La Astrología Cabalística, ciencia que estudia el programa de los 12 signos zodiacales según el método Kabaleb, analiza los signos del zodiaco constituyente, es decir, teniendo en cuenta el orden de los elementos; esto es empezando por los signos de Fuego, descubriendo qué nos aportan los signos de Agua; la visión de los signos de Aire, y la experimentación de los signos de Tierra.
Cada signo según su emplazamiento y su elemento tiene asignado un programa específico, y descubrirlo nos acerca a una realidad interna que nos ayuda a alinearnos con nuestro propósito de vida. No se trata de una astrología predictiva, sino una ciencia astrológica que estudia los pormenores de cada arquetipo y su influencia en la naturaleza humana.
Saber qué tarea hemos venido a hacer, qué compromisos hemos adquirido, qué material lumínico manejamos y qué responsabilidades hemos adquirido, nos permite conocernos mejor y utilizar nuestros dones, y por lo tanto, dar grandes saltos de conciencia, además que agilizar nuestras relaciones personales. Si entiendo mejor a mi interlocutor y su tarea humana, también lo aceptaré mejor. Si desde la tierna infancia se enseñase esta ciencia y cada infante conociese sus dones, sus capacidades, sus debilidades, le ayudaría a reforzar su carácter, a escoger mejor sus vías de desarrollo personal y a relacionarse mejor con el entorno. A lo largo de los años he tenido el privilegio de aconsejar a algunos estudiantes en la elección de sus estudios o en la orientación de sus carreras profesionales, y puedo asegurar que lejos de atribuirme el mérito, he podido comprobar que al abrirles el abanico de dones y posibilidades reales adscritas a su programa de vida, todo les ha resultado mucho más fácil, les ha funcionado, porque la astrología cabalística es una herramienta mucho más precisa de lo que la gente se imagina.