Saber Ser quien de verdad deseas Ser, es la cuestión que te permite trascender las limitaciones. Reivindica tu autenticidad.
Cuando Shakespeare en una de sus sublimes obras puso en boca de su Hamlet una frase que se hizo viral hace siglos desde su primera representación en 1609, en el primer soliloquio del acto tercero, expresó entonces de forma magistral y sencilla la eterna duda del Ser o no Ser, porque esa es, nos dice, la cuestión.
Lejos de imaginar los ríos de tinta que generaría esta afirmación que formulaba las eternas vacilaciones del género humano acerca de sus eternas disquisiciones, sentó cátedra respecto al análisis del ser y su condición. Seguro que los psicoanalistas del siglo XX partirían de esta reflexión para ahondar en los mecanismos de la psique.
La psique, esta gran desconocida, tema frecuente y recurrente de debate para comprender los intríngulis, las cábalas del mundo más oculto y apasionante de la personalidad. Esa psique que parece conjurar en contra de los elementos emocionales de nuestra naturaleza, y que debemos optar por reconciliar, unificando tendencias que deben dejar de combatir.
Lo que me ha llevado a esta reflexión y el asunto que planteo desde estas páginas es la beligerante movilización que parece haberse instalado en el fuero interno y que se refleja en el exterior con una población en pie de guerra. Todo el mundo buscando la aprobación, la asertividad en aras de liberar la presión que proviene de una creciente decepción. En mi opinión la sociedad ha perdido o se ha olvidado de su auténtica motivación para existir, más allá del Ser o no Ser, se trata realmente de Ser, y esta es verdaderamente la cuestión de la que no podemos zafarnos.
Después de las últimas consultas que he tenido la distinción de atender, -(es un honor porque cuando una persona acepta abrir su corazón y su mente, te deja entrever su condición humana y te permite entrar en los recovecos de su alma que se presta a analizar y entender, te das cuenta de lo grandísima que es)-, a causa de sendas movidas planetarias, me han abordado muchas personas con ansiedad, con desorientación, buscando un hilo conductor que les lleve a serenarse, a comprender lo que les está pasando.
Mi respuesta es casi siempre la misma: busca alinearte con tu Yo Superior, con tu programa humano, con la tarea que realmente has venido a desempeñar, no porque tengas un guión prescrito o preestablecido, sino porque posees claves, directrices, un valioso material que te permite conectar con tu esencia, y “sin excusa ni pretexto alguno”, -frase recurrente de Kabaleb- tienes el deber y el placer de reconocerte para sentir que estás en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Esta, repito, ¡es la cuestión!
Cuando sabes quién eres, lo que puedes hacer con esa persona que has decidido Ser en toda su magnificencia, es mucho más fácil encontrar el camino, gestionar tus valores y acertar en tus decisiones.
Quien lleva tiempo siguiendo un poco mi trayectoria profesional sabe que utilizo la Cábala, la Astrocábala, los Genios, la psicología transpersonal, o la Numerología Cabalística, todas estas disciplinas me han valido para encontrar respuestas y tratar de ayudar a quien lo solicita. A través de cada estudio trato de abrir un abanico de posibilidades de información que conecte cada persona con su esquema esencial y resulta muy mágico y muy coherente a la vez.
Pero entonces, ¿cuándo no se tienen esos fundamentos, no hay salida y la persona no sabrá entender su tarea vital? Por supuesto que ¡NO! Existe lo que llamamos hado o destino inherente a cada condición humana. Por lo tanto la orientación que necesitas está dentro de ti, las respuestas están en la pregunta que te haces respecto a lo que necesitas saber de ti y es cuando el Ser o Ser toma su real importancia: eres quien debes Ser con todo el bagaje, con las imposiciones, con ciertos condicionantes y asignaturas pendientes que te ha tocado aceptar, ¡lo que no equivale a conformarte!
Sepas o no sepas qué programa tienes asignado por el Sol, los Genios, el desarrollo de tu vida respecto al Árbol Cabalístico, etc.; cuando de verdad quieres comprender tu trayectoria, tu camino y todo lo que posees, llegan las respuestas, ¡escúchate con calma y paciencia!
Pero eso sí, te recomiendo que no te valgan las premisas de los demás, que solo pueden servir, en todo caso, de orientación. Tu intuición, aquella que proviene de la lógica armonía entre mente y corazón, va a ser tu fuente inagotable de información.
Cuanto más revueltos están los tiempos, menos influencias deberías aceptar de los medios que te bombardean con constantes misiles que debilitan tu sistema inmunológico, tu confianza, tu amor en la humanidad.
El Amor es la unión, el temor la separación.
¿Qué escoges para vivir tu día a día?, como siempre, tú decides.