Acuario y sus “divinas rarezas”; sus “exquisitas” genialidades y sus deseos y fantasías de diseñar y crear un mundo mejor.
Signos de Aire: guía para educar a Acuario
La personalidad Acuario marca la diferencia. Un signo regido por Saturno, pero co-regido por Urano, dos planetas y arquetipos bien diferentes que influencian muy de cerca a esta naturaleza inquieta por dentro, y aparentemente tranquila por fuera. Todo es diferente y especial en Acuario, un signo que lleva un sello de distinción desde su más tierna infancia, tan apasionante como desconocido.
En todas las clases de Astrocábala que he dado a lo largo de los años, los alumnos siempre me han comentado que entender este signo les suponía un esfuerzo añadido, por especial y diferente, y les doy la razón.
Tener a Acuario en casa conlleva ciertos “riesgos” suplementarios, es un constante aprendizaje. Lo primero que hay que entender y aprender de Acuario es que desde la cuna necesita un alto grado de independencia… para pensar, para organizar su mundo, su sistema de navegación, necesita abstraerse. Imaginadlo entonces con una madre Cáncer, una Tauro o una Piscis, ¡todo un reto para la mamá y un curso de educación emocional para ambos!
Inventar es la consigna de Acuario y para eso hay que tener un espacio, un tiempo, tener la libertad para ser quien desea ser, en la forma que se imagina y que quiere construir su personalidad. Los largos silencios, la músicas, los juegos, los entretenimientos diferentes, la originalidad, son parte sus artilugios. Si pensáis que es de otro planeta, ¡habréis acertado! Dependiendo de si es más de Saturno que de Urano, un día puede hacer cosas impensables, increíbles, y otro día ser de lo más rutinario; es un auténtico rompecabezas para sus padres, profesores y educadores.
Recuerdo haber hecho la carta de un pequeño Acuario porque sus padres se extrañaban mucho de ver que su bebé en la cuna, estaba mejor que en brazos, pero aclaramos esas dudas y supieron, entre cosas, entender a su retoño. No es una naturaleza especialmente afectiva, pero sí muy noble y cuando se entrega de verdad, cuando ofrece su amistad, es para toda la vida. Pero le dolerán mucho las injusticias, o haber confiado su amistad y que le traicionen. Tolera muy mal que duden de su autenticidad, que lo rectifiquen, y él es polemista por naturaleza, quiere tener razón y puede espetarte: “¡bastantes vueltas he dado ya a la idea para no tenerlo claro y que me cuestiones!”
Puede que en algún momento sentenciéis: ”¡quién lo entienda, que se lo quede!”, pero pensadlo mucho porque encima el “rarito” cae bien y suele tener público, suelen atraer las “cosas raras y diferentes”. Con un intelecto que funciona las 24 horas, es necesario que se desconecte, o se puede volver intratable. Salir, hacer deporte, tener contacto con el mundo exterior, y le cogerá gusto a la amistad, con el riesgo de que ya no aparezca por casa.
Lo cierto es que una naturaleza Acuario es y tiene que sentirse especial, de lo contrario aparca sus “genialidades” y parasita, algo que le aleja considerablemente de su propósito humano que es hacer avanzar la sociedad con sus propuestas inteligentes y sus errores necesarios, ¡quién no se arriesga no se supera!
El ordeno y mando no sirve para educar a Acuario, al contrario, es como echar más leña al fuego. Hay que apelar a su conciencia y a su corazón, que aunque no sea tierno en sus demostraciones, es capaz de sorprenderte cuando menos te lo esperas.
Para divertir a un Acuario hay que darle juegos ingeniosos, novedosos; que pueda diseñar, crear cosas, inventar. Con un juego de construcción, algo original, será feliz. La computadora, ya la lleva de serie, es su infatigable cerebro.
Se hace mayor antes de hora y necesita vivir su infancia al día para no responsabilizarse del mundo demasiado pronto, de lo contrario se vuelve insoportablemente listo y hace sombra a los demás con sus exclusividades y sus excentricidades.
Puede expresarse bien y muy pronto, (los de Urano), o esperar más.. hasta que note algún fallo, pronunciarse y sentenciar, (los de Saturno). Que le traten como un igual, como si fuese mayor, le halagará. No hay que sorprenderse de sus reacciones o de sus disertaciones precoces, le gusta dar lecciones y lo que tiene que aprender es a rebajar su nivel de exigencia, ser humilde y tender puentes de unión y comunicación, porque sus aportaciones pueden ser de gran ayuda.
Su porte y sus buenas maneras conquistan; puede ser muy servicial, altruista y solidario si lo decide por su cuenta, pero huirá de las imposiciones. Si se quiere conseguir el afecto de Acuario hay que darle espacio, tiempo y no exigirle un compromiso, se implicará a su propio ritmo y se convertirá en una persona servicial y ofrecerá su amistad incondicional.
No obstante, debería existir la asignatura especial de: “cómo entender a Acuario y no desistir en el intento”, sería de gran ayuda para el resto de los mortales no Acuario.
Pero hay una gran ventaja para los padres que tienen la suerte de aprender a vivir con Acuario, y es que pueden convertirse en los mejores amigos de sus hij@s cuando saben que tienen en su vida a una persona que va a velar, -sin sentimentalismos-, por ellos, y no les faltará de nada. Su equilibrio emocional depende más de las interacciones y complicidades que establece que en el intercambio emocional al uso. Porque es disciplinado hasta en eso, cuando sabe que está participando y contribuyendo a la buena relación entre las personas, es entonces cuando su talante más uraniano sale a la luz, rompe esquemas, abre su mente y su corazón y se entrega a la vida. Por regla general, es fiel a su palabra y noble con la gente, por lo que tolerará mal quien no esté a la altura.
Acuario aprende rápido si se le deja tiempo, aprende porque lo que le motiva es pasar de la teoría a la práctica, y lo que se le enseñe, lo imitará y lo superará. Tiene un sentido de la observación muy acusado y lo utilizará para salirse con la suya. Le conviene especialmente cultivar la tolerancia para evitar caer en posturas rígidas e intransigentes en la etapa adulta.
Para discutir con Acuario, hay que tomárselo con calma, siempre quiere tener la última palabra, y si no la reivindica específicamente es que en realidad no le interesa nada lo que plantea, se evade. Es metódico y lógico en sus planteamientos, por lo que acabará reaccionando y discutiendo contra todo argumento que se aleje de sus postulados, y hay que ayudarle a admitir que otras personas tienen sus propias ideas y razones. Gastar saliva cuestionándolo es perder el tiempo frente a esa potente naturaleza intelectual, a menos que haya comprendido que su altruismo, su bondad, su solidaridad abren las puertas del corazón.
- Acuario se siente a gusto entre personas como él, “más raras de que un perro verde”, y viendo que sus “singularidades” son recibidas con aplausos, en “petit comité” mejor que en multitud. Es especial porque alguien tiene que serlo para inventar nuevas cosas, para que el mundo avance y sea más solidario, porque este es, al fin y al cabo, el mejor programa para un Acuario evolucionado.
- Sus mejores cualidades: su fuerza mental, su capacidad para entender las cosas por dentro y convertirlas en retos que hacen avanzar a la sociedad; su inquebrantable amistad; su generosidad cuando sale de su mundo individualista y comprueba que hay gente que vale la pena y el esfuerzo de convertir en aliados.
- Las peores: su frialdad, su interminable retórica para imponer su criterio; su aislamiento cuando algo no le interesa y no lo disimula; su mentalidad excesivamente saturnina y clasista.