La sensible, profunda, misteriosa naturaleza del primer signo de Agua: Cáncer, desde su más tierna infancia.
Signos de Agua: guía para educar a Cáncer
Cáncer
Primer signo de Agua y aprendiz emocional. Vivir entre algodones es la máxima del nativo de este signo tan sensible, porque ir del mullido vientre materno a un hogar confortable y seguro es la base de su felicidad. ¿Cómo sale a la luz el pollito Cáncer?, pues con cuidado, buscando a mamá, su calorcito y su amor. Por lo tanto, toda la infancia de Cáncer es una historia de amor con sus raíces, con su familia, con su hogar. Muy sensible al contacto exterior, necesita cada día sus dosis de mimos, y que sus padres comprendan que es un ser “especial, delicado, sensitivo y soñador” y que la vida tiende a ser la imagen de lo que idealiza. Si sus padres y educadores lo tienen claro, ya veremos emerger a Cáncer con la confianza absoluta de que todo va a ir bien. Pero como nadie nace aprendido habrá que enseñar a este angelito que tal vez, a lo mejor, puede que…, la vida no siempre esté a la altura de lo que aspira y cuanto antes lo comprenda más efectiva será su adaptación social.
El dramatismo típico de Cáncer no es otra cosa que el dolor, porque nada es tan bonito ni tan fácil como se imaginaba, y porque el mundo, a veces, es ¡tan inhóspito! Así que, lejos de que se trate de un capricho, es en realidad una especie de nostalgia interna ya que bajar a la tierra resulta desconcertante.
Es un signo lunar, por lo tanto cambiante, y una educación basada en la reafirmación personal le será especialmente útil. Dicen de este signo que es posesivo, lunático, susceptible, pero ¿quién no lo sería si sobre sus espaldas recayese el compromiso de empezar a entender lo que son las emociones?
Porque esta es su tarea, y ¡que se lo cuenten a un chiquillo de 4, de 6 o de 10 años, que lo que quiere es que mamá y papá se lo expliquen! Por lo tanto si en casa no le entienden, ¿qué idea se va a hacer del mundo?
De momento necesita ir paso a paso, que no le aceleren los procesos de crecimiento, porque tiene un metabolismo lento, tiene que comer, digerir con calma; jugar en casa con cualquier cosa que alcance su imaginación, tiene toda la magia en la cabeza, y lo que le atrae y le seduce es lo que puede conseguir mediante su ilusión y la conexión con sus sentidos. Es más proclive a lo sensitivo, a lo que se ve bonito, luce y suena bien, que a los cachivaches que hacen mucho ruido o en los que se tocan muchas teclas. Los libros interactivos le permiten tocar, pintar, escribir. La plástica puede ser un excelente medio para desarrollar sus habilidades manuales, o amasar harinas, disfrutar inventándose recetas de cocina o diseñar su habitación, escoger sus colores favoritos, organizar su mundo, su espacio.
Cáncer suele ser muy casero, pero lo que en realidad busca es ordenar su mundo emocional con los patrones adquiridos, por lo tanto se va a fijar mucho en quien pretenda enseñarle, necesita referencias sólidas. Posee un mundo interior repleto de imágenes y desarrolla sus tendencias personales a partir de esas referencias. Por eso suele decirse que cuando el mundo no cumple con sus expectativas se mete en su interior y solo sale cuando las cosas mejoran. De ahí podemos extraer que frente a un conflicto no va a dar el primer paso, ni para reprochar, ni para solucionarlo, se tomará un tiempo prudencial y hay que dárselo para que salga de su ensimismamiento.
La naturaleza Cáncer es bondadosa, parsimoniosa, soñadora e intimista. No va a ser la primera que salga a reivindicar, a menos que lo que esté en juego sean sus intereses personales. Es por ello que hay que ayudarle a salir de los personalismos excesivos, que aprenda a confiar en los demás. Eso lo hará muy bien en el periodo escolar, es una etapa que reforzará su lugar en el mundo y veremos a Cáncer hacer camarillas, juntarse con personas afines, pero al fin y al cabo, sociabilizarse.
- Se siente a gusto entre personas que buscan su perfil más tradicional, más de “estar por casa”, con quien no tiene que estar compitiendo por la ambición de ser el primero y con quien respeta su ritmo y sus “lunaciones”.
- Sus mejores cualidades: su especial sensibilidad, su empatía, su delicadeza, te facilita la vida.
- Las peores: sus cambios incontrolables de humor, su posesividad, pensar mal y creer que acierta.