La apasionada, sensual y carismática naturaleza del segundo signo de Agua: Escorpio. Pasen, pasen y sientan.
Signos de Agua: guía para educar a Escorpio
Escorpio, segundo signo de Agua. La naturaleza de Escorpio es tan profunda y compleja que hay que estudiar todo un tratado astrocabalístico para sacar atisbos de comprensión acerca de lo que necesita para ayudarle a realizarse y a ser feliz. Regido por Marte, planeta que le confiere una fuerza y un tesón extraordinarios, pero es un planeta de Fuego en un signo de Agua, y aquí empieza el galimatías. Aviso para padres y educadores: encontrarse con Escorpio es como hacer un máster en ciencia del comportamiento emocional, pero después de estudiarlo, ¡sirve para toda la vida!
¿Qué le ocurre a este pequeño Escorpio que suele llegar al mundo con alguna sentencia tipo?: “¡uf Escorpio, pues ya te puedes agarrar!” Los que lo afirman gratuitamente ignoran las impresionantes excelencias de este signo, no exento de complejidad, pero capaz de superar cualquier límite, lamerse sus heridas y renacer con fuerza de sus cenizas.
Siendo el signo al que le toca trabajar las emociones por dentro, entre el revoltillo de tendencias adscritas al Agua-Sentimientos, busca, investiga, examina y trata de encontrar la punta del hilo de la madeja en medio de tanto enredo. Ser Escorpio es un desafío y un arte a la vez, además de un privilegio para quien sea capaz de entender ese universo emocional que anida en su cabeza y en su corazón.
Si Cáncer necesitaba su ritmo, pues imaginad Escorpio, más lento, más reservado, más cauteloso, celoso de su intimidad porque de lo que se trata es que él se entienda, después ya se supone que los demás lo harán…, ¡se supone! Por lo tanto, forzar a esta pequeña naturaleza a dar explicaciones del porqué, -en un momento dado-, se calla, se queda en su rincón con el ceño fruncido o la mirada un tanto perdida, enfadada con el mundo, consigo misma, por no llegar al nivel que se ha propuesto, es pedir demasiado. Es que ha venido a escudriñar su universo interior y hay que darle espacio, entender que es bastante imprevisible cuando sus emociones no son liberadas en el momento, cuando se las ha guardado, y el “drama” se convierte en épico: nadie le entiende, todos contra él y claro, él contra el mundo.
Pero todo tiene una explicación: ¿cómo va a fiarse de quien no conoce?, lógico, todo su programa humano le lleva a tener que estudiarse por dentro, examinarse, comprenderse, y solo así, -llegado el momento-, podrá entender el mundo. Por todo ello este eterno estudiante debe conseguir un amor propio a la altura de lo que pretende alcanzar. Malo cuando no le tienes en cuenta; malo cuando pretendes que haga cosas que aún no ha podido aprender; malo cuando él cree que no se le cuida como se merece, reaccionará descontroladamente.
Por lo tanto, hay que seguir dándole tiempo, más tiempo para que se desenfade y a su ritmo, y lo hará… no se sabe cuándo, pero lo hará. El rincón de pensar puede ser muy útil en estos casos, ¡debería haber uno en cada escuela para los Escorpio, y que los acompañen los Aries, a estos les vendrá bien reflexionar un poco más.
Pero como todo duele mucho, y a veces se enroca en sus sentimientos, hay que rescatarle, con cautela, sin que se note que vas a liberarlo, y pasado un rato, el abrazo y la indulgencia harán su efecto.
Algo que soporta mal es que le señalen con el dedo, no solo para lo malo, ni siquiera para lo bueno, ni para salir a la pizarra a dar la lección, o ser el “prota” en la función del colegio, el miedo al ridículo es patológico. Si sale solito, espontáneamente, aceptará los aplausos, pero en “petit comité” mejor que con grandes aspavientos. No es que no aprecie que glosen sus méritos, -le encanta-, pero no a bombo y platillo, cuando él los acepta, porque de hecho, ¡él siempre lo hace todo genial! Está claro que marca el ritmo emocional del entorno: si está bien… ¡¡todo el mundo va a estar bien también, …seguro…!!
Escorpio es selectivo, es lo que tiene ser el especialista en control de calidad y ver la mota de polvo donde otros no la han visto. Le motivan los retos, y cuando no los tiene, busca quien se los “imponga”. Necesita valorarse mucho para sacar a la luz todas sus capacidades, de lo contrario se sentirá incomprendido y sufrirá por ello. Hay que enseñarle a ser paciente, porque con su temperamento intensamente emotivo, se desborda y es cuando pone a prueba la paciencia de su entorno con sus intempestivas respuestas, que además nunca suelen salir en el momento adecuado y es entonces cuando te despista. Hay que aprender a amarle, a entenderle, porque cuando todo encaja, cuando ya le has dado diversas muestras de que todo está bien, que lo comprendes y aceptas tal y como es, lo tienes incondicionalmente a tu lado para toda la vida.
Seductor, pasional y apasionado, todo lo que descubre por dentro y por fuera va a ser de gran utilidad porque aprende rápido cuando está motivado, crece, da saltos de conciencia. Investigador nato de las ciencias o las artes, jugar a ser detective, a ser médico; a buscar pistas, a encontrar cosas perdidas, hay que motivarlo con sensaciones nuevas, mágicas incluso, le dará un buen material para sus pesquisas. A todo ello, si le añadimos un buen ejercicio físico, competitivo, -por lo de la satisfacción que suponen los retos-, todo será perfecto.
- Escorpio se siente a gusto en cualquier parte mientras esté bien consigo mismo, y cuando lo consigue contribuye a que la vida sea más trepidante, apasionante y ecléctica.
- Sus mejores cualidades: su gran magnetismo, su capacidad para sacar provecho de las crisis, su fuerza de voluntad y su responsabilidad.
- Las peores: sus exigencias, su desconfianza, su impertinencia.