La perfección llega a su fin, con un Virgo en casa hay que tenerlo todo listo, a punto, y será feliz.
Signos de Tierra: guía para educar a Virgo
Lo que se dice, enseñar, educar, aleccionar, no hace demasiada falta teniendo a un “ejemplar” Virgo en casa. Y nunca mejor dicho, porque su comportamiento es ejemplarizante, ¡llega con el manual prácticamente aprendido! Hay que entender que su naturaleza ha pasado por los 4 elementos, Fuego, Agua, Aire y Tierra, llegando a la clausura final, a la síntesis de todo lo aprendido en etapas anteriores, solo es cuestión que recuerde de lo que es capaz. Destaca unas veces por su modestia, otras por ser un pozo de sabiduría desde su tierna infancia. Es mayor de pequeño, y de adulto conserva una línea eternamente joven, como si el tiempo se parase para darle más minutos que a nadie para saborear los últimos placeres de su existencia como Virgo.
Es un alma grande, vieja, atrapada en un cuerpo y una psique que debe volver a aprender lo más básico, aunque se las sabe todas. Es fácil vivir con Virgo mientras le dejes su espacio, evites invadir su pretendida autonomía y soledad cuando desea estar consigo mismo. Es un signo regido por Mercurio, el alquimista, que sabe dar respuestas, explicaciones y demostrar sus dotes mentales, sus habilidades para hacerse con el medio. Pero nada de grandes acumulaciones de gente a su alrededor, todo en la intimidad.
Es afable en la medida que se entiende que su talante es de eterno profesor que viene a dar clases magistrales. Virgo sabe dar, a su manera, aunque a veces hay que recordárselo, viene a compartir, a ceder, a facilitar apoyo. Su necesidad de orden, de método, de buscar y encontrar respuesta a todo, es una auténtica necesidad que espera que le faciliten sus padres y compañer@s de vida; si no pregunta, no se comunica, podéis pensar que ya se lo sabe y no necesita cuestionar nada. Su personalidad es profunda, con grandes inquietudes, aunque se acostumbre fácilmente a la rutina, con Virgo nunca se sabe, a veces las apariencias engañan
Pero hay que cuidar como se le dicen las cosas, es muy susceptible, sobre todo cuando se duda de lo que sabe. Lo de “calla niño que tú no entiendes”, además de ser antiguo, es lo opuesto a lo que quiere escuchar, y se ofenderá, y le durará, es rencoroso cuando se ha dudado de su valía. No es que tenga las emociones a flor de piel, es que él ya sabe y hay que valorarlo. El joven Virgo puede ser aquel que conoce cosas, muchas cosas, y ¡en realidad no sabe de dónde las ha sacado!, es como si tuviera una enciclopedia metida en su interior. Las críticas le generan mucha frustración, pero hay que enseñarle: “si no te gusta recibirlas, tampoco las hagas tú”, es una naturaleza propensa a dar su opinión y a repasar la cartilla al primero que le contesta, pero es en muchas ocasiones demasiado reservado, se guarda demasiado las cosas y hay que ayudarle a expresar sus ideas y sus frustraciones.
Por regla general el temperamento Virgo en la primera infancia no suele presentar problemas si todo encaja a la medida de sus aspiraciones y, normalmente, pidiendo una sola vez las cosas se obtiene respuesta.
La disciplina forma parte de su manual de instrucción pero hay que descolocarlo a menudo para que no se anquilose, sobre todo en el aspecto emocional, porque puede mostrarse distante, frio incluso, no le gusta expresar sus sentimientos; pero a la hora de echar una mano, de ayudar sabrá estar a la altura.
En el colegio, si sus educadores entienden rápido que hay que otorgarle responsabilidades, será una persona feliz. Tiene una mente privilegiada y sus éxitos van a depender de las herramientas adecuadas que tenga a su alcance. Es eminentemente analítico y puede destacar en todas las habilidades cognitivas, los juegos, las lecturas, los retos que estimulen su capacidad mental. Hay que incentivar el contacto con la gente para que sus emociones interactúen. No le conviene aislarse, o que tenga demasiado contacto con las pantallas y las computadoras.
Virgo necesita encontrar las cosas en su sitio, disciplinarse con los horarios de comidas, su sistema digestivo es muy sensible. Comer y dormir a horarios fijos le resultará muy práctico, pero repito, hay que sorprenderle a menudo para que la costumbre no se convierta en una rutina contraproducente y que sus manías estén por encima de sus bondades.
En los momentos más densos, en pleno enfado, lo mejor es no insistir, acabará reconsiderando su actitud, porque enfrentarle a sus errores en caliente le genera demasiado “resentimiento”, es decir un sentimiento que se muerde la cola y en eso se puede eternizar. Hay que explicarle que nada es tan grave ni irremediable, que hay que saber perdonar y disculparse, pero primero tiene que interiorizar la situación, después podrá hablar de todo ello. Es una naturaleza muy autónoma y toda la información será bien recibida, la absorberá como una esponja. Con las antenas bien puestas, será un buen receptor y emisor, por lo tanto, ¡al tanto con lo que se le ofrece!
El desarrollo de su sensibilidad creativa es muy importante para que no se encierre en su mundo. Las relaciones humanas son su punto fuerte y su punto débil; es decir: puede ser muy locuaz, comunicativo si se le incentiva; pero puede sentirse fuera del mundo cuando la vida le falla, cuando los padres, las amistades no le entienden y parece que tiene el mundo en contra. Es una tendencia muy adolescente, pero en Virgo puede recrudecerse si no se comunica lo suficiente.
Tiene un sentido de la posesión y de la responsabilidad bien definido, no hace ninguna falta enseñárselo, al contrario, Virgo viene a “servir” a esa humanidad ávida de conocimientos.
- Virgo se siente bien cuando la vida es fácil, cuando no tiene que estar rogando lo que necesita; cuando se aligera su carga existencial y se le reconoce su maestría. Con los signos de Tierra lo tiene fácil, con quien debe medirse es con los signos de Agua, a los de Aire los tolera y los comprende, y a los de Fuego los repele, van demasiado rápido para su gusto. Pero poner un Virgo en tu vida es un estimulante, o lo admiras por todo lo que sabe, o lo analizas para entender cómo es su auténtica naturaleza.
- Sus mejores cualidades: su capacidad para servir, para buscar respuestas, para entender la humanidad desde dentro. Su gran trato humano, su capacidad de síntesis y su inteligencia analítica. Su sed de conocimiento; su integridad a la hora de aceptar las reglas y las tareas impuestas y resolver conflictos. Su generosidad y su entrega incondicional.
- Las peores: su lista de manías; su miedo a perder.., la salud.., su estabilidad.., su dinero. Su posesividad, sus interminables consejos: “ya te lo dije”, es una de sus frases más recurrentes. Su necesidad de perfección y la crítica sistemática.