Júpiter. El tránsito de Júpiter por cada signo es de aproximadamente 1 año y permanece retrógrado un cómputo de 3 meses y medio. Júpiter administra los contenidos de Sagitario y Piscis, llevando a estos 2 signos a la expansión, el poder y la alegría, pero también pudiendo exagerar situaciones extremas. Lo que busca Júpiter es mandar, llevar la batuta, (con permiso de su padre Saturno), y en su afán de conquista genera en la personalidad una confianza extraordinaria, generosidad, justicia, simpatía, liderazgo y carisma. Su posición en la esfera de Hesed en el Árbol Cabalístico lo sitúa en un lugar privilegiado, la atalaya desde donde la Bondad Superior, la tolerancia, el entusiasmo, la benevolencia, la magnanimidad y la multiplicación cuentan con muchas oportunidades. Cuando está en periodo retrógrado, hay una deceleración de todas estas cualidades y todo este sistema de navegación que en vez de expandirse se vuelca hacia el interior, permitiendo que las cualidades de este planeta sean asumidos más despacio por la conciencia. Para los que se lanzan a la aventura a ciegas puede resultar perturbador porque les obliga a parar. Para los que les falta entusiasmo e impulso, puede acentuar su visión pesimista de la vida. Pero a los que abogan por superarse esta marcha ralentizada puede generarles una fuerza interior que inunde el motor de la voluntad y que esas personas tengan una fe enorme en sus posibilidades de acción a la hora de enfrentarse a sus experiencias. Se trata del poder jupiteriano que crea un fuerte magnetismo y seguridad respecto al poder interior. Aprovecharlo resultará tremendamente efectivo para poner en marcha negocios, asuntos, relaciones con ilusión pero también con máximo realismo.
El movimiento retrógrado de Júpiter cesó el día 6 de marzo.
Saturno, planeta de Capricornio y Acuario que distribuye las energías de Binah en el Árbol Cabalístico, tiene un tránsito de dos años y medio en cada signo y se mantiene retrógrado a diferentes intervalos durante unos 4 meses. Saturno representa la legalidad, la reflexión, la seriedad, la profundidad de conocimiento, las reglas, la ley, la organización, la precaución y la honestidad. Hay que ser mucho más paciente cuando está en periodo retrógrado porque las cosas van a ralentizarse aun más si cabe y nos veremos abocados a pasar por la criba todos nuestros asuntos, nos insta a ser más precavidos, más seguros de lo que hacemos, más concentrados en lo que nos ocupa y más responsables y austeros. Para la economía es una época de restricciones, pero también de ahorro. Saturno suele tener mala fama en Astrología tradicional pero, para la Astrología Cabalística, Binah representa el marco del destino que el ser humano acepta y es el que sabe moverse en el momento oportuno, construyendo paso a paso su edificio, sus estructuras y si estas son paradisiacas, (con la ayuda de Júpiter), mucho mejor. Por lo tanto se trata de un periodo intenso de aprendizaje y en un mundo que suele ir demasiado deprisa por llegar a todo, donde las cosas bien hechas a menudo topan con la imposición de una ambición desmedida, esta ralentización puede sernos muy útil si sabemos aprovechar la coyuntura. Saturno está para marcarnos el tiempo y nos parará los pies si la falta de coherencia nos invade.
Saturno transita en Escorpio desde octubre del 2012, obligándonos a repasar con lupa nuestras emociones, lo que queda anclado en la memoria y nos enfrenta a nuestros miedos. El temor al cambio es algo patológico para este planeta que se instala en su férreo control. Pero en realidad si aprendemos a llevar las riendas de nuestras experiencias, como sabemos que nada es eterno, otras energías planetarias vendrán al rescate para ayudarnos a desarraigar los patrones demasiado anclados en la memoria, en las costumbres y los tránsitos de los planetas transpersonales, Urano, Neptuno y Plutón que acudirán a la llamada.
El movimiento retrógrado de Saturno cesa el día 20 de julio 2014.