La tierra tiembla, siempre ha temblado, pero ahora remueve más que nunca los cimientos de nuestra sociedad que tiene que despertar de su letargo. En una era de extrema especialización, de desarrollo de tecnologías de vanguardia, en una época en la que la prepotencia parece dominar todos los medios, asistimos atónitos a la devastación incontrolable de la naturaleza que socava las estructuras y nos descoloca. La furia de los terremotos está golpeando nuestras realidades, tangibles y emocionales, al cuerpo y al alma. Las ciudades físicas y anímicas se tambalean, nos sentimos desvalidos, el cielo se oscurece, nada parece seguro. Y somos muchos los que nos preguntamos, ¿a qué se debe toda esta debacle y qué significa?
Cuesta imaginar que todo ello tenga sentido, pero lo tiene y urge no sólo hacer un balance de lo que perdemos, sino también analizar por qué y para qué estamos viviendo todas estas experiencias, teniendo en cuenta que formamos parte del mismo plan evolutivo, y que por lo tanto lo que ocurre en el pueblo, país o continente vecino, también nos afecta.
Utilizamos el relato mitológico y su interpretación arquetípica para entender la profundidad de ciertos contenidos. Gaia, Demeter, (mitología griega), tiembla, pero su temblor, su sacudida proviene de las entrañas mismas de la Tierra, en la morada de Hades-Plutón, (hijo de Kronos-Saturno y Rhéa, hermano de Júpiter-Zeus). A Plutón le fue atribuido el sobrenombre de Príncipe de las Tinieblas al serle entregado el reino de las almas muertas, en la profundidad de las cavernas, donde reside la Hidra que tuvo que matar Hércules en su octavo trabajo. Plutón en el mundo subterráneo guarda una estrecha relación con el mundo de arriba, cuenta con la compañía de Core, (inocencia, ingenuidad), que cambia su nombre por el de Perséfona, (la que ama la oscuridad), al ser raptada por éste. Ese rapto, es lo que desata la furia de su madre, Demeter, que durante siete largos años manda azotes a la humanidad que se muere de hambre. Júpiter-Zeus, poder, abundancia, decide resolver el problema permitiendo que Core-Perséfona pernocte seis meses al año en el inframundo, otros seis en la superficie, es la luz que penetra en las tinieblas y permite el paso de las estaciones.
Ese relato mítico es nuestra propia historia. Nos permite comprender que en Plutón coexisten dos fuerzas de gran magnitud, la construcción y la destrucción. Plutón se va de un extremo a otro, de lo mejor a lo peor, del caos a la reordenación, pulverizando todo lo susceptible de ser regenerado porque anuncia un renacimiento.
La humanidad se mueve en esta dualidad, entre la luz y las sombras, entre el poder y la decrepitud, la gloria y el desplome. Plutón no puede convivir solo necesita la energía de Perséfona-Core para regenerarse, igual que el ser humano necesita utilizar la conciencia láser para iluminar sus tinieblas, descalabrarse para volver a reconstruirse, pero hasta que Demeter no brama, no desestabiliza el mundo, Zeus no actúa.
Plutón que contaba con un casco que lo hacía invisible para subir a la superficie y que utilizó para raptar a Core, nos deja claro que es una fuerza que esconde sus intenciones, nos acecha pero no le vemos. Sólo nuestra intuición puede percibir sus movimientos, por lo que corremos el peligro de ver como las estructuras se vienen abajo.
La entrada de Plutón en Capricornio desde diciembre del 2008 marca estos acontecimientos que no sólo afectan nuestra vida, sino la de toda la humanidad. Aclaremos que cuando hablamos de Plutón nos referimos al arquetipo que simboliza, no al planeta físico. Capricornio, signo de Tierra, representa la construcción de una estructura, se trate del edificio de la moral, de una relación o de algo material. Desde su primera incursión en este signo hemos asistido al desplome de cabezas coronadas, personas o empresas influyentes que parecían intocables y que, en contra todo pronóstico, se han venido abajo. Este goteo no va a parar, Plutón tarda muchos años en recorrer un signo, se quedará en Capricornio hasta el 2023, y de una manera o de otra aplica su “receta” a los sectores que necesitan regenerarse. Si bien encontramos a Plutón detrás de los cambios profundos, de las enfermedades, de las experiencias que remueven nuestra sociedad, su movimiento lento nos propone un viaje iniciático a las profundidades de nuestra psique y nuestras emociones internas.
Al igual que Hércules frente a la Hidra, que sólo pudo vencerla aplicando la consigna de su mentor: “Nos elevamos arrodillándonos, conquistamos entregándonos, ganamos renunciando”; asimilamos las experiencias cuando penetran con cierta intensidad, cuando nos marcan y no tenemos más remedio que aceptarlas y superarlas.
El poeta R.M. Rilke describe este combate de las fuerzas de las tinieblas y la luz con estas hermosas palabras:
Quizás todos los dragones de nuestra vida sólo sean princesas que esperan vernos hermosos y valientes. Quizás todo lo terrible sea en su ser más profundo, alguien desvalido que desea que lo ayudemos. Si mis demonios han de dejarme, me temo que mis ángeles también levantarán el vuelo.
Y después de todo nos preguntamos: ¿Cómo zafarnos de esta devastación?
Kabaleb decía lo siguiente respecto a Plutón:
“Si Plutón se limitara a regir las actividades del hombre después de la muerte, poco interés tendría estudiarlo respecto a las cuestiones de la vida. Pero la fuerza plutónica trabaja en aquello que está muerto dentro de nosotros, a fin de activarlo y ponerlo en estado de trabajar. La labor interna de Plutón le ha valido calificativo de planeta del inconsciente, ya que pone en marcha mecanismos internos que ignoramos. A menudo se le ha asociado a grandes catástrofes colectivas, a guerras y calamidades, que son en realidad subproductos de su actividad en el interior del individuo. En efecto, cuando Plutón recibe malos aspectos, es decir, cuando su actividad es inmoderada, excesiva, su celo en despertar a los muertos activa fuerzas que nuestra razón no consigue controlar y que son factores de desorden”.
El aspecto al que se refiere Kabaleb es, ahora mismo, una cuadratura que desde hace meses forma Plutón con Saturno. Si Plutón, hijo de Saturno, (planeta de la ley, de la estructuración y regente de Capricornio), se está enfrentando a su padre, este combate afecta las normas, se violan las leyes y tenemos que encajar el correctivo. Hemos abusado de nuestro poder, de nuestra ambición, gastado mucho y mal, y a todo eso nos toca ponerle remedio.
Un ejemplo lo tenemos en los efectos devastadores de las últimas catástrofes, que se manifiestan curiosamente después de la inoperancia de la cumbre de Copenhague y otros tantos intentos estériles de disminuir la pobreza o la contaminación. Estamos llegando al límite, son numerosas las voces que se alzan y que claman un reajuste de la situación planetaria. No podemos seguir ignorando las tempestades, las inundaciones, los corrimientos de tierra como una llamada a nuestra conciencia, porque los efectos colaterales son dramáticos. No hablamos de cosas baladíes, de dinero, de posesiones, sino de vidas humanas. Reaccionemos ya.
Terminemos por valorar la parte más positiva de este planeta, de la cuadratura nos dirigimos al trígono, periodo de bienestar que vitaliza nuestra ambición más positiva, reafirmando nuestro poder constructivo. Aceptemos la catarsis, la limpieza para que aflore la luz, el renacimiento, y al fin la transformación. La metamorfosis es una alquimia interior que nos permite pasar por los primeros años de tránsito de Plutón liquidando todo aquello que nos lastra, y como nos recuerda Kabaleb, “dando fuerza y vigor al esqueleto, al armazón primordial que sostiene todo el edificio humano, podemos permitir a la vida física manifestarse con esplendor”. Construir al hombre y sus circunstancias con materiales sólidos, que gozan de una espléndida salud debe ser nuestro objetivo principal, tal y como ahora urge reconstruir la vida, las casas, las ciudades de tanta gente. Pongámonos a trabajar todos, hombro con hombro, conciencia con conciencia y corazón con corazón. Sólo así conseguiremos levantar el auténtico edificio humano donde albergarnos, el de la morada del Amor.
Sigamos sembrando AMOR,abrir
Sigamos sembrando AMOR,abrir la conciencia y seguir aportando la pequeña luz de una estrella.Yo tambien arrimo el hombro....eres un angel.muakkksss.
Dolors
si, no dejemos de hacerlo
Sin pretexto ni excusa alguna, como solía decirnos tantas veces mi Padre... unidos, siempre. Abrazo amorosos Dolors
En respuesta a Sigamos sembrando AMOR,abrir por Dolors_Castellon
DEBEMOS DEJAR DE LAMENTARNOS!
Yo la primera: me pregunto Dios mio porque? porque esa pobre gente? Ahora leyendo este hermoso texto , me ha venido a la cabeza que son paises ( haití , chile...) donde existe mucha corrupción y mucho miedo. Los ciudadanos , el pueblo y el resto de la humanidad vecina , hacen oidos sordos a historias sucias que todos sabemos, ocurren por ahí. Ignorancia? NO! es más fácil pensar que no podemos hacer nada , que mejor callar....y colectivamente apagamos la conciencia. Desde el amor y la fuerza podemos renovar energias negativas en positivas , nO?
ME HA ENCANTADO LEER ESTO , ES UNA INYECCION DE ACEPTACIÓN Y COMPRENSIÓN PARA MI: GRACIAS.
Cuánta razón tienes
Gracias por esa luz que transmites y esa comprensión, Ana un abrazo de corazón
En respuesta a DEBEMOS DEJAR DE LAMENTARNOS! por ana
Hola Milena, Un magnifico
Hola Milena,
Un magnifico articulo, siento sin entender de planetas de momento todo se andará verdad? Que ha llegado la hora de que se caigan las máscaras de que todo lo que hemos mantenido oculto, de que esa personalidad que nos hemos creado de cara a la galeria, ahora toca el resurgir de lo oculto, las esctructura mal cimentadas se van a desmontar y va a quedar desvelado lo auténtico y verdadero.
Que hacen falta ajustes y movimientos para que eso se produzca y que como la vida es movimiento todo lo que no fluya armónicamente va a ser forzado a hacerlo.
Ya no hay más tiempo para fingir, esconder, engañar, dañar, a nosotros a nuestros hermanos o al propio planeta.
Solo tal y como decía kabaleb, arrodillándonos, siendo humildes y actuando desde el corazón vamos a poder renacer de las tinieblas y de la oscuridad.
Se oye tan fuerte el grito de dolor y lamento de la madre tierra entre lagrimas y movimientos convulsivos y que ya no puede ocultarlo y nos lo muestra a cada instante.
Un abrazo!!
Gracias Anna M.
Sí, se trat como bien dices ajustes y reajustes. Un tierno abrazo
En respuesta a Hola Milena, Un magnifico por Anna M
Magnífico artículo manita,
Magnífico artículo manita, sigue palante y a toda marcha, un besazo, Soleika
Felicitaciones Milena, no
Felicitaciones Milena, no podia ser mejor explicado, descriptivo y optimista.
Muchísimas gracias Eugenio.
Se agradecen mucho tus palabras de felicitación que siempre ayudan a seguir adelante. Un abrazo.
Milena