Revela el potencial de Leo y como se lleva con el resto de los signos zodiacales.
Leo, artífice de la creatividad
Las características de Leo son a menudo y demasiadas veces enfocadas a los tópicos de un nativo que parece sentirse superior a los demás, orgulloso de su porte, de su seguridad, de su presencia. Pero aunque estas tendencias puedan aparecer en su naturaleza, hay mucho más debajo, detrás, dentro y fuera de una personalidad extremadamente imponente, importante y que ciertamente tiende a, y debe, destacar.
Una de las primeras preguntas que suelo hacer en mis consultas, o en las clases de Astrocábala cuando me encuentro con Leo es: ¿te sientes importante, o eres consciente de la responsabilidad que llevas encima cuando tienes que ser el motor de la conciencia de los demás? Se quedan atónitos ante mi planteamiento, pero es la realidad que viene a experimentar Leo: bondad y voluntad al servicio de la Sabiduría-Amor; debe brillar en el mejor sentido de la palabra, y vivir de forma privilegiada, además de conducir a los demás al descubrimiento de su conciencia y de su corazón. Debe aportar soluciones felices y ser artífice de la creatividad; expresar la promesa de que un mundo lleno de esperanza es posible. Por eso debe contar con muchos seguidores, siendo precursor de un universo fraternal.
Leo, si te sientes partícipe de estas premisas, puedes estar seguro de que ya estás en el camino de la experiencia que te lleva al éxito y que apuestas por tu mejor opción de vida.
Leo con Aries
La relación es espectacular, pero con tanta dinamita y mecha, uno de los dos deberá ceder y compartir el protagonismo, de lo contrario, la eterna discusión puede girar en torno a: “que yo no cedo el mando, ¡ah, vale!, pero que sepas que yo tampoco”, y así entre juego y juego, se lo pasarán en grande. Pero al final, la conclusión es que el Fuego de Leo tiene las de ganar aunque Aries nunca va a reconocerlo. Y es que en el fondo, y también en la forma, se llevan bien, son muy buenos amigos, cómplices de una pasión que les debe llevar a vivir de forma muy libre pero muy amorosa.
Leo con Tauro
Dos personalidades con la autoestima por las nubes y muy centrados en vivir bien, en trabajar la mitad y ganar el doble. Son muy diferentes, pero los dos tienen un mismo objetivo: disfrutar de la vida a lo grande con todas las comodidades.
Pueden juntos montar un imperio, un edén en casa, una empresa productiva, y demostrar que la vida es apasionante cuando tienes proyectos comunes; solo deberán cuidar el exceso de comodidad, su cuerpo, su organismo, sus arterias se lo agradecerán.
Leo con Géminis
Quítate tú para ponerme yo podría ser la consigna de estas dos naturalezas tan dispares, divertidas, que están en periodo de prueba y aprendizaje mutuo. Leo posee un Fuego concienciado, un tanto moralista y muy dispuesto a conservar su feudo y su razón; Géminis es quien posee la verdad, (¡está convencido!), y para mantener una buena relación van a tener que verse a menudo las caras.
La comunicación es básica entre fiesta y fiesta para discutir la jugada, porque entre copa y bocado, todo parece saber y argumentarse mejor.
Leo con Cáncer
Una unión perfecta cuando Leo tiene bajo su ala a Cáncer cuidando de sus emociones, de sus ideas, de su hogar. Pero me temo que el tiempo de las pleitesías del rebaño a su señor feudal han terminado y Leo va a tener que contar con el esmerado trabajo emocional que le proporcione Cáncer para entenderse y complacerse mutuamente.
Recordemos que el propósito de una sinastría es evolucionar juntos, aprender del que tienes enfrente. El resultado de este aprendizaje bien hecho puede alimentar un precioso y permanente enamoramiento.
Leo con Leo
Dos patrones a bordo dirigiendo la función puede acabar en una estrategia de sabotaje, a menos que su sabiduría se imponga y aprendan a manejar el timón a dos manos. Eso es lo que se espera de esta unión. La ventaja es contar con la suma de sus creatividades y al multiplicarse los efectos, también aumentarán las posibilidades de éxito.
Compartir, expandirse y aprovechar al máximo sus cualidades conjuntas para sacar excelentes resultados. Es fácil cuando sabes lo que a tu “otro yo” le sienta bien.
Leo con Virgo
La paciencia es un arte y es en lo que pueden y deben aplicarse esas dos personalidades excepcionales en su género. Leo como eterno anfitrión; Virgo como imperturbable contemplador de la naturaleza humana al que le toca admirar la belleza y la elegancia de su “contrario”. Si es así, todo funcionará; pero si Virgo “pasa” de Leo, alerta, habrá que reconducir la relación e incentivar nuevos intereses para que Leo no coja la puerta y simplemente se vaya con su porte a otro lado.
Leo con Libra
Los encantos se multiplican, y no es para menos con dos sensibilidades dispuestas a contemplarse en el espejo. La primera repasa los detalles por si algo falla, tiene que asegurarse de reflejar la mejor imagen; la segunda por el placer de brillar, de dar la talla y ser admirado. Y de esa unión nacen las esperanzas de un pacto de amor, de colaboración por placer y por enriquecimiento personal, emotivo y espiritual. El sol y Venus hacen buenas migas y son capaces de devolver al amor el lugar preponderante que se merece.
Leo con Escorpio
Los antagonismos se manifiestan en esta unión que sin embargo es de lo más apasionante desde el punto de vista de un estudio y análisis “psicoastrocabalístico”. Esa unión propone un viaje para los sentidos, para las emociones, para poner a prueba la grandeza de Leo y la capacidad de superación de Escorpio.
El Fuego con el Agua tienen que entenderse para que la existencia funcione; sin Agua y sin Fuego no hay vida, no hay creación, no hay fecundación. Si lo tienen claro, se observarán, se analizarán para evitar los reproches y aprenderán a convivir aportando lo mejor: su pasión por vivir.
Leo con Sagitario
Saben que los dos se entienden, porque Leo también ha sido joven entusiasta, impulsivo como lo es Sagitario siempre, a todas las edades, en cualquier situación. El pacto para no “forzar “ a nadie a hacer lo que no desea está implícito en esta relación. Leo con su sabiduría natural “consentirá” que Sagitario vuelque sus anhelos en ir en pos de lo que está siempre más allá del horizonte. Pero ambos coincidirán en largos viajes, en aficiones conjuntas y mientras estén juntos disfrutarán, aunque Leo en un momento dado quiera volver a la magnífica cotidianidad de su existencia, y Sagitario lo entenderá.
Leo con Capricornio
Escribir el guión de estas dos fuerzas de la naturaleza no resulta fácil si nos atenemos a los patrones que cada cual aporta al pacto de unión. Leo tiene sus ínfulas, y Capricornio, también. Cada cual en su estilo, a su modo, y los dos querrán dominar la situación; uno porque –sí-, y el otro porque manda mucho, y entre estiras y aflojas la vida discurrirá unas veces más tranquila, (cuando Capricornio esté trabajando), otras más accidentadas, cuando se trate de decidir si playa o montaña para organizar las vacaciones. Solo la inteligencia resolverá el conflicto y los dos son muy doctos; pero quien dé el primer paso para la conciliación será quien se llevará el premio al mejor y más cabal interlocutor.
Leo con Acuario
Complementarios por naturaleza, son fuertes en sus atributos, en sus disquisiciones, en sus réplicas. Están justo en esa oposición que puede irse de la contrariedad a la complicidad más absoluta. Dicen que la mejor pareja de Leo es Acuario, pero que el manual te lo diga no es la panacea que te asegura el éxito, hay que demostrarlo.
El Sol de Leo brilla, y su corazón resplandece; el intelecto de Acuario argumenta y sobresale su ingenio. La solución pasa por la admiración sin pedestal. El diálogo constructivo será siempre un gran aliciente entre estos amigos para siempre.
Leo con Piscis
Hablando claro, a Leo le viene grande el desvivir de Piscis, que se entrega tanto que “impresiona” un poco a quien cree tenerlo todo bajo control. Pero si hay alguien que puede descolocar a Leo, este es Piscis. Pero el signo más acuoso del zodiaco sabe que puede aportar al más reverenciado, unas dosis de amor y humor considerables y eso a Leo siempre le viene bien. Así que lejos de combatirse, tienen que hacer el amor.
Pensar con la cabeza y sentir con el corazón es la consigna, la mejor salida para un entendimiento exento de tensión y drama, que esta vida solo se vive una vez.