Las lecciones de Saturno pueden promover y afectar las grandes decisiones geopolíticas de los próximos años.
Saturno y su Hoz
Saturno es el gran maestro de la técnica de choque que reza: “al revés te lo digo y te lo impongo, para que lo entiendas”. Su representación gráfica en la mitología es la de un anciano de larga barba blanca en actitud severa con una hoz en la mano, símbolo de la siega que realiza a todo lo que está fuera del amparo de su Ley.
Su tránsito en Piscis de 1993 a 1996, marcó notables acontecimientos, de los cuales enumeramos los más significativos y positivos en un artículo anterior. Destacamos entre otros, los acuerdos entre Israel y Palestina que llegaron a firmar un tratado de paz o, en todo caso, de no agresión, que, como podemos comprobar, se ha esfumado.
Se consolidó la Europa de los “Quince”, con la pretensión de formar un bloque de unidad para promover intercambios sociales, culturales, económicos, tecnológicos, etc…, basados en un mayor nivel de empatía y cooperación…
Pero, a día de hoy, si repasamos la hemeroteca de entonces, ¿cómo está el mundo ahora respecto a todo lo que se fraguó hace 30 años?
Pues que la globalización ha dejado enormes diferencias de clases; el nivel de conciencia sigue dejando mucho que desear; el estado de bienestar está en claro retroceso; los enfrentamientos bélicos se han recrudecido y aumenta la escalada de violencia. Muchos de los escenarios de guerra de aquellos años siguen tristemente activos tres décadas después… por poner solo algunos ejemplos.
¿Y qué puede hacer Saturno al respecto para imponer orden en todo este caos?
- ¿Podemos evaluar la posibilidad de que vuelvan a sentarse israelíes y palestinos para acatar la paz?
- ¿Podemos creer que se tomen medidas para mejorar el estado del bienestar, de la salud, de la economía, de la sostenibilidad, etc.…?
- ¿Podemos pensar en que va a imponerse el sentido común, la solidaridad, para que se incrementen las ayudas comunitarias y que cese el goteo de un éxodo migratorio que está costando tantas vidas?
- ¿Podemos imaginar que se pongan de acuerdo Putin y Zelensky, sin más injerencias externas y pacten el final de la guerra?
Si bien Saturno en Piscis no es la panacea, pensemos que va a colocar las cosas en su sitio, y que su influencia puede ayudar a zanjar disputas, desequilibrios, poner freno al descontrol en cualquiera de sus manifestaciones. Espero que no actúe con la misma severidad que lo hacía con sus hijos, a los que devoraba por temor a que le quitaran el cetro, solo Júpiter pudo desafiarlo y destronarlo. Por lo tanto, Saturno en los dominios de Júpiter, -es el regente de Piscis-, va a tener que entenderse con lo que representa la expansión, la libertad, el poder ejecutivo y el liderazgo. Podemos asistir pues a una lucha encarnizada entre mantener lo antiguo, la tradición, el pasado, frente al desafío del futuro, de la modernidad, de la expansión de nuevas corrientes de pensamiento y de sentimientos.
Es cierto que Saturno representa la vieja guardia, las grandes instituciones que quieren seguir perpetuándose en el poder, pero también simboliza la prudencia, la sabiduría de la experiencia, la madurez. El colectivo de la tercera edad es uno de los protagonistas de este tránsito. Sus reivindicaciones pueden ser efectivas, son las voces que claman por sus derechos y hay que escucharlas. Nuestros mayores deben ser más respetados y menos “aparcados”, son historiadores acreditados que aportan su conocimiento a la sociedad. La energía saturnina puede tanto mantener, como reprender, conservar lo válido como lo caduco, estructurar y reprimir, como también crear leyes de protección a los menos afortunados. Equilibrar estas tendencias que pueden parecer antagónicas, no resulta nada fácil.
¿Cómo hacerlo?: pues sacando provecho de las enseñanzas del pasado para aplicarlas al presente, porque las referencias nos permiten extraer conclusiones para determinar lo que es válido y lo que no lo es; moderar, medir, controlar sin excederse; calcular para evitar el derroche; ambicionar sin perder el norte y vivir sin temor a envejecer, ¡pura alquimia!
Recordemos una vez más, que Piscis es el signo que representa a toda la humanidad, y el encargado de volcar sus emociones, sus atenciones, su capacidad de amar, a toda la sociedad. Es el gran “sacrificado” del Zodiaco. Saturno en Piscis va a suponer una revisión de las cláusulas de nuestros contratos, nos va a ayudar a reconsiderar nuestras líneas de actuación para ver si son coherentes respecto al programa de vida asignado. A Saturno hay que respetarlo, no temerlo, porque aliarse con el “maestro” siempre acaba saliendo a cuenta para sacar más ventajas que inconvenientes cuando no hemos aprendido la lección.
Todos los signos van a tener a Saturno en un sector determinado, lo que veremos en un próximo artículo. Pero sin duda las personas Piscis van a ser las que más van a notar “las virtudes y las tareas” que proponga este arquetipo a lo largo de los próximos casi mil días de su estancia en Piscis.
Próxima entrega:
Saturno en las Casas para cada signo. (3)