaginar otro mundo. Nostalgia.
Casa V
Tendencia al romance idílico, al enamoramiento; creatividad muy activa, cine, teatro, diseño, escritura; sensibilidad innata para el arte, para comprender a los demás, para enseñar. Busca aspirar a algo más de lo que tiene.
Mucha simpatía, sibarita; orientación educativa, ambición y competitividad cuando se trata de retos emocionales.
Casa VI
Los cambios de rutina son necesarios para esta Luna, para que no se acostumbre a tener las cosas seguras, en excesivo orden, para dejar espacio a la espontaneidad. Va a cuidar de su salud, de su entorno, ecología, naturaleza, flora y fauna son sus intereses.
Puede dar en ciertos casos, patologías o manías hereditarias. Gran compromiso con las obligaciones, trabajo responsable. Rol materno.
Casa VII
Buena adaptación al medio social y a las relaciones de pareja. Trata de unificar criterios, aunque puede cambiar de afectos. Proyecta modelos emocionales y tiene estados de ánimo variables, todo cabe con la Luna en este sector. Puede dar una pareja o unos socios inquietos, lunáticos, inestables, o soñadores y caprichosos.
Favorece las relaciones sociales. Pero puede generar decepciones o fracasos cuando se ponen demasiadas expectativas. Tal vez persiga el ideal maternal o de infancia en la unión de pareja.
Casa VIII
Legados, herencias, ocultación de las emociones o estallido de estas. Superado por las circunstancias, frustraciones del pasado que busca resolver. Intuición para las finanzas, para invertir. Buscará el intercambio íntimo para sentirse cerca de “alguien”.
Ayuda a descubrir los valores de otras personas. Puede generar separaciones traumáticas o crisis de valores que refuerzan la personalidad. Feminidad.
Casa IX
Intercambios culturales, anticipación, intuición de conceptos; intereses por viajar, estudiar, o por la aventura, por la filosofía de vida cambiante. Se impregna de todo lo que está más allá de su realidad inmediata. Desplazamientos en la infancia; viajes al pasado.
Le gusta compartir aficiones, pensamientos, madre extranjera; intereses por la filosofía, las culturas, la jurisprudencia.
Casa X
La imaginación puesta al servicio de la profesión, desprende sensibilidad que tal vez no encaja en el trabajo. La vocación es importante; puede hacer sustituciones; encargarse de negocios familiares.
Susceptibilidad o, en ocasiones, dificultades para escoger la orientación laboral. Cambios frecuentes de actividad.
Casa XI
La sensibilidad identificada con el colectivo. Intelectualidad cambiante, ideas que se lanzan, que impresionan por sus conocimientos. Pero las relaciones pueden ser de tránsito, creatividad que busca “adeptos”; amistades que se convierten en familia un poco en todas partes.
Ambiciones fluctuantes, movidas por la demanda, por las modas.
Casa XII
Influenciable y a la vez muy psíquica, la personalidad se presta al cambio, con la sensibilidad a flor de piel. Choque entre lo que desea y lo que la vida ofrece. Puede dar cierta tendencia a estados depresivos, o a dejarse llevar por la vida. Complejos no resueltos, orfandad.
Madre receptiva, o ausente, o sometida a altibajos. Gran Intuición. Experiencias emocionales precoces. Visión del pasado al futuro; novelista, artista.