Piscis, ese ser encantador, sutil, eterno enamorado de la vida, cuando no consagrado sufridor por una humanidad que va a la deriva… ¿Quién lo va a entender, adorar y adoptar para toda la vida?
Piscis, la necesidad de amar
6º signo del Zodíaco constituyente, por elementos, y el 12º del Zodiaco natural o constituido. Con Piscis llegamos al final de una etapa de emociones que salen de estampida y se derraman al exterior como si se tratase de un surtidor, después de dos etapas de aprendizaje, (Cáncer y Escorpio), todo sale a raudales.
En Piscis hay una necesidad incontrolable de amar, a alguien, a algo y así sus pasiones se proyectan con fuerza, del pasado al presente, sobre quienes tienen la suerte de cruzarse en su camino. Su naturaleza es exuberante, Piscis no suele romper relaciones, las transforma; todos en su vida acaban siendo esos amores con los que seguir manteniendo esa eterna amistad, es parte de su programa humano. De hecho, Piscis es el más capacitado para comprender las debilidades humanas. Pero las cosas se complican cuando no consigue “cuantificar” ese caudal emocional que le lleva a inundarlo todo con su presencia, y puede ser portador de buenas noticias, ser una fuente inagotable de optimismo, como todo lo contrario cuando se identifica excesivamente con los problemas y situaciones ajenas descargando su potencial de forma absorbente y dramática, convirtiéndose en el experto “sufridor” del Zodiaco.
Su experiencia fundamental consiste en aprender a desprenderse de los lastres del pasado para pasar a la fase de construcción de la realidad con las herramientas que le ayudarán a pasar página: la lógica, la coherencia y la razón. Es por ello que a menudo le tocará vivir la experiencia del desapego.
En ese punto del Zodiaco la voluntad ha decidido experimentar con un elemento radioactivo como es la intensidad sentimental, y resolver ecuaciones emocionales nunca resulta fácil. Es por ello que Piscis es extremadamente sensible, afable, influenciable, imprevisible, inestable, abnegado, desinteresado, o acaparador, posesivo, encantador.
Es, principalmente, el signo de la humanidad, la última etapa que nos prepara para pasar de lo individual a lo colectivo. Su planeta regente es Júpiter, en co-regencia con Neptuno.
Piscis con Aries.
Principio y fin en el Zodiaco, dos naturalezas muy capaces de ser excelentes colegas cuando existe un respeto implícito, porque Aries no va a entender las emociones de Piscis y este no puede pretender descargar su torrente sentimental en un signo que no tiene demasiado tiempo para encajar semejante desbordamiento. Pero entonces, ¿qué futuro les espera? Pues descubrir que juntos, -pero no revueltos-, pueden pasarlo genial jugando y conjugando sus tan dispares personalidades.
Piscis con Tauro.
Le va a sentar bien a Piscis la naturaleza más tranquila y práctica de Tauro, sobre todo a la hora de desconectar de tanta intensidad emocional; cuando busque el reposo después de algunas batallas sentimentales, o cuando necesite ver la vida desde otro prisma, más confiado en que todo se resuelve, en que todo va a estar bien.
Piscis con Géminis.
Para un nativo que se explaya emocionalmente y uno que habla por los codos, las horas no tienen fin, el tiempo se dilata entre sueños y proyectos. Puede que no hablen el mismo idioma, pero ¡qué más da cuando el interés por compartir está por encima de cualquier individualismo! Una unión que el tiempo irá madurando felizmente.
Piscis con Cáncer.
El vaivén de las olas del mar puede ser la máxima de estos dos signos que comparten elemento. Unas veces el temporal arrecia, estremece, otras la pasmosa calma aquieta la barca que acaba dando vueltas sobre sí misma. Aunque la quietud no debería convertirse en rutina, les conviene marcar pautas para evitar el descontrol. Una unión que debe hinchar velas y compartir el timón.
Piscis con Leo.
Piscis enamora a Leo con sus fantasías, ¡y a este signo no lo conquista cualquiera! Pero una vez encandilado, hay que darle más pasión y menos drama; más emoción y menos sufrimiento, y quien se atreva con ello va a disfrutar de un espacio creativo donde refugiarse y divertirse…a veces juntos…pero por libre y a su manera.
Piscis con Virgo.
Cuando le cuentas a Piscis que su espejo es Virgo, no da crédito, es que no se lo puede creer, ¿qué puede proponerle este signo tan metódico, analítico, este sabio solitario? Pues una buena dosis de esa seguridad que a Piscis le falta cuando en plena crisis siente que el mundo se derrumba bajo sus pies. Un tándem para toda la vida, porque si hacen el esfuerzo de comprenderse, si lo consiguen, seguro que es para siempre, ¡a ver quién se arriesga a cambiar!
Piscis con Libra.
Un nativo marcado por la impronta de Júpiter y Neptuno seguro que cae bien a quien anhela el amor, la belleza, la fantasía de un mundo ideal, cósmico y fascinante, y esa atracción va a ser un excelente punto de encuentro para una pareja que puede y desea disfrutar de la buena vida, de la buena mesa; es un buen augurio para quienes se embarquen en esta poética aventura.
Piscis con Escorpio.
Con infinita paciencia Piscis sabrá entender que su compañero Escorpio necesita tiempo para expresar sus sentimientos sin temor a que le hieran, por su tendencia a dar demasiadas vueltas a las cosas. Escorpio es tan profundo que corre el riesgo de perderse en los insondables laberintos de sus disquisiciones internas. La suerte de tener a Piscis cerca es que le va a ayudar a relativizar con ese amor incondicional que suele derrochar. Un tándem que puede dar buen resultado si ambos dominan sus ataques de ansiedad emocional.
Piscis con Sagitario.
Resulta tan apasionante como perturbador poner a un Sagitario en tu vida, porque aunque compartas “agente”, (Júpiter), vuestras aspiraciones no siempre coinciden, y el Agua y el Fuego suelen combatirse para ver quien convence a quien para escoger “playa o montaña”. En casa pueden liarla pero cuando se van de viaje el panorama cambia, es lo que tiene estar en las antípodas, te mueves, cambias, observas la vida desde otros ángulos y eso a los dos, os sienta de maravilla.
Piscis con Capricornio.
Será que buscas que alguien te organice la vida, te proponga ser menos efímero y más práctico, si has decidido compartir guión con un signo tan opuesto a tus ideales, porque si de algo sabe Capricornio es de echar cuentas para ver si estás aprovechando adecuadamente tus recursos, además de darte lecciones de cómo hacer listas adecuadas y efectivas para tus próximos planes. Pero para el amor y para convencer de que hay algo más que la dedicación al trabajo y la disciplina, ahí estás tú, rebosante de deseo y de diversión.
Piscis con Acuario.
Si te ha tocado un Acuario más uraniano que saturnino, estás de suerte, porque será más fácil que lo convenzas de tus intenciones de vivir el momento, y es posible que comparta de inmediato tu proyecto. Pero si te has juntado con el que pasa lista y no deja nada al azar, no insistas, que montarle una fiesta sorpresa para descolocarlo no será nunca la mejor opción, más bien te lo ganarás escuchando atentamente y por enésima vez su proyecto o su historia, convencido que no hay mejor amistad que la de alguien que se toma la molestia de explicarte las cosas 7 veces para que las entiendas bien.
Piscis con Piscis.
Amor, placer, ensoñación, libertad, intuición, impuntualidad, caos, generosidad, enamoramientos, todo cabe en esta relación que multiplica por dos las características de este nativo tan acuoso y tan difícil de controlar, los peces se escurren fácilmente. ¿Qué pueden hacer juntos y revueltos?, pues está claro, retozar, gozar de la vida, imaginar un mundo mejor, y ¡ya vendrá algún Capricornio, un Virgo o un Acuario a bajarles de la nube!.