¿Qué nos propone este periodo de intensa celebración interior? Haz la lista de tus propósitos de enmienda y de tus deseos de Resurrección.
Cuando vivimos la Semana Santa 2020, creíamos vivir una experiencia única, inédita que no sospechábamos pudiese alargarse tanto en el tiempo. Hace ya más de un año que tenemos la sensación agobiante de que nos “han robado” un año de vida. Por aquel entonces ya publicábamos que la Semana Santa confinados suponía una etapa de gran introspección que teníamos que aprovechar de forma simbólica para entender qué nos proponía la experiencia. Ahora la libertad de acción sigue restringida. Nos permiten, relativamente, salir y movernos, no obstante sigue vigente la necesidad de reflexionar, de encontrar las claves de acceso a la comprensión interior para atender nuestras inquietudes y las motivaciones que nos han llevado a este “encierro”, y nunca mejor que esta conmemoración para hacerlo.
Las procesiones van por dentro
La Semana Santa es un periodo de transición para que la personalidad profana alcance un estado más elevado de conciencia. La liturgia, las procesiones, la Crucifixión, el Duelo y la Resurrección cobran un sentido metafísico. El camino hacia el Gólgota es la travesía del desierto para que el alma trascienda y se desperece. Es un ritual que debemos interiorizar, este es, en mi opinión, el sentido de la Pascua, renacemos repletos de mejores intenciones para cumplir nuestro plan de vida.
Observamos que un año más en que las procesiones van por dentro, no se escenifica la letanía que ha venido repitiéndose desde hace más de 2000 años, todo ha quedado suspendido desde el 2020 como para insistir en esa búsqueda de valores auténticos y para que tomemos consciencia de que el ritual exterior no tiene sentido si no produce un cambio interior. Es necesario que ese Cristo Ascendido deje de ser una mera imagen conceptual para autentificar el propósito de nuestra propia divinidad que no necesitas artilugios, solo sabiduría aplicada.
Ojalá podamos recrear esa ceremonia en la profundidad de nuestra psique para que el corazón y la razón establezcan puentes de auténtica hermandad, porque este es, en definitiva, el legítimo mensaje de Jesús de Nazaret.
Interpretación esotérica de los Evangelios
Kabaleb nos deja algunos pasajes hermosos acerca de la Pascua en su Interpretación esotérica de los Evangelios:
Pasado el periodo Pascual, el Sol entrará en el signo de Tauro en el que veremos la naturaleza renacer de su letargo. En Tauro nuestra personalidad, cargada de ricas experiencias por haber bregado mucho, se acerca a la espiritualidad con la esperanza de encontrar la solución que le permita, sin abandonar sus posiciones y privilegios, entrar en el Nuevo Reino. Pero se trata de renacer en Agua y en Espíritu, es decir reconstruyendo la personalidad emotiva para que el Ego Superior, nuestro Yo espiritual tome el mando de nuestro vehículo físico. Cuando esto se produce, brotan en nuestra naturaleza corporal las flores de una eterna primavera, igual que en los árboles reverdece la vida.
La espiritualidad no es algo que podamos conquistar por la vía de la cultura y del estudio. Para integrarse al mundo espiritual es preciso nacer en él y es lo que el nuevo nacimiento de la Pascua nos propone.
Es un texto que merece una honda reflexión, como todo lo que escribía, cuando pretendía desvelar la exquisita trascendencia de los Textos Sagrados.
Que esta Pascua nos sirva para conectar con nuestra divinidad interna porque en este viaje personal podemos descubrir algunos de los propósitos de nuestra travesía.
Propósitos para la Resurrección
- Aprovecha el Viernes Santo para meditar acerca de las tendencias que deseas traspasar, lo que ya expira en ti, lo que despides de tu personalidad. Día de Venus: la belleza y la armonía interior acallan la voz de los instintos.
- El Sábado de Semana Santa descansa del bullicio exterior, busca momentos de soledad para desconectar también del ruido interno, respira, medita. Día de Saturno: quietud, sobriedad y reflexión.
- El Domingo de Pascua es el día de la Resurrección, aprovéchalo para elevarte, para sentir que un propósito naciente clama por ver la luz, vuelves a la vida con más fuerza y confianza en ti. Día del Sol: amaneces a una nueva conciencia.
- El lunes de Pascua expresa tu alegría, contagia tu buen humor, tus deseos se expanden, haz la lista de tus prioridades, muévete y disfruta. Día de la Luna: imaginación, sensibilidad y actividad.