Los 3 signos de Tierra, Capricornio, Tauro y Virgo son el final de la etapa de un elemento que lleva el sello de la perfección.
Triada de tierra
Capricornio
(22 de Diciembre al 20 de Enero).
Primer signo de Tierra en el Zodiaco Constituyente, (por elementos), que conecta con la materia y donde se concretan las tareas de los tres ciclos precedentes: la Voluntad de acción del Fuego; los Deseos del Agua y la fuerza Mental del Aire.
Con Capricornio la personalidad es rica en teoría, pero poco experta en la acción, por lo que en ese estado evolutivo deberá estar dispuesta a pasar de la teoría a la práctica y activar el valor del Yod-He-Vav-He, los 4 tiempos de cualquier iniciativa y puesta en escena de la voluntad.
El programa de Capricornio consiste en crear los arquetipos necesarios para que las formas sociales, físicas, la construcción material del edificio, se hagan con máximas garantías de solidez. Saturno-Binah, es su planeta y responsable del marco que permite cohesionar, organizar, estructurar y consolidar las edificaciones.
Capricornio es un referente, un padre, un jefe a quien se acude en busca de soluciones, dispuesto a ayudar en los problemas que se le plantee. Su fuerza de voluntad está enfocada hacia la construcción, con poco tiempo para los detalles porque sabe que debe centrarse en objetivos concretos, en realidades sólidas.
Carga con mucha responsabilidad, sea lo que sea a lo que se dedique, su prioridad será hacer las cosas bien. Más alejado de la emoción porque le toca tener los pies bien anclados. La metafísica no suele formar parte de sus intereses, pero cuando descubre el mundo de la espiritualidad, se convierte en el más firme constructor de realidades sutiles y será capaz de construir un imperio, tanto en la tierra como en el cielo.
Le corresponde la columna vertebral, la estructura ósea y los dientes.
Tauro
( 21 de Abril al 20 de Mayo).
Segundo signo de Tierra y la etapa de interiorización de ese elemento que se presta a la construcción de las realidades materiales. Tauro es el penúltimo de los signos, ha vivido ya muchas experiencias, y teniendo toda la teoría del mundo, toda la información y después de practicado, (Capricornio), llega el momento de disfrutarla.
Ha pasado por la experiencia moral de la etapa Fuego; como apañárselas con las emociones en la etapa Agua; ingeniárselas con las ideas con la etapa Aire y finalmente, cansado de tanto luchar, le toca al fin descansar, gozar de los placeres estéticos, sensuales, intelectuales, sentimentales y materiales.
A Tauro le toca vivir de rentas, ser un mecenas, tener licencia para gozar. Su terquedad se debe a su insistencia en el merecimiento de que lo escuchen, lo sigan y lo “mimen”. La etiqueta de “comodón” la lleva con orgullo porque se sabe merecedor de las bondades de la buena vida.
Venus es el regente de Tauro, de quien recibe un profundo sentido de la estética, del refinamiento, y una gran sensibilidad artística. Conectado con el mundo de los sentidos y los deseos, un Tauro evolucionado será el que impulse el amor, la filantropía y la generosidad. La parte más instintiva de Venus promueve el impulso del deseo cuando trata por todos los medios conseguir lo que quiere a cualquier precio.
Huye de la improvisación, es lento y paciente, demuestra mucha seguridad. Con capacidad de análisis, de concentración y perseverancia. Tauro es un buen analista, un financiero, contratista, experto en estética o en cualquier expresión artística. Despierta muchas simpatías y favorece el trato social. Si deseas pasarlo bien y sin prisas, pon un Tauro en tu vida.
Corresponde al cuello y al pecho.
Virgo
(24 de Agosto al 23 de Septiembre).
Después de pasar por once ciclos anteriores llega el momento de desprenderse de todas las experiencias acumuladas. La etapa de Virgo es como la época de las grandes “rebajas”, el momento de la liquidación existencial para emprender un nuevo ciclo de experiencias.
La desidentificación con la materia es el principal objetivo de este signo de Tierra y esa condición no resulta nada fácil porque después de haber trabajado tanto, renunciar resulta, como poco, dramático. Por esta razón es un signo muy complejo, lleno de contradicciones, a caballo entre la necesidad de desmenuzarlo todo y la liquidación, la renuncia y el desinterés. Finalizar una etapa equivale a recapitular lo aprendido y eso es lo que caracteriza este signo tan “anciano” del Zodíaco.
La vida de Virgo tiene un cariz muy distinto vista desde la perspectiva de los 20, o desde los 50 años. Poco a poco deberá acceder a planos de consciencia más elevados. Es una naturaleza sumamente experimentada, con la impresión de tener un fardo sobre la espalda, pero teniendo que desprenderse de experiencias que le gusta contar y en las que recrearse.
Virgo transmite, es un experto maestro, docto en cualquier cosa que se le antoje. El problema surge cuando rehúye de la innovación y teme “despojarse” de las cosas o situaciones y se muestra receloso, avaro, maniático, se agarra a la vida como si tuviese que arrebatarle “algo”.
Regido por Mercurio, utiliza al planeta de la comunicación para establecer un diálogo interno con el Yo profundo, alquímico, que al final debe proyectarse al exterior. Es sumamente inteligente, hábil y cuidadoso en todo lo que hace, lógico, es fruto de una acumulada sabiduría que expresará de múltiples maneras.
Representa el sistema digestivo.