Hablar de Amor es hablar de la pasta con la que se moldean las circunstancias cuando estamos conectando con la parte más elevada de nuestro ser, es la energía botiquín del universo, como decía Kabaleb, (mi Padre), es la esencia misma del holismo. El Amor es uno, pero múltiple en sus manifestaciones, como decía Katherine, (mi Madre), y de esta manera podemos comprenderlo bajo todos sus aspectos.
En la Astrología Cabalística asociamos al Amor con la Columna de la Derecha del Árbol de la vida, donde se encuentra Hochmah, Hesed y Netzah, es decir, el Amor en diversas vibraciones, experiencias, buscando religarnos a esa Gran Emoción primigenia que hizo posible la Vida en el Jardín de Edén, donde aparecieron esos Divinos Arquetipos Adam y Aisha.
La palabra Amor significa la fuerza engendrante que se manifiesta en nuestras realidades materiales, en un receptáculo para conquistar la consciencia de lo que ES y llenar todo el espacio con su energía.
La Astrología Cabalística es una herramienta al servicio de la Voluntad Divina del Hombre. Desde que Kabaleb nos enseñó a utilizar de una forma activa los arquetipos astrológicos y cabalísticos, una mañana surgió este texto que aplico a mis clases de Astrocábala. Llegó esta información como una inspiración. Pensaba en el Amor y en sus múltiples matices y desfilaron entonces toda una serie de imágenes mentales de lo que es el Amor cuando estamos estudiando las Casas astrológicas.
Las Casas Astrológicas son los sectores donde se manifiestan las energías zodiacales y que además se activan por el tránsito de los planetas. A través de cada una de estas Casas aprendemos el valor de las experiencias y percibimos lo que son las Fuerzas internas y externas de la existencia. Estamos adscritos a ciertos trabajos relacionados con una serie de asignaturas pendientes, unas se nos han resistido, otras son totalmente nuevas, pero cada una tiene el propósito de mejorar nuestra condición humana. Sea lo que sea que cada tarea nos encomiende, lo que está claro es que tenemos que ponerle Voluntad, Seguridad y sobre todo Amor, para que las circunstancias nos sean de lo más propicias.
Esta es una visión sencilla, de brota del corazón, como un pequeño decálogo de buenas intenciones.
El Amor y las Casas Astrológicas
El Amor de Fuego, Casas I, V, IX
En la Casa I somos Amor, y lo más probable es que lo ignoremos. Es un Amor en estadio primigenio, el propósito es descubrirlo. No se diferencia porque aun no toma consciencia de que es el Amor, aunque es capaz de percibirlo cuando aparece. Es un amor innato, sin experiencia, impulsivo, irreflexivo, pero a la vez altruista porque no le ha dado tiempo de disfrazarse. Es un Amor que conquista, pero que no se puede identificar.
En la Casa V Es el Amor providencial, que busca crear pero sin interés particular, ¡solo por el placer de hacerlo! Hay un amor de alma gemela que está esperando a que lo descubras, que te fusiones, que vuelvas al estado virginal, a la pureza de donde provienes. No hay condiciones, amas porque sabes que irremediablemente debe ser así, algo te empuja a amar y no puedes dejar de hacerlo cuando lo has descubierto. Pero tú decides si dar amor o guardártelo. La clave es crear Amor.
En la Casa IX El Amor empieza a tomar consciencia de que tiene que expandirse, que no se puede quedar dentro. El Amor sale y grita a los cuatro vientos…¡ Estoy aquí, por favor, tomadme! Es el Amor traspasando las fronteras, más allá de todo límite. Te Amo por encima de cualquier condición, ¡pero tengo que saber qué eres!. Es la conquista del Ser con el Amor como único propósito y estandarte, es el triunfo del Amor que crece, enseña y se multiplica.
El Amor de Agua, casas IV, VIII, XII
En la Casa IV el Amor después de irse muy lejos, siente nostalgia de lo más cercano y cotidiano. Desea reposar y tomar aliento, amar cerca también y seguir preguntándose para qué es realmente el Amor. Busca sus semejantes para poderles amar. Descubre tendencias más íntimas de vivir el Amor, con la naturaleza, con todo lo divino que hay en él, con los orígenes. Hay tanto Amor en Él que solo sabe que tiene que darlo, pero teme a veces quedarse sin. Pero sigue empeñado en amar, aun sin entender el alcance del Amor, tiene que meditardo.itarlo.
En la Casa VIII, tantas preguntas que se hace el Amor, que anda un poco confuso y parece que siempre necesite darle más y más vueltas. No conoce aun el poder del Amor y tiene que meterse dentro para saber realmente de qué se trata. Si ese Amor le causa desamor o le permite superarse. Y es cuando empieza a experimentarse a sí mismo. Es el placer de sentir Amor, de descubrir que Él mismo es Amor, aunque no lo comprende demasiado. Bucea en su interior, se cuestiona y cuando se ama a sí mismo, cuando surgen las contradicciones, solo entonces trasciende el Amor y lo venera.
En la Casa XII, después de almacenar tanto Amor, haberlo sufrido y gozado por necesidad de experimentar las luces y sombras del Amor, ahora ya es capaz de darse sin temor. Se mete en mil historias amorosas, su único fin es que se sepa que el Amor es maravilloso, que hay que vivirlo intensamente. Es un Amor sin límites, sin fronteras, altruista. Y se enamora mil y unas veces porque así, cuando hablen de Amor, Él sabrá lo que es y sabrá ser ese Gran Ser Amoroso.
El Amor de Aire, Casas VII, XI, III
En la Casa VII el Amor se fija un objetivo bien definido para reconocerse en todas partes. Busca compañía, siente el deseo de intimar para experimentar juntos el Amor. Se compromete, busca a un igual, un Amor que también busca el Amor, y deciden emprender juntos el camino hacia el país del Amor. Y pactan y se implican para que el Amor funcione, y se dan pruebas de Amor: Yo te busco y me encuentro en ti, y así comprendo quién soy yo y además me encanta saber quién eres tú. Y te dejo que también te busques en mi, y así vemos la Luz del Amor reflejada en nosotros.
En la Casa XI, después de tantas dudas, la amistad se instala en el Amor, y el Amor se siente más acompañado que nunca. Sabe que tiene que perfeccionarse, que su camino es el sendero del iniciado y reúne infinidades de Amor para emprender el camino de la reconquista del Ser Amoroso. Y en su travesía se junta con más seres de Amor, porque sabe que el Amor multiplica. Se siente realmente responsable del Amor que lleva en sí y que ni siquiera le pertenece, ¡Es el Amor Universal!
En la Casa III el Amor ya sabe mucho, casi todo del Amor y está decidido a manifestarlo, a contarles a todos lo maravilloso que es el Amor. Es un Amor que se expresa, que busca quien le escuche, que se mueve, que no puede parar quieto de tanta agitación después de descubrir la finalidad del Amor. Desde todos los rincones del universo, organiza redes de comunicación donde el alma del Amor se manifiesta proclamando al fin lo que es el Amor.
El Amor de Tierra, Casas X, II, VI
En la Casa X el Amor tiene ya un sinfín de seguidores, porque se ha construido el mayor templo del Amor y está repleto de devotos amorosos que se han juntado porque desde la Casa III les han vendido magistralmente la idea del Amor y todo el mundo sabe ahora de qué se trata: El Amor es la materia con la que se construyen los sueños. El Amor es el fin en sí mismo, es el Ser y tiene tanta entidad que nada puede alterarlo, sabe, comprende, Es.
En la Casa II, con el Amor consolidado, que ha tomado consciencia de quién es, ya solo le queda Amar, gozar, dar, ofrecer toda su energía amorosa a la humanidad. Es cuando el Amor es plenamente feliz porque ve y siente que toda su energía se multiplica y cuanto más ama, más Amor tiene y es como un manantial de energía bella, sana, brillante de pura Luz que derrocha alegría y ríe y vive en plenitud… se lo ha merecido tanto…que ahora lo disfruta plenamente.
En la Casa VI, el Amor ya venció el miedo a perder. Después de experimentar toda una eternidad, sabe que no se muere jamás porque es la energía más viva del Universo. Cuanto más se desprende de lo que Es, más ligero se siente y más Amor tiene para dar. Ahora sabe que su propósito es sanar todo lo que no es Amor y sabe entregarse y hacerlo. Y cuanto más lo hace, más completo se siente. Todas sus chispas de Luz Amorosas se expanden hasta el infinito y al fin ya no tiene que experimentarse a sí mismo, porque Él Es Amor en su más pura esencia..
Ahora que cada cual saque sus conclusiones, haga sus cábalas, con la posibilidad de saber qué Casas están activas mes a mes a través de la Lunación.
Yo estoy en la casa III, y tú, ¿en que Casa estás?
En Amoroso Servicio, Hahavav