Co-creando la felicidad
¿Por qué sufrimos, de dónde procede el dolor, la frustración, la tristeza y el amplio abanico de emociones que acompaña al ser humano desde que está en el planeta?
Nadie es ajeno al sufrimiento, es tan antiguo, tan instalado en nuestro campo de prácticas que parece que no podemos entender la vida sin el binomio amor-dolor, convencidos de que la felicidad, el bienestar, la prosperidad, el placer son efímeros.
El sufrimiento es un campo de energías densas, una entidad que tiene vida propia y que crea sus redes autónomas que bloquean el acceso a la plenitud. Es difícil disociarse de esta experiencia que parece vivir a expensas nuestras y que se introduce por cualquier rendija de nuestro inconsciente para hilar su telar. Pero, ¿cuánta energía necesita el sufrimiento para infiltrarse e instalarse en los pliegues del alma?, poca, es como un agujero negro que succiona, un imán, se adhiere rápidamente. Y cuánta energía se necesita para desinstalarlo?, mucha, la experiencia invasiva se siente a gusto en un organismo que le es afín, porque se alimenta de las resistencias, de los miedos conscientes e inconscientes, físicos, mentales y emocionales que se convierten poco a poco en la plaza fuerte de las farsas de poder. El victimista, la fatalidad, el "pobre de mi" crean residuos tóxicos altamente contaminantes y sin embargo nos acostumbramos a vivir en medio de toda esa polución. A más barbarie, a más violencia, más sufrimiento, y más se recrea el ser humano en esa autodestrucción. Se acomodan poderosas mafias, tanto en el interior como en el exterior, dispuestas a defender las tendencias destructivas, acostumbradas a un patrón de repetición, les es cómodo agazaparse y resistir, se han hecho fuertes en la lucha. Es más fácil soltarle un bofetón al niño que está molestando que afrontar la situación tratando de resolverla, entendiendo el por qué de su comportamiento y qué puede hacerse para cambiarlo. La energía empleada es infinitamente mayor que la que necesita la mano para soltar la bofetada. Así tendremos que el violento seguirá nutriéndose de violencia, el insatisfecho seguirá alimentando su farsa de poder, el alexitímico se seguirá aislando o el mitómano vivirá en un permanente estado de huída de la realidad.
Cambiar esas pautas requiere un esfuerzo titánico que la conciencia sí está dispuesta a asumir, pero los que la boicotean se lo ponen difícil. De la misma forma que adquirir nuevos hábitos alimenticios cuesta y cuando nos hemos decidido por la dieta, no falta el que nos invite a una cena o una fiesta, el pacto que debe establecerse entre la conciencia, el impulso del cambio y la resistencia que no cede es enorme. La emoción dañina o la fuerza mental se rebelan, nos plantan cara, se oponen con todas sus fuerzas porque perder el control es doloroso. Recordemos que las tendencias internas forman un pueblo que engloba nuestra personalidad y establecer nuevas rutas para encaminarlas hacia el cambio es un proyecto ambicioso. Todo lo que supone elevarse hacia un estado de transmutación requiere grandes dosis de paciencia, porque se trata de desprogramarnos. Deshacernos de todo un montaje, la tramoya, los andamios, los decorados, los obreros a sueldo que debemos despedir, todo ello es muy doloroso para el ego inferior que se ha hecho muchos amigos en la antigua película.
Pero es el grado de identificación con todo ello que nos pone a prueba, nos boicotea. El dolor o cualquier sentimiento que rebaja la auténtica esencia del ser y la reduce a un pálido reflejo de lo que en realidad es, nos desvirtúa, nos apaga, nos aleja del verdadero poder.
Como soy malo, feo, o inútil, crearé la experiencia adecuada para seguir alimentando esa farsa. Y es que la coherencia del diseño inicial del sistema en el que estamos metidos no cuenta con nuestro libre albedrío. La naturaleza no espera, los ciclos, las estaciones, la vida, la muerte, se suceden sin contar con nuestra aprobación. Por lo tanto en este mismo sentido, lo que creamos, -somos naturaleza pura- sigue impertérrita su secuencia. La vida no es absurda, nosotros la transformamos en absurda. Si creo la identidad del que se siente seguro, guapo, inteligente, brillante, también crearé las experiencias sobre las cuales verificar lo que he proyectado. Somos lo que pensamos y sentimos, creamos nuestra realidad cada día, cada minuto y microsegundo de la existencia.
Para establecer un nuevo patrón o modelo debe probarse, se verifica sobre la base de la realidad, porque nuestro deambular por la vida es crear modelos de experiencias. Por lo tanto, cada pensamiento y sentimiento tiene el poder de formatear esa realidad, la nuestra, y cómo deseamos vivirla. Esto nos hace inmensamente poderosos y a la vez terriblemente responsables de todo lo que hay y es en el aquí y ahora. Cada escenario es fruto de una necesidad de nuestra alma de perseguir ese ideal de vida, de recrear el “paraíso”. El problema es que si bien cuando nacemos seguimos conectados a la vida superior, nacemos, como diría Jung “aparentemente sin ego porque no tenemos conciencia de la existencia individual”, estamos sin embargo conexos a la conciencia oceánica, la que debería servirnos para recuperar archivos de lo que el colectivo espera de nosotros, de nuestro servicio en la Tierra, que unido a todos los demás, es capaz de levantar un imperio, dando lo mejor de cada uno para alcanzar ese edén. Pero lejos de todo ello, nos comportamos ignorando nuestro poder interior y creador.
¿Fallaría en algún lado el plan, o el plan era precisamente experimentar la sombra para ser capaces de diferenciarla de la Luz?
Nuestro sentimiento oceánico se establece en una sede, a codazos, en la sociedad donde aterriza, pero se desdibuja para cederle el sitio al ego, que toma forma en un sistema complejo: entre consciente, inconsciente, subconsciente, y supraconsciente, se nos complican aún más las cosas, y nuestra evolución se mete en un buen fregado, el de compaginar la información en varias frecuencias y bandas, en los que los diales no están bien sintonizados.
¿Pero a qué fin, para qué?
Tal vez la respuesta esté en la primera ecuación-emoción que surgió de la Creación, (Ain Sof Aur): El Amor, porque el Amor que es Luz, es capaz de asumir el impulso inicial que se proyecta en el vacío y busca respuesta, cobijo, columnas donde asirse para impregnarlo todo. El amor pone en marcha la vida, toda vida, desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande. Pero ¿qué hace que ese acto de Amor-Luz no pueda perpetuarse sólo y deba encontrarse con la oscuridad, con el dolor, con el sufrimiento? ¿Se desvirtúa el proyecto?
Es a través de la densidad que se manifiesta lo inmanifestado, es a través del dolor sublimado que se genera el Amor, -por el cual se reconoce la bondad-, porque la dualidad es parte de nuestra tarea de creadores potenciales. El mundo existe en la forma en que lo vemos, lo sentimos, lo exploramos. Es mediante sus contornos físicos, reales, manifiestos que lo sutil, virtual, dimensional se manifiesta. Todo lo que vivimos es fruto de nuestras proyecciones mentales, emocionales, espirituales. ¿Cómo saber sino cómo es la emoción si no es sintiéndola en nuestro cuerpo, que es el más denso, el más opaco y pesado? Somos conciencia y esencia creadora que se experimenta a sí misma en un juego de valores que nos lleva a toda clase de luces y sombras.
El sufrimiento existe sólo en la medida en que nos identificamos a esos valores finitos, cuerpo, materia, densidad, para comprender la finalidad de lo que debemos transmutar. Si bien, a priori, no es necesario o no debería serlo aprender mediante el dolor, desde el momento en que adquirimos la conciencia corporal nos metemos de lleno en esa vorágine palpable: si me golpeo me duele el cuerpo, si lastiman mis emociones, o me infravaloran, me duele por dentro. ¿Estamos hechos entonces para estar en permanente sufrimiento? No. Aunque el aprendizaje para devolvernos la primigenia función es largo, necesitamos tantas vidas para asumir esa calidad Amorosa de la cual partimos que a veces el cansancio existencial nos vence.
La Cábala nos enseña desde el Génesis cuál pudo ser el propósito inicial de la Creación para que ese plan se diseñará así, (hay quien lo tacha de chapucilla). Pero lo cierto es que todo responde a la necesidad de crear formas cada vez más complejas y perfectas. El estudio de los Sephirot del Árbol de la Vida, en su camino de ascenso y descenso a lo largo de los Senderos o Cineroth y con respecto a cada Centro de Vida, nos diseña gran parte de este plan estratégico, un diseño base sobre el cual experimentamos con el libre albedrío en la mano, o más bien en el corazón. En él se dibuja la Luz y la Sombra, el aprendizaje por la senda del amor y por la del dolor, del conocimiento y la forma, de la belleza, la verdad, el esplendor y el sudor. En esa creación sefirótica está escrita nuestra historia en todas sus manifestaciones. Con el guión podemos crear presente, pasado o futuro, todo dependerá de cómo queremos vivir, si repitiendo patrones, proyectando temores, o centrándonos en el aquí y ahora, porque esta es la única manera de no generar residuos de los que deberemos deshacernos. Este es el verdadero origen del dolor, la resistencia a la vida, la resistencia a creer en que nuestra evolución depende de cómo administramos nuestro potencial amoroso, nuestra capacidad de generar Luz para bombardear de esencia sanadora cada célula y patrón adherido a nuestra estructura de vida, de pensamiento, de emoción. En definitiva, aprendamos de una vez que no hace falta sufrir para amar o ser amado.
tienes tanta razón
nos quejamos constantemente de lo mal que nos va, de lo mal montado que esta todo , de lo mal que lo hace tal y cual......pero caemos en el espiral que nos atrapa y cuesta salir de él , cuesta no caer en la tentación , no criticar , no reprochar , no querer manipular , no modificar y sobretodo no hacernos más las victimas. Es como si seguimos con eses comportamiento , justificamos el miedo a probar , ni que sea por una vez , algo nuevo, algo sin razón y sólo desde el corazón....que nos guie la serenidad de saber que aunque fracasemos, lo habremos intentado.
QUIEN NO HA SOÑADO CON ALGO MEJOR? ESE ALGO EMPIEZA EN NUESTRO INTERIOR Y SI YO LE DOY MÁS CARIÑO A LA FALTA DE ATENCIÓN DE MI PADRE ....EN VEZ DE QUEJARME Y ENFADARME CON EL MUNDO.....QUIZÁS Y SÓLO QUIZAS...PODRE MODIFICARLO ; POR LO MENOS MI VIBRACION SERÁ DISTINTA Y MÁS POSITIVA PARA MIS CELULAS...MI ALMA.
GRACIAS MILENA POR TANTO,
ANA SANCHEZ
Ana, preciosa
Es cierto, es tiempo de liquidar viejos patrones para descubrir en nosotros la verdadera y preciosa esencia que al igual que un diamante, sólo espera ser pulido para brilla en toda su manifestación. Gracias por tus sabias palabas.
En respuesta a tienes tanta razón por Anónimo
Magistralmente planteado,
Magistralmente planteado, como siempre querida Milena,
Hemos venido a experimentar y la sombra forma parte activa del aprendizaje y es donde vamos a probarnos realmente. Sentir que estas en el fondo, vivir esa emoción, el dolor, experimentarla, es el primer paso para salir hacia la Luz.
Con mucha frecuencia útilmamente se esta huyendo hacia delante, pensando que si se pasa todo el dia decretando nada malo puede suceder. El miedo a experimentar es el motor de esas actitudes y si bien a nadie le gusta pasarlo mal, todos sabemos que tras una experiencia dolorosa el avance ha sido indescriptible.
Sin embargo no hemos venido a este mundo a sufrir y son las resistencias, los temores lo que nos impiden el vivir plenamente, cuando nos alejamos de esos parámetros y desalojamos de nuestro interior esas energias densas, para dar cobijo a nuevas, positivas y enriquecedoras vemos que nada hay que temer, todo lo que empieza termina, y una vez termina otro ciclo empieza.
Vivir plenamente el aqui el ahora y una vez finalizado soltarlo y quedarse con lo que nos ha nutrido y a por otra, fluyendo entre la sombra que cada vez estará mas alejada y la Luz que cada dia y cada noche nos iluminara más.
Un abrazo y gracias por tu maestria,
Mi estimadísima Anna
A ti todo esto te viene de vuelta ya, la sabiduría te es familiar porque seguramente caíste en la marmita de pequeña, y hay qué ver cómo lo has aprovechado. Gracias por tus preciosas palabras, tú sí que eres una Gran Maestra.
En respuesta a Magistralmente planteado, por Anna M
Milena he leído con mucha
Milena he leído con mucha atención este interesante atículo,
y me ha aclarado varias cosas.
Muchas gracias.
leerlo
Acabo de empezar a escribir y quiero que leáis y opinéis sobre lo que e escrito, solamente lo escribo para mi propio desahogo pero espero que ayude a otras personas con su punto de vista sobre la vida.