El mes de Julio se sitúa cabalísticamente en el espacio de integración de las energías planetarias. En el movimiento Yod-He-Vav-He, el Yod es la primavera, el He, el verano, el vav el otoño y el 2ºHe el invierno. Este es un periodo de grandes experiencias que activa 3 elementos, el Agua del signo de Cáncer, el Fuego del de Leo y la Tierra de la etapa de Virgo, (para esta parte del continente, España, desde donde escribimos esta crónica).
Durante estas 3 fases astrológicas estamos asumiendo unas energías que nos permiten integrar diversas fases de nuestra personalidad. Agua-emoción, Fuego-Voluntad, Tierra-Cristalización, pero cada una en fases diferentes. Cáncer representa el cardinal del Agua, y por lo tanto el impulso de un elemento de difícil manejo. Leo es un signo de interiorización del Fuego purificador y la Tierra de Virgo, la liquidación de experiencias que nos llevarán a la etapa siguiente, Vav-otoño-Aire, y todo listo para emprender una nueva aventura en la que el buen manejo de los elementos debería permitirnos elaborar una obra repleta de excelentes oportunidades.
Hemos entrado en el mes de Fuego-Leo, una etapa que nos sugiere aumentar nuestra voluntad creativa, impulsar la conciencia hacia un despertar que eleve la vibración de nuestros propósitos humanos, para alinearnos con la energía del corazón. Pocas veces se tienen en cuenta que este es un periodo enormemente fecundo. La gente suele estar de vacaciones, -en muchos países- y nos perdemos oportunidades de revalorización personal por no estar atentos a las señales.
Pues hablando de señales, algo grande se está manifestando en el cielo astral, un precioso acontecimiento que puede ayudarnos a percibir y enfocar nuestra energía y alinearla desde la conciencia con el corazón del universo.
Una Gran Sextil que se origina desde la conjunción de Marte, y Júpiter, Mercurio está en Cáncer también, pero más alejado, en aspecto de 60º con Venus en Virgo, este con Saturno en Escorpio, Saturno con Plutón en Capricornio (orbe), Plutón con Neptuno en Piscis, (orbe) y este con la Luna en Tauro y ésta a su vez con la Conjunción Marte –Júpiter. Así se forma un hermoso hexagrama que representa esa energía de la Verdad y la autenticidad. Además de todo ello, los planetas en Agua, Cáncer, Escorpio y Piscis formando a su vez unos espléndidos trígonos y esa Estrella de David completa su trazado para guiarnos hacia las mejores oportunidades.
Teniendo en cuenta que para la Astrocábala el sextil es un aspecto Júpiter-Hesed, paradisiaco, esto incrementa el valor que le da la astrología clásica. Se traduce en una enorme ventana de oportunidades que generan enormes posibilidades de acción y de reconciliación con el poder interior. Reforzado por la presencia del Gran Trígono de Agua, aspecto Venus-Netzah, pueden emerger soluciones milagrosas, tomas de conciencia impactantes, reconciliaciones sonadas, el perdón de experiencias traumáticas y la liberación de muchas endorfinas para la humanidad.
Este gran sextil que no se forma desde hace muchos años en estos grados, (principio del fin de la Segunda Guerra Mundial, febrero de 1945), tiene una fuerza extraordinaria muchas veces superior a la del trígono por encontrarse en el Mundo de la Creación de las oportunidades. Teniendo en cuenta que dos planetas como Júpiter y Marte en conjunción están vibrando juntos, aumenta mucho su influencia, pero sus energías serán captadas sobre todo por aquellas personas que deseen dar un gran cambio a sus vidas, las que sean motores de voluntad para la sociedad. Este podría ser el principio de una nueva colaboración entre la parte consciente e inconsciente, para realizar grandes hazañas en las que el poder del amor, de la unión, de la armonía, todo atributos del sextil y de Hesed, sea una realidad constructiva. Y que todo ello se materialice, porque Plutón y Saturno son los planetas de la regeneración, el primero y de materialización el segundo. La Luna en Tauro ha de canalizar esas frecuencias y convertirlas en hechos, ya que sabemos la Luna-Yesod es la que permite que las fuerzas lleguen al parto final. Con las esperanzas puestas en alcanzar ese ideal, que nos transmite la energía de Neptuno, será así para quien crea y se mueva. Una vez más el cosmos esta confabulando, tramando algo grandioso. Confiemos en que sabremos estar a la altura.