La 2ª Nueva Luna de Leo - Agosto 2017

Introspección, meditación y análisis son las consignas de una conjunción Sol-Luna con eclipse incorporado.

La Luna Nueva en Leo cae el día 21 de agosto a las 18:30, hora solar y a 28º53’ de este signo.

La estimación del cómputo de un año solar es de 365,24199 días, tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del sol. El ciclo lunar es de 28 días. Si dividimos 365 entre 28 obtenemos 13 ciclos lunares + 1 día.

Este es pues el segundo Novilunio que cae en Leo este año.

El grado planetario en el que se manifiesta esta conjunción, es un grado Yesod-Luna.

La segunda Nueva Luna de Leo se da en el último decanato y un grado de manifestación, (Yesod), y coincide con un eclipse total de Sol. Este eclipse se origina cuando se alinea el plano orbital de la Luna, que suele estar a unos 5º de inclinación respecto al plano orbital de la tierra girando alrededor del Sol y, en este caso, la Luna cubre totalmente el Sol, desde la observación desde la Tierra. Eso solo puede ocurrir en la conjunción Sol-Luna. Es un fenómeno importante desde el punto de vista simbólico porque representa que la energía femenina eclipsa la masculina y, al darse en un grado Yesod-Luna, sus efectos pueden ser realmente impactantes vividos desde la conciencia interior.

La mala fama que tienen los eclipses proviene de la superstición. En la antigüedad los eclipses se asociaban a la fatalidad. El Sol se cubría con un manto, se oscurecía, (solo era visible totalmente en ciertas partes del mundo), y se anunciaban toda clase de desgracias porque la ausencia del Sol por minutos podía suponer, según aquellas creencias, que las tinieblas, el mal, caería sobre la humanidad. Nada más lejos de la verdad. Aunque sabemos que la fuerza del pensamiento gregario puede producir fatalidades a quienes se obcecan en proyectarlo una y otra vez, porque se empeñan en convertirlo en crónico; es como cuando alguien se repite constantemente: “no puedo, no sé, todo está mal”, acaba creyéndoselo y experimentándolo.

Pero es cierto que las particularidades de una Conjunción de estas características suponen una buena reflexión. Si tenemos en cuenta que los astros son potencialidades, referencias, arquetipos que toman vida en nuestro interior, cada lunación nos propone un trabajo: la siembra de nuevas posibilidades de acción. Repitamos que no se trata de buscar respuestas mirando el cielo, porque las respuestas siempre están en nuestro interior, pero las fuerzas planetarias mueven nuestros mecanismos de acción, de análisis, de comprensión cuando nos aliamos con sus energías.

El eclipse total de Sol moviliza las fuerzas lunares, que son las protagonistas en este caso, para proponernos una profunda reflexión y concienciación de las experiencias vitales. En este caso el Sol está a merced de la fuerza femenina, lunar, interna, representante del inconsciente colectivo y de la imaginación. La Luna le arrebata protagonismo al Sol. Es como si Yesod se subiese a la parra,-Tiphereth- y pretendiese arrebatarle el trono.

Con respecto al grado de la lunación, Kabaleb dice al respecto que cuando el Sol y la Luna se sitúan en este grado, la lucha por hacerse con el poder, entre las tendencias masculinas y femeninas, está en plena efervescencia. La necesidad de realizarse, de cristalizar impulsos es acuciante, pero como este Sol está eclipsado, la fuerza femenina tendrá más poder sobre la masculina y esto puede traducirse como que la conciencia se siente secuestrada por la fuerza emocional; que la imaginación y el deseo campan más a sus anchas, y que la hipersensibilidad puede afectar a quienes no suelen dominar demasiado sus emociones; el resultado: el descontrol.

Por una parte puede ser óptimo para quien desea abrir su corazón, para quien quiere sincerarse, expresar lo que siente; pero por otra, los excesos verbales y físicos pueden manifestarse sin control y que lo que tome el mando de las situaciones sean las tripas más que la razón. Para evitar este colapso, es necesario mantener ciertas distancias entre lo que deseamos y lo que sabemos que podemos o no realizar, entre la realidad y la utopía. Evitar las posturas ambivalentes, la incertidumbre, la negación del contrario porque no nos gustan sus argumentos, y sobre todo respetar las reglas. Fomentar la concordia, la tolerancia: escuchar, aprender, interiorizar, observar para valorar las posibilidades de acción, evitando dejarnos llevar por un entusiasmo que puede no responder a nuestras expectativas y ocultar intenciones bien diferentes. Alerta con los sentimientos confusos, pero también con el exceso de empatía. Posiblemente tengamos que replantearnos ciertas cuestiones que dábamos por buenas, experiencias que conciernen la estructura familiar y social. Las emotividad estará a flor de piel y las reivindicaciones pueden pasar a un nivel de crispación importante cuando los deseos se desboquen. No vale la pena generar un enfrentamiento para demostrar a toda costa nuestra razón.

Teniendo en cuenta que Mercurio y Urano también están en un grado Yesod, y estos dos planetas en retrogradación, la defensa de nuestros intereses puede pasar por una fase latente, que todo se ralentice, que la comunicación, los desplazamientos sufran retrasos. Que la mente activa, fecunda, aguda, deba tomarse el tiempo necesario para reflexionar, porque el temperamento cambiante, el secretismo, la improvisación, no serán las mejores opciones para que las cosas salgan bien. Las disonancias sobre este punto pueden provocar la falta de autoestima, cerrazón y/o dificultades para hacerse entender claramente. Alerta con los cambios traumáticos, con las innovaciones que no se han programado o detallado suficientemente; con los contratos que damos por buenos y que esconden alguna cláusula poco clara. Puede ser una luna nueva de altibajos, de rupturas en la que se ponga sobre la mesa: todo o nada, con comportamientos imprevisibles.

Pero todo ello no tendrá efecto si nos alejamos de la precipitación y preparamos el marco adecuado en el que expresar nuestros anhelos y objetivos, tratando de dar ejemplo, sin anticiparnos, para pasar después de la teoría a la práctica despacito,- una vez más, despacito-, ejerciendo nuestros talentos en el marco natural en que deben ejercerse para evitar las hostilidades, o las palabras dichas a destiempo o con manifiesta torpeza.

Podría ilustrar este comentario con una anécdota que me dejó huella. Quien la protagonizó demostró entonces tener escasa sensibilidad.

.-Hace años Pedro, un buen amigo, que se había quedado sin trabajo, me confesó sentirse dolido a causa de otro amigo común que glosaba las ventajas de su ascenso, de su salario, de su condición profesional, en un momento en el que él lo estaba pasando fatal, justo cuando le estaba pidiendo ayuda. Era evidente su falta de empatía, no era el momento de regocijarse, sino de tener un poco más de sensibilidad.

Para evitar estas situaciones poco amorosas, la lunación nos invita a meditar, a pensar mucho antes de hablar; a cerciorarnos de que nuestras actitudes no van a soliviantar a nadie. Nos aconseja pactar, escuchar a nuestro adversario y mantenernos a una distancia prudencial cuando la tormenta arrecie.

Los Genios de la Lunación en sus programas correspondientes

Omael nos propone activarnos, poner en marcha negocios, generar obras, saber sacar punta a las situaciones inteligentemente para hallar soluciones extraordinarias, divertidas, creativas y pacíficas, incluso en situaciones límite. Nos sugiere centrarnos en pocos objetivos, sin prisa, pero sin pausa. Nos aconseja fomentar el optimismo, el sentido del humor y la alegría para no perder la motivación y evitar el bloqueo de la creatividad.

Mahasiah nos propone no identificarnos, buscar la visión de conjunto, relativizar y comprender la mecánica de las cosas desde la observación paciente, para ser capaces de trazar nuevos caminos y buscar soluciones justas frente a los compromisos ineludibles.

Una pequeña aclaración

Mucha gente me pregunta cómo debe interpretarse cuando una Luna Nueva se sitúa en los últimos grados de un signo, cuando el Sol está a punto de terminar su ciclo zodiacal en un signo determinado, -como es el caso de esta lunación-, ya que el Sol entrará en Virgo el día 23. Podríamos decir que está a caballo entre el final de una etapa y el principio de otra y nos pillará a medio camino entre una tarea y otra. Pero en realidad estamos analizando la influencia de una conjunción Sol-Luna, que tendrá sus efectos en los mecanismos de la conciencia y de ahí saldrán a relucir toda una serie de evidencias, siempre que estemos atentos a su definición y a la asociación que hagamos de todo ello. Se trata de una siembra de objetivos que dará sus frutos en distintas fases lunares, ya que el estudio de cada Nueva Luna se basa en los movimientos generados a partir de la conjunción. Para cualquier análisis más pormenorizado, evidentemente deberemos recurrir a una carta astral personalizada. Lo que se pretende dar desde esta página, es una guía de las tareas que podemos emprender en cada Nueva Luna, después, a todo ello, podremos añadir el trabajo correspondiente al Sol iluminando una nueva estancia zodiacal.

Para cada signo, anotamos un breve apunte ya que ya dimos en la lunación anterior la activación de las Casas astrológicas.