La ciencia astrológica
En el pórtico del Templo de Delfos reza: “Conócete a ti mismo”. Este podría ser el leitmotiv de esta ciencia milenaria que aplica sus conocimientos al servicio de la evolución del ser humano. La Astrología nace de la observación. Su origen se remonta a los Caldeos, espectadores apasionados del cielo con extraordinarios conocimientos astronómicos. Supieron cifrar los movimientos planetarios, los ciclos lunares y fueron los que trazaron los límites de la eclíptica del Sol y la dividieron en doce porciones que fueron los doce signos del zodíaco.
El mapa astrológico es un libro de ruta, un mapa de orientación, un diccionario. El estudio de la Astrología es una herramienta de consulta que nos ofrece la posibilidad de viajar hacia el interior de la psique y en el denso laberinto de las emociones y conocer algo más nuestro trabajo profundo.
La Cábala
La Qabalah es el sistema esotérico más antiguo relacionado con la sabiduría y la evolución de los valores de la humanidad. Es una ciencia del comportamiento, matriz de todas las culturas de desarrollo espiritual occidental. La palabra Kabalah es una derivación de la raíz hebrea KBL, que significa “recibirlo”, aunque también se interpreta como “tradición y transmisión”. Es un sistema filosófico de gran profundidad, y yo diría que científico, que tiene como fin responder a las eternas preguntas que nos hacemos acerca de nuestro origen y destino final. En su código cifrado se encuentran las claves del desarrollo de la humanidad. Habla de física y metafísica.
La Astrología Cabalística
Durante mucho siglos la Astrología es relegada a una mera práctica de adivinación y ejercida por filibusteros y la Cábala es relegada a la enseñanza de conceptos abstractos, dogmáticos, en un camino de estudio tortuoso e impracticable para la mayoría. Kabaleb, (Enrique Llop, Gerona, 1927-1991), descubre en los años 50 en la biblioteca de la Sorbona antiguos tratados de Astrología y de Cábala. A partir de aquel momento se centraría en descifrar sus códigos y no dejaría de ser el propósito de sus investigaciones hasta el momento de dejar este mundo. Halló en estos manuales de profundo conocimiento claves que desarrollaría, para unir estas dos ciencias y establecer una relación activa entre la Astrología y la Cábala desde un punto de vista trascendente, pero a la vez práctico. Los grandes libros de Cábala ya hablaban de la presencia de los planetas y los signos astrológicos, pero se daba escasa información al respecto. La dedicación de Kabaleb a lo largo de todos estos años nos han dejado gran cantidad de escritos y disertaciones que dieron cuerpo a toda una serie de tratados que amplían enormemente el saber astrológico y que le dan a la Cábala una aplicación práctica y efectiva. Sus enseñanzas nos perfilan el proceso del cómo, cuándo y para qué de muchas de las experiencias que vivimos. Nos da respuestas a las incesantes preguntas que nos asaltan a lo largo de la vida. Son respuestas sencillas y a la vez concluyentes que penetran desde la razón al corazón. Nos permiten comprender qué relación hay entre las situaciones vividas y todo lo que subyace en el inconsciente, personal y colectivo, del pasado al presente, en ruta hacia el futuro; sin ser predictivos, qué relación hay entre el Yo aquí dentro y el Yo aquí fuera.
Para ello se basa no solamente en la Rueda Zodiacal, los planetas, aspectos y Casas Astrológicas, sino también en la relación de todo ello con el Árbol de la Vida, o Etz Hayim, con el Tetragrama o palabra sagrada, con los 32 Senderos de la Sabiduría, las Letras hebraicas y los 72 Genios o Ángeles de la Cábala. Así la Astrología Cabalística define toda esta información de manera muy detallada y personalizada.
La Astrología Cabalística nos conecta con el lenguaje de la psique, de las emociones, del alma, del espíritu. La Carta Natal Astrocabalística puede revelarnos el propósito de la persona, las fases de su naturaleza que tienen que desarrollarse, explorarse, concienciarse y transmutarse.
El Zodiaco Constituyente
La Astrología Cabalística se organiza en torno al Zodiaco Constituyente, es decir ordenado con los 4 Elementos de la Creación: Fuego, Agua, Aire y Tierra. Así el estudio comienza con los 3 signos de Fuego, los de Agua, los de Aire y los de Tierra. Los doce signos son como 12 Fuentes Primordiales de energía que prestan su esencia a todo lo creado. Nosotros, como pequeños universos en miniatura, llevamos en nuestra naturaleza parte de la materia de cada uno de los elementos y por lo tanto también de los 12 signos del Zodíaco.
Los Grados de Poder
Kabaleb diseñó un práctico mandala Astrocabalístico relacionando cada uno de los 360 grados de la Rueda Zodiacal con un Sephirah del Árbol de la Vida. Lo designó con el nombre de: Los Grados de Poder. El resultado es que a lo largo de toda la Rueda Zodiacal nos encontramos con una gran cantidad de matices que nos detallan de forma muy sutil los trabajos relacionados con estos grados en su ubicación signo por signo, decanato por decanato, planeta a planeta, dando vida a nuestra carta Astral de una forma sorprendente. Nadie hasta este momento ha sacado a la luz una información semejante, ya que se trata de un tratado de 360 posiciones planetarias y cabalísticas.