Tránsito del Nodo Norte en Tauro - 2022/2023
El signo de Tauro
Para explicar lo que remueve el Nodo Norte en Tauro habrá que explicar primero lo que Tauro simboliza como arquetipo zodiacal. Todos tenemos nuestra parcela Tauro en la Carta Astral y de ahí sacamos muchos beneficios, porque es un signo regido por el amable Venus, que representa el reposo, la vida placentera, la alegría, la abundancia, entre otras cualidades. Tauro, decimoprimer signo del Zodíaco constituyente y segundo del zodiaco constituido, su función es aprovechar todos los recursos disponibles para disfrutar de la materia y gozar de los placeres estéticos, sensuales, intelectuales, sentimentales y materiales. Como suelo decir a los Tauro que me consultan: “Tienes licencia para gozar, utilízala al máximo”.
La figura más tradicional de Tauro es la de “rentista”, pero también la de filántropo, es quien ayuda a la sociedad a aprovechar sus recursos en pro del bien común. Venus en el Árbol de la Cábala se sitúa en Netzah y de allí recibe un profundo sentido de la belleza en todas sus manifestaciones, al estar conectado con el mundo de los sentidos y los deseos.
Tauro posee cualidades muy visibles, capacidad de análisis, de concentración, de perseverancia, con un buen olfato para las finanzas, ya que es el signo de la banca, de los valores, del amor por todo lo que hace y a lo que se entrega. Tauro viene a lucirse y a disfrutar de una total libertad para crear y construir el mundo a su antojo.
La parte más controvertida de Tauro refleja una falta de consideración, o la pésima utilización de sus valores, de sus cualidades y de su libertad.
Nodo Norte en Tauro: propósitos
Todo lo que anhela Tauro o esa parcela activa por el Nodo Norte en una Carta Astral, se puede ver alterado con este tránsito, cuando el aspecto o la visión de la riqueza, de la recompensa o del descanso se anuncian alteradas, movidas, descontroladas y la renuncia a ciertos placeres amenaza con trastornar la existencia. Parece que todo puede ponerse en su contra, pero solo es una forma de verlo, una apariencia, ya que los astros no tienen ninguna intención de fastidiar, solo pretenden dar pistas acerca de lo que hay que cambiar, renovar, liquidar, revisar, reconducir, redimensionar…, todo para sacarte de la zona de confort y que evoluciones.
Es cierto que la idea de cambio no es lo que más entusiasma a este condescendiente arquetipo de Tierra que se instala en la comodidad, y anunciarle que tiene que movilizar sus recursos, eliminar lo que le sobra, se trate de kilos, de situaciones de estrés, de deseos, de relaciones, de compromisos que ya no le caben ni en la cabeza, ni en el corazón, ni en la cartera, no resulta nada fácil. Pero Tauro ya viene entrenado desde la entrada de Urano en su signo, por tanto, el Nodo Norte solo le va a poner las cosas un poco más claras acerca de lo que conviene y lo que no. No hay escapatoria, sí o sí hay que rascar, romper con el pasado y liberarse de tendencias contrarias e inoperantes.
Se trata de crear nuevos enfoques, cambios en el entorno, oportunidades a partir del caos y no resulta nada fácil. Esto es lo que supone tener la Cabeza de Dragón en Tauro.
Y quien crea que está de vuelta de todo, evitando intervenir en asuntos que requieren su incumbencia, languideciendo cuando se le solicita, aferrado a procesos ya caducos, o esperando a que sean otros los que se activen, pensando que las movidas no les afectan, que no va con ellos, son los que más pueden notar los efectos devastadores de esta incursión nodal.
La última vez que se dio este tránsito fue entre abril de 2003 y diciembre de 2004. Es útil revisar lo que sucedió entonces, o debía haber sucedido y que ahora tiene posibilidades de repetirse o de cumplirse.
Como Tauro representa la etapa de los goces ganados a pulso, los valores personales, las cuentas bancarias, el dinero; puede resultar provechoso ahorrar, como tener la seguridad de que los propios valores están a buen recaudo, y no solo en una cuenta corriente o bajo el colchón, sino teniendo la percepción de que todo depende mucho más de uno mismo, del grado de implicación personal.
Los Nodos ponen a prueba el amor y el temor; la voluntad y la confianza; el miedo a perder. Resulta imprescindible reafirmarse ante el goteo incesante de información que desequilibra el discernimiento, la comprensión y la protección, que muchos medios emplean para atenazarnos.
Nada es más seguro que la percepción de una realidad basada en la propia fortaleza interior.
El Eje sobre el que se manifiestan los Nodos, Norte y Sur, en Tauro y Escorpio, es uno de los más controvertidos y profundos, porque pone en jaque el poder de regeneración como veremos en la próxima entrega del Nodo Sur en Escorpio.