La Nueva Luna de Piscis (Marzo 2016)

La Nueva Luna en Piscis cae el día 9 de marzo a las 01:58 hora solar y a 18º56’ de este signo.

Un novilunio que cae a final del segundo decanato de Piscis, (decanato Escorpio), en un grado Yesod, de cristalización y, coincidiendo con el único eclipse de Sol de este año, un fenómeno que pone más relevancia, si cabe, a la conjunción Sol-Luna. La consigna es ir en busca y captura de nuestros valores más ocultos, profundizar en nuestra naturaleza interna, para rescatar los tesoros de nuestra personalidad.

Piscis es el signo de la humanidad, y buena falta nos hace reivindicarla, a tenor de los acontecimientos que estamos viviendo. Entre las mareas de la inmigración; los atentados en países donde la cobertura mediática se esmera bien poco, (como no ocurren en nuestros países vecinos); el goteo incesante de corrupción; las luchas por ocupar el sillón del poder; y la creciente desigualdad entre ricos y pobres, ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra condición humana? 

Con respecto a este decanato, Kabaleb nos dice que corresponde a una etapa de recapitulación de la etapa de Escorpio y su asignatura es la del amor propio, mientras que la de Piscis es la del amor al prójimo. Las dos tendencias juntas expresan una sobrevaloración, una confianza sobreactuada respecto a lo que los demás esperan de nosotros, que es humildad, amor, entrega y comprensión. Teniendo en cuenta el eclipse de Sol, la voluntad queda restringida, como metida en un agujero negro, eclipsada, por lo que la tendencia a querer aparentar o demostrar algo, y en realidad no ser capaz de serlo, puede ser el mayor hándicap. Entre el deseo y la razón, el desequilibrio está servido. El tema del amor-desamor va a ser predominante; el flirteo; las promesas que no se cumplen; las ambiciones que buscan un marco donde expresarse; lo que te digo un día, y al otro he cambiado de parecer, van a ser moneda corriente durante este periodo.

Pero si lo que finalmente predomina es la tendencia del amor al prójimo, podremos ir reafirmando nuestros valores; mientras que si se persiguen intereses exclusivamente partidistas, se escenificarán situaciones contrarias a la moral y lo que se proyecte al exterior será poco edificante, eclipsando nuestros impulsos más sanos. Pero no olvidemos que la temática del signo de Piscis nos “obliga” a tomar conciencia de nuestro potencial de acción humanitaria, así que tarde o temprano nos lo reclamarán y tendremos que expresar lo mejor de nuestra condición humana. Más vale hacerlo antes que después.

La dinámica emocional de este periodo convulso puede generar no pocas contradicciones. Podemos tener buenas motivaciones para dejar una situación, se trate de una pareja, de un trabajo, pero a los poco días, nos desdiremos fácilmente de aquello que creíamos estar convencidos, porque en realidad, estaremos mucho más apegados de lo que creíamos o deseábamos, (decanato Escorpio). No es que nos equivoquemos, es que las reconsideraciones estarán a la orden del día en una lunación marcada por un eclipse, donde los deseos, -principales protagonistas-, serán los que nos lleven arriba y abajo de la montaña rusa. Así, como puntualiza Kabaleb, en el  segundo decanato de Piscis, el juego está entre la identificación y desidentificación, celebrando ora triunfos, y ora, lamentando fracasos.

Los mejores aspectos harán que el engranaje funcione positivamente y que la pérdida de una situación coincida con el encuentro de otra equivalente. Los aspectos disonantes ponen el acento sobre lo contrario, sobre las liquidaciones. Por otra parte, el grado Yesod nos habla de una dinámica de acción continuada, de la necesidad de equilibrar nuestras tendencias internas, la de la emisión y recepción, porque infrautilizar este potencial equivale a no poder encajar las facilidades que vayan a surgir. Todo ello puede afectar tanto las infraestructuras familiares, como económicas, políticas y profesionales, porque el eclipse de Sol merma la voluntad y secuestra nuestras mejores intenciones, generando una falta de interés y de empuje.

Los aspectos específicos de esta lunación son de nuevo tensos en su mayoría, como son las cuadraturas de Marte, de Saturno y de Plutón. Aspectos que nos obligan a revisar nuestros deseos, que nos llevan a bucear en nuestro interior para comprender qué nos pide la conciencia. No nos dejan opción, sí o sí, tendremos que tomar decisiones, enfrentarnos a nuestros miedos; confrontarnos con la verdad. La ventaja es que la alineación de los planetas en Piscis, Quirón, Nodo, Sol y Luna, además de la presencia de Mercurio y Neptuno, nos invitan a reinventarnos; a tirar más de la autenticidad del corazón, para que nuestras acciones estén basadas en el amor, la conciliación y la magia.  

Los Genios de la lunación

Los Genios de la Lunación nos proponen algunas tareas. Jabamiah nos sugiere que seamos instrumentos vivos de la verdad para alcanzar la coherencia, la unificación de tendencias. Nos habla de emprender acciones que nos permitan regenerarnos en todos los ámbitos de nuestra vida. En lo físico, emocional y mental. Ser un ejemplo de armonía, porque su esencia es la de dar vida a lo que parece acabado, deprimido. Es un Genio que aporta fecundidad y aptitudes para la alquimia, para transmutar los viles metales en oro puro, o sea para transmutar las sombras. Podemos abrir nuevos caminos, de nosotros depende.

Por otra parte Umabel nos invita a descubrir nuevos territorios, en uno mismo y en el exterior; tener un corazón sensible, compasión social, y ser fiel a la propia conciencia, algo que venimos repitiendo a menudo desde estas páginas. Y es que la coherencia nos pasa cuentas y si fuésemos capaces de escuchar nuestro Yo interior, otro gallo nos cantaría, y seguramente su canto anunciaría esa otra sociedad que sí es posible. Umabel también nos habla de seguir los dictámenes de nuestra intuición y escuchar las corazonadas.