Descubre por dónde van las compatibilidades de Géminis con sus compañeros zodiacales; ¿Con quién se conectará mejor?
Géminis, la exteriorización de las ideas
Géminis representa el estadio de exteriorización de las ideas al ser el tercer signo de Aire según la Astrocábala. El mundo para este signo es un vasto campo de prácticas en el que debe lucirse después de haber acumulado mucha información. Por eso Géminis tiene fama de pretender saberlo todo, de querer estar en todas partes, de ser dual como representan sus dos arquetipos, Cástor y Pólux, los hermanos mitológicos que se intercambiaban para estar unas veces en la tierra otras en el olimpo. Pero lo cierto es que es el signo más adaptable del zodiaco, con acceso a los medios de comunicación, influenciando a la sociedad como nadie y dotado de medios intelectuales que le permiten expresar sus brillantes ideas.
Géminis dispone de una fuerza de persuasión encomiable. Es el gran vendedor, el facilitador por excelencia, domina la estrategia y la palabra. El problema se plantea cuando pretende vender hielo a los esquimales, cuando sus argumentos están por encima de los del cliente y quiere imponer su propósito.
Sus principales virtudes: su deseo de autenticidad, de legitimidad, su efectividad, su optimismo.
Su principal defecto: creerse precisamente en posesión de la verdad absoluta y utilizarla para sacar provecho.
Géminis con Aries
Van a ser excelentes compañeros de ruta si Aries está dispuesto a dejarse “engatusar” por un espíritu tan lúdico y atrevido como él, pero con más experiencia. Hay que aprender de todo el mundo. Solo le falta a Géminis tener a un Aries cerca para elevar su atrevimiento e ir a por todas sin pensar mucho en las consecuencias; bueno, Géminis las tiene claras, Aries no.
Dos espíritus inquietos y con ganas de más, que pueden embarcarse en mil historias solo por el placer de contarlas; solo habrá que buscar a alguien más pragmático para poner “orden” en una vida tan distraída.
Géminis con Tauro
Al borde de un ataque de nervios puede estar Géminis cuando Tauro se tira dos horas en el baño, o para comer, o para moverse del sofá, algo que él suele hacer en quince minutos. Pero la “slow life” conviene mucho a este signo que sufre a menudo de incontinencia verbal o de movimiento, porque cuando pones a Tauro en tu vida es que debes aprender a respirar, a hablar, a vivir con más calma. El silencio no es opcional, es una necesidad para tomar aliento y vivir sin tanto estrés, y estas consignas pueden ayudar a Géminis a ser mucho más longevo.
Géminis con Géminis
De cara hacia fuera, fantástico, pero de puertas para adentro, ¿quién cederá ante los dispersos proyectos o entretenimientos, las tertulias interminables, los viajes que te llevan a la playa o la montaña y todos los argumentos para defender ideas que pueden ser opuestas, y que “venderá” como la mejor opción? ¡Uf! Un tándem que puede ser muy efectivo si cada uno tiene un rol asignado y lo respeta para no pisarse el terreno.
La clave: estar dispuest@ a pactar amorosamente cualquier propuesta.
Géminis con Cáncer
La gran capacidad de Géminis para adaptarse al medio le tiene que servir de algo a la hora de comprender al sufrido Cáncer que cuida con esmero y hasta la saciedad de todos los detalles, que a Géminis se le escapan en casa.., y que glosa tener súper controlados fuera.
Le vendrá bien tener detrás a alguien que ponga orden en su disperso mundo, y como todo se pega, tal vez aprenda Géminis a valorar mucho más los detalles y a analizar con cariño los frecuentes cambios de humor del digno representante de las emociones en plena divagación, y es que, ¡o aprendes o te vas!
Géminis con Leo
Una relación de alto rendimiento que a la hora de sociabilizar es especialmente eficiente, y aunque Leo prefiera tener más intimidad, es un dúo muy interesante que enciende los motores de la pasión por hacer cosas nuevas; pero hay que hacerlas bien, no a cualquier precio o de cualquier manera, porque es lo que Leo, más que aconsejar, “exigirá” para que la vida luzca mejor y para que no se pierdan detalles que sí tienen importancia y que posiblemente Géminis no tenga muy en cuenta. Pero no cabe duda que serán excelentes motivadores.
Géminis con Virgo
Comparten planeta regente, Mercurio, y son dos inteligencias frente a frente. La profundidad del pensamiento de Virgo puede ayudar a la mente rápida de Géminis a ser más reflexiva; Géminis solucionará ese gran y terrible “problema” cuando el “sufrimiento” de Virgo sea prácticamente “intolerable”, todo debido a su falta de control. Una tragicomedia o un vodevil, según se mire y se relativice.
Una unión muy interesante, si se pactan manías y enfoques, si nadie ejerce el control y todo se hace sin impaciencias, sin eternizarse y sobre todo sin críticas.
Géminis con Libra
Dos signos afines pero muy diferentes en la forma de expresarse. Géminis le va a dar marcha a Libra para que no se eternice con las dudas, para que su relación no entre en bucle y se base más en las afinidades que en las disparidades.
La rapidez choca con la delicada discreción y parsimonia de Libra; es que las cosas a fuego lento hacen el mejor “chup chup” y son más ricas. Pero estos argumentos pueden ser la guinda de una consagrada y eterna retórica entre dos personalidades de Aire, ¿quién convencerá a quién?
Géminis con Escorpio
Juzgar a la ligera las profundas e insondables emociones de Escorpio, es una afrenta imperdonable y aflige, sin duda, su enigmática naturaleza, a menos que Géminis tenga el detalle de darle toda clase de explicaciones que le ayuden a encontrar el sentido de la vida y del esfuerzo que supone superar la susceptibilidad; será entonces cuando las motivaciones para seguir junto a este divertido Géminis, con el que puede pasarlo bien y ser feliz, se convierte en su cruzada.
Esta relación tendrá la oportunidad de afianzarse cuando su propósito sea realmente aprender a confiar pacientemente en el amor.
Géminis con Sagitario
Los opuestos pueden repelerse, pero en este caso está claro que se atraen como imanes. Géminis y Sagitario son personalidades que van a saber sacar el máximo jugo a las experiencias gracias a su idea de comerse el mundo, de buscar nuevos alicientes, de viajar, de moverse, de ir más allá de los límites y disfrutar juntos de las aventuras. Es un tándem que tiene futuro.. a menos que el vuelo sutil de las alas de una mariposa ensimisme a Sagitario y se lo lleve al otro lado del mundo… pero en ese caso Géminis, de todo ello, tampoco hará un drama.
Géminis con Capricornio
Un enigma para quien no esté dispuesto a pasar por el orden “constitucional” que impone Capricornio; pero Géminis sabe vender su historia, colocar sus argumentos y desarmar hasta a un “hueso” como este director de orquestra que trata de controlarlo todo. Puede ser divertido observar a estas dos personalidades tratando de convencer al contrario y buscando justificaciones donde las haya para soltar la última palabra. Pero de palabras está hecho Géminis y de hechos Capricornio. ¿Quién se reconciliará con quién?, ¿quién será el primero en romper el hielo cuando se ofusquen? Yo lo sé, ¿y tú?
Géminis con Acuario
Lo mejor para que esta unión prospere es que Géminis haga gala de su eterno y fantástico humor para quitar hierro a la solemnidad del pensamiento del saturnino, a menos que se trate de un Acuario más uraniano.
Son dos signos de Aire, deben y pueden entenderse de maravilla, siempre y cuando Géminis escuche pacientemente las mil explicaciones que le dé su compañero de asiento cuando trate de exponer el “Ser o no Ser” o el quid de cualquier cuestión; Acuario por su parte deberá aprender a moderar su carga de profundidad y reírse de su propia sombra.
Géminis con Piscis
El dramatismo de Piscis le viene grande a Géminis que, aunque siempre esté dispuesto al diálogo, las interminables historias sentimentales de Piscis le acaban agotando, y una de sus salidas puede ser. “¿aún estás así?, ¿aún no lo has superado? Pero Géminis tiene que entender que Piscis aún está elaborando experiencias en el ámbito emocional y Géminis ya las tiene superadas, o eso cree.
Una unión bien interesante si hay ganas y motivación para integrar esas naturalezas tan distintas y a la vez tan enriquecedoras. Uno debe entregarse al amor, el otro relativizar situaciones, y ya sabes quien.