La educación
Siguiendo con el informe del severo tránsito de Saturno por el signo de Escorpio, abordamos el capítulo educativo. Asistimos día a día a las quejas y despropósitos que rodean una institución que debería ser un modelo, un referente, privilegiando el acceso a una educación cada vez más excelsa, -que no elitista- y nos preguntamos ¿qué está ocurriendo para que todo esté tan alterado, que haya tanta decepción, y no solo a consecuencia de los recortes financieros, sino que la calidad de la enseñanza está en entredicho.
En un mundo cada vez más docto en tecnología, con más medios que nunca a nuestro alcance, nos hemos alejado de la calidad cultural para apostar por la cantidad: Se dan muchos datos, se hacen llegar a la población, a la sociedad, a los alumnos, mediante una tecnología ultra moderna, una cantidad ingente de información que es proporcional, en gran medida, al enorme desinterés que tiene por integrarla porque en muchos casos se aleja de las necesidades reales.
Los tiempos han cambiado y tenemos la suerte de poder revindicar la formación, tenemos derecho a ella, pero la educación no solo debe abarcar ámbitos teóricos que se enmarcan dentro del desarrollo intelectual, sino que debe incluir una instrucción integral y desde la edad más temprana, esto es aprender a manejar todos los recursos disponibles, y yo diría que sobre todo el capital emocional y espiritual. Aprendemos a utilizar la materia, una computadora, cualquier herramienta, etc., pero no se nos enseña específicamente a manejar las emociones y nuestro poder espiritual, no hay asignaturas propias que se ocupen de estos temas. Y como no aprendemos, solo cuando surgen problemas nos tomamos la molestia, (algunas personas), de acudir al especialista para que nos ayude, tratando de encontrar respuestas entre la debacle que se organiza en nuestro interior.
¿La educación que revindicamos abarca todas estas cuestiones?
La respuesta es no, ¿Pero qué está pasando entonces para que profesores y alumnos se pongan de acuerdo para manifestarse a favor de una educación más acorde con las necesidades vigentes?
¿Pero qué es lo vigente?, ¿lo que está de moda?, ¿Qué necesidades deseamos cubrir? ¿Qué piden profesores y alumnos, padres y maestros? Nadie se pone totalmente de acuerdo y se derrocan antiguos planes para sustituirlos por otros que tampoco convencen.
Aquí el azote de Saturno se pone de manifiesto. Saturno representa para muchos la represión, la limitación, -entre lo permisivo y lo restrictivo, no hay quien se aclare realmente-, pero Saturno también da aplomo, seguridad que nos permite consolidar proyectos, reivindicar la solvencia, y capacidad para afrontar los retos, así como la necesidad de unificar criterios. Con Saturno lo que está caduco debe cambiarse, pero lo que sirve, debe conservarse.
Saturno-Cronos, Binah para la Cábala es el dios del tiempo y marca los acontecimientos, las etapas y nos sugiere la idea de poner cerco a ciertos desmanes y a la vez nos insta a utilizar los recursos, los valores que la experiencia nos ha podido dejar.
La organización del sistema educativo depende mucho de esta influencia saturnina, pero la ley debe ser justa y si se deciden las normas educativas desde los despachos de los gerifaltes, de los que son incapaces de reconsiderar los errores cometidos, los que no hacen un examen de conciencia acerca de las pifias de las que nadie se responsabiliza, la función de este educación no puede ser edificante. No se pueden dejar las riendas a una élite intelectual, no son los que más saben de lo que realmente conviene a los que no forman parte de su propio clan, sino que hay que contar con los que se han formado en las trincheras, los maestros que han estudiado no solo en la universidad académica, sino en la universitas, la que nos describe el conjunto de unidades educativas que engloban la enseñanza y la investigación de la vida.
A todo ello, padres y alumnos tienen mucho que decir. No podemos pretender que los maestros se carguen en solitario con la responsabilidad de formar a nuestros hijos, -hay lecciones que solo pueden darse desde la formación parental-. La disciplina, las normas, las leyes, son lecciones que se aprenden desde la más tierna infancia, desde la base, y no tiene nada que ver con la represión.
Tal vez lo que la influencia de Saturno en Escorpio pretende dejarnos es esa necesidad de revisar los patrones sobre los cuales se fundamenta la experiencia emocional. Escorpio se asocia al capital sentimental, a las herencias, a los valores adquiridos, y tiene mucho que ver respecto a cómo percibimos la vida, (miedos, pérdidas, bloqueos). Si no aprendemos a conocernos, no podemos pretender que una administración educativa nos haga todo el trabajo.
La experiencia está relacionada con todo lo que vamos adquiriendo, desde el pasado al presente y adquirir el conocimiento mediante las vivencias de los que nos pueden dar la alternativa, padres y abuelos, podría resultarnos muy provechoso. ¿Acaso contempla la Administración Educativa utilizar la sabiduría de los mayores para que expliquen lo que es la vida, dando la oportunidad de enseñar a nuestros hijos, de escuchar de primera mano, lo que ha supuesto la lucha por la supervivencia. A no ser que algún centro incorpore esta iniciativa, los mayores, los jubilados van a engrosar las filas de un estrato social tildado de inoperante, y en cambio se carga la responsabilidad de la tarea educativa a un personal que en muchos casos no sobrepasa en muchos años a los alumnos que debe aprender a manejar. Hay muchas incoherencias que el sistema no repara.
Sin embargo se invita, acertadamente, a jóvenes emprendedores para que contagien su entusiasmo a una juventud con falta de medios o de ideas, pero no se tiene en cuenta que será un escaso 10% de estos jóvenes el que tal vez podrá aprovechar oportunamente estos consejos. El 90% deberá subsistir como pueda y posiblemente les vendría bien escuchar a los que supieron superarse, los que movilizaron su voluntad y supieron luchar para no desfallecer y encontraron soluciones prácticas. Se nos vende la idea de una sociedad de consumo sin fin cuando los recursos son limitados. Nadie pasa por las escuelas, y se habla cada vez menos en los hogares, de la satisfacción de lo ganado con esfuerzo, sino que se asocia el esfuerzo a un cierto fracaso.
¿Quién nos forma para salir de la crisis, para aprovechar las oportunidades?
Que la educación y la cultura estén en crisis es responsabilidad de todos, y Saturno nos está molestando, porque nos obliga a revisar nuestro comportamiento y las leyes personales por las que nos regimos.
Vamos a la huelga, bien, pero lo que realmente está en huelga, lo que está en crisis total son las ideas acerca de cómo salir del atolladero para utilizar óptimamente nuestros recursos. Ni los profesores están motivados y los que lo están ya se encarga el sistema de paralizarlos; ni los alumnos tampoco lo están y a los más perezosos ya les viene bien que los noqueen con mensajes apocalípticos; otros sienten que el sistema está muy lejos de sus necesidades reales, y estas no pasan de tener una Tablet o un teléfono de última generación.
¿Y la presencia de Saturno en Escorpio?
Kabaleb nos dice a propósito de Saturno, que es el arquetipo que convierte la potencialidad de Hochmah, (amor, libertad) en Leyes que permiten al universo funcionar de acuerdo con unas normas precisas, y al mismo tiempo nos insta a descubrirlas y a llevar una actuación conforme a las mismas, de ahí el sentido de rigor que lleva este planeta a cuestas.
Cuando Saturno entra en fase activa en un lugar determinado del Zodiaco, esa parcela se ve “sometida” a la proporción que deben tener todas las cosas. Sabemos que el ser humano no tiene mucha habilidad a la hora de escuchar la voz de su conciencia y suele transgredir a menudo las normas. Así pues, siendo el institutor de las normas, Saturno en Escorpio nos lleva a revisar cláusulas de cualquier proceso de interiorización, tratando de filtrar los materiales que se utilizan en la consecución de los objetivos. De esta forma, se nos aplica la ley del embudo. Pero aprovechar positivamente estas energías saturninas puede ayudarnos a replantearnos la educación, el rol del instructor, del padre, del maestro para ser capaces de reconducir la experiencia hacia el auténtico conocimiento, integrando una amplia formación sin excluir funciones de nuestra personalidad, el capital, mental, emocional, físico y espiritual.
Pero a todo ello no se trata de echar balones fuera, buscando culpables en la administración, en los padres, en los profesores, en la falta de dinero, en Saturno, etc.., se trata de apreciar, valorar lo que hemos conseguido y aunar conciencias, esfuerzos para trabajar codo a codo, buscar soluciones conjuntas, que tal vez pasen por volver a la escuela, padres, profes, políticos, economistas, la sociedad entera debe volver a examinarse.
Soleika, enhorabuena por tu
Soleika, enhorabuena por tu exposición.
Soy maestra con 40 años de experiencia en la docencia y me identifico totalmente con lo aquí expuesto.
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están "vendiendo la moto" del fracaso escolar como responsabilidad única de profesores-alumnos y detrás de ésto ha y un trasfondo muy fuerte:
Ni todo lo pasado fue mejor, ni todo lo nuevo es vàlido.
Se ha olvidado el valor de la experiencia como sabiduría de vida, manteniendo aquello que da riqueza y color a una vida que lejos de apreciar lo bueno que nos pueden aportar nuestros mayores, los confina en residencias y los aparta en su gran mayoría del flujo continuo de la vida y lo más peligroso y triste es que ellos ¡se estàn dejando apartar!
Creo que se ha ido transitando,durante bastantes años ,por un camino equivocado, dando un culto indebido a todo lo nuevo,sin cuestionar que no siempre es vàlido ni acertado:
Los papàs como coleguillas de sus hijos, cuando un padre-madre es el referente, el pilar en el que se apoyan sus hijos , el sólido muro en el que protegerse de los embates de la vida.
Se ha cuestionado en demasía la formación y la autoridad del docente, cuando de esa manera se socava su profesionalidad.
Y se han permitido muchos errores en la educación de nuestros niños y adolescentes, por miedo a parecer retrógradas.
En todos mis años de docente, he comprobado vivencialmente que lo que todo lo atempera, lo dulcifica , lo puede, es el AMOR.
Puedes poner normas, castigos, trabajos, estudios, deberes. Si lo haces con amor, viendo en el alumno a la Persona formada, inteligente, compasiva y amorosa que YA ES, el alumno-a se pondrà a esa altura. antes o después, porque de primeras , no siempre se consigue. Lo importante es mantenerte firme y seguro en tu papel de educador y para eso hay que mantener la autoestima y la firmeza en tus convicciones bien alta.
Aquí es donde hace un buen papel Saturno pues la revolución hay que hacerla desde bien al fondo, desde los programas de formación universitaria. Pero Soleika, creo que esto es sólo el principio de un gran cambio educativo y yo sigo en ello.
Un saludo cariñoso. Franchesca
Franchesca, muchas gracias
Por secundar estas ideas, desde la visión de una profesora es todo un lujo poder contar con tus comentarios. He tenido a unas cuantas profesoras en mis cursos y siempre he admirado profundamente este trabajo vocacional, si no es así, no hay quien aguante ciertos envites. Tenemos a dos profes en nuestra familia, hermano y cuñada, y hay que ver cómo se entregan a esa tarea. Un placer pues leerte.
Soy Milena, la hermana de Soleika, ella escribe magistralmente en su blog abriendo conciencia!!!
Un abrazo
En respuesta a Soleika, enhorabuena por tu por Anonymous