La Nueva Luna de Escorpio - Octubre 2016

La consigna de la lunación: Lo de arriba es igual que lo de abajo; lo de dentro, asociado a lo de fuera. Estas son las analogías que vas a tener que integrar. Bucea en tu interior para rescatar tus valores más elevados.

La Nueva Luna cae a 07º44’ de Escorpio el día 30 de octubre de 2016 a las 17:39 hora solar. 

La Nueva Luna de Escorpio promete ser intensa, regeneradora, emocionalmente movida y físicamente activa, porque nos invita a pasar de la teoría a la práctica desde el momento en que tomamos conciencia de lo que tenemos que revisar, reestructurar y regenerar.

Recordemos por enésima vez que no son los planetas exteriores los que nos manejan como si fuésemos marionetas, sino el arquetipo planetario interior que se mimetiza con la influencia que ejercen en la tierra los astros que gravitan alrededor. Escorpio es un signo de grandes retos, de grandes cambios internos y reconsideraciones.

Una de sus características es el miedo a equivocarse y a hacer el ridículo. Pero este temor no es un capricho del azar sino fruto de la gran responsabilidad que siente cuando emprende alguna tarea. No tolera el fracaso porque, en realidad, lo que no soporta es fallarse a sí mismo, de ahí que sea prudente, reservado, muy analista y controlador. Nunca debemos afirmar las características de un signo sin exponer la lógica de tales explicaciones, de lo contrario reducimos esta ciencia astrológica a una mera fantochada. (Es lo que precisamos cuando estudiamos en profundidad los arquetipos zodiacales en diferentes cursos de astrocábala difundidos en Redmilenaria).

Cuatro planetas en el cielo de Escorpio nos aportan mucho material para trabajar las emociones; para bucear en los laberintos internos y sacar a flote todo lo que está oculto, lo que fondea en la psique: deseos, frustraciones, fantasmas, tendencias que necesitan ser revisadas para que los tesoros que almacenamos puedan ver la luz. La pasión de vivir es una característica muy escorpiana, cuando este nativo hace las paces consigo mismo y saca provecho de todas sus fantásticas cualidades.

Todos tenemos una parcela Escorpio en nuestra Carta Natal, es parte del conocimiento de las 12 Casas y de los 12 signos que componen nuestra realidad. Con los 4 planetas orbitando, Sol, Luna, Mercurio y Lilith, nos disponemos a conectar con el analista, con el cirujano, con el detective, el psicólogo, el trabajador infatigable, el minero, el psiquiatra, el artesano, que todos llevamos dentro y que claman por salir a la superficie, para ayudarnos a cartografiar, ordenar, rectificar, impulsar proyectos, etc…, en las diferentes áreas de nuestra vida.

Los aspectos de esta lunación nos llevan a extirpar lo que no es conforme al programa humano. El Sol y la Luna promueven la regeneración por la vía del apremio, -sin pretexto ni excusa alguna, como solía decir mi padre-, Kabaleb-, para que definamos con claridad nuestras actitudes, porque de lo que se trata es de poner luz y taquígrafos a nuestras sombras y tomar nota de lo que podemos rescatar y de lo que debemos transmutar en nuestra psique.

Mercurio puede ayudarnos, -si no se ahoga con tanta Agua-, a pasar por el tamiz de la razón las emociones. Estos 3 planetas forman sendos trígonos con Neptuno, arquetipo de la supra-mente y de la capacidad de crear nuevas formas mentales, reforzando la ensoñación, la sensibilidad, el magnetismo, la inspiración y el idealismo. Todo ello nos aporta mucha fuerza emocional y perceptiva para encontrar soluciones mágicas, extraordinarias, cuando casi hemos perdido toda esperanza, nos salva en el último minuto.

Por otra parte, la presencia de Lilith, la Diosa, en Escorpio, reclamando la atención. Se atribuye a Lilith la fuerza femenina de Plutón, que recordemos es el planeta co-regente de Escorpio. Es decir, que Lilith vigila de cerca nuestras acciones, poniendo el grito en el cielo cuando no hagamos lo necesario para superar traumas, problemas, situaciones de diversa índole. Nos llevará contra las cuerdas para que sepamos enfrentarnos con coraje, con sentido del deber, constancia y mucha intuición. Este arquetipo nos va a proteger de los errores, y el trígono con Quirón favorece la remisión espontánea de disfunciones, físicas, emocionales y mentales. La sanación está intrínsecamente unida al aspecto beneficioso de estos dos arquetipos.

Por lo tanto, es importante pasar revista a nuestras actitudes; sacarnos de encima comportamientos tediosos, rencores, tristezas y experiencias contrarias a nuestra evolución personal. Los sueños también pueden ser de gran ayuda, más profundos, inspirados, y que nuestra intuición para desvelar sus contenidos sea mucho más potente.

Salvo que las cuadraturas Urano/Marte y Plutón/Júpiter nos pongan trabas con sus dramatismos, promoviendo discusiones y aumentando la sensación de que no podemos más, esta lunación tiene que ser una potente reactivación de los mecanismos de salvación, de reestructuración, de superación en cualquier ámbito de la vida.

El grado planetario en el que se manifiesta esta conjunción pertenece al Sephirah Hod, y pone la inteligencia práctica al servicio de la comunicación superior e inferior. Nos aporta la consciencia de cómo han de hacerse las cosas. Vamos a disponer de más astucia e intuición, pero también producirá frecuentes cambios de parecer. Como se materializa en un decanato de recapitulación, (Cáncer), es importante que contemos con una buena autoestima para no ceder bajo la presión de los problemas o de personas que pretendan dominarnos.

Los Genios de la Lunación nos proponen en sus programas correspondientes:

Ylahiah nos insta a buscar la paz y saldar conflictos del pasado. Superar las traiciones y erradicar la corrupción y la degradación, (la lunación coincide con la formación de gobierno en España, si los políticos estudiasen Cábala, ¡descubrirían sin duda que se pueden hacer las cosas bien!)

Jeliel nos permite ser para los demás un faro de luz, cultivar la fidelidad, mediar en los conflictos y encontrar argumentos donde no los hay. Restablecer la armonía siendo una fuente que emana alegría, entusiasmo y felicidad. También nos otorga el poder de evitar sentirnos afectados por los problemas o las presiones; poder de convicción, elocuencia e inteligencia emocional, poniendo claridad y método donde hay caos.

Con todo ello podemos construir una lunación a la medida de nuestra conciencia y elevarnos por encima de las contingencias.