Cada día amanecemos con un nuevo escándalo en el país desde donde escribo esta crónica. Eso me recuerda la canción del famosísimo Raphael, que tararea festivamente una canción que ilustra a la perfección el estupor de la gente: -Escándalo, es un Escándalo, y que podéis visionar al final del presente artículo -, esto es el jolgorio al que se han entregado algunos sin pudor, noqueando la ética, creyendo estar por encima de la ley, exentos de punición y adoctrinando desde su atalaya a una sociedad que con estupor e impotencia parece ser el coro no contratado que los acompaña.

Son los que pertenecen a una especie de “clan”, donde el poder se mide por la cuenta bancaria y que igual que Alí Babá, se reúnen en sus cuevas para repartirse el botín y preparar el próximo golpe.

Pero no deja de ser más que lo que vivimos en Mátrix......

El responsable: Plutón

En las clases de Astrología Cabalística nos hemos referido a menudo a los tránsitos planetarios que nos influencian, tratando de analizar las perturbaciones que afectan la sociedad en lo colectivo y particular. Quien se adentra en este apasionante mundo se convence de que los arquetipos astrológicos planetarios son parte de nuestra trayectoria humana.

Cuando Plutón inició su tránsito en Capricornio en otoño del 2008, lo hizo en el signo que representa el poder, la ambición, la construcción, las leyes, los dirigentes, los que representan la empresa; en definitiva, los que mandan, y comentamos entonces, no pocas veces, que durante su pernocta, todo lo que no se había hecho de forma coherente, sólida, equilibrada, acabaría por caer. Que se vendrían abajo imperios, cabezas coronadas y que todo lo corrupto se vería en la picota, se desarticularía. Nos referíamos a las organizaciones, estamentos, empresas, y todo lo que destila poder o todo el que no ha hecho correctamente el trabajo según su conciencia. Lo que no me podía imaginar es que esa sentencia también pillaría de pleno y literalmente a ciertas cabezas de la monarquía.

Cuando analizamos con atención los procesos astrológicos en relación con los avances sociales nos damos cuenta de la importancia de tener en cuenta estos factores, no enfocándolos hacia una vaticinio, sino como herramienta de estudio y de prospección. La verdad es que si los dirigentes consultaran seriamente la astrología, -como hacen algunos en la sombra-, tal vez se podrían paliar muchos desaguisados, se tendrían en cuenta ciertos factores que sin duda ayudarían a no cometer errores.

Teniendo en cuenta el tránsito de Plutón por el signo de España, Sagitario, desde finales de 1995 hasta el 27 de noviembre del 2008, supuso para el país una auténtica expansión si nos atenemos a la bonanza económica. Para entenderlo hay que explicar qué clase de energía o arquetipo representa Plutón.

Plutón es el planeta del inframundo que se asocia a las capas más profundas de la psique. Plutón-Hadés mora en las catacumbas de nuestra personalidad y permanece en las tinieblas hasta que necesita respirar y ver la luz. La mitología nos cuenta que Plutón se siente triste en la oscuridad y decide raptar a Core, hija de Deméter para no estar solo. Deméter se enfurece al perder a su hija e impone su castigo; manda plagas y devasta todo lo que tiene a su alcance. El pacto debe acabar en la aceptación. Core se convierte entonces en Perséfona, la que ama la oscuridad y durante una larga etapa del año acompaña a Plutón y engendran propósitos en el inframundo, (gestión de proyectos). Es la luz que penetra en las tinieblas y se acostumbra a ellas, gesta, dirige, organiza. Core, la diosa de la primavera vuelve a la superficie cuando todo está listo y debe eclosionar. Los propósitos gestados salen a la luz. Plutón se queda y se convierte de nuevo en una tendencia refugiada en las sombras y hasta que vuelva Perséfona, se oscurecerá, latente y paciente a la espera de nuevos propósitos. Esta unión requiere habilidad, pero no engaño. Pero lo que ocurre es que Plutón es lento, muy lento, (tarda de 15 a 18 años y en ocasiones mucho más en recorrer un signo zodiacal), y todo ello hace que los objetivos se dilaten y quien no quiere esperar a que las cosas o la gloria le llegue a su tiempo, urde planes y  ambiciona, lucha, se descontrola y es cuando los contrastes entre la luz y las tinieblas provocan cismas. Plutón se organiza en la oscuridad sin Perséfona pero, cuando ésta vuelva a su lado, la Luz penetrará de nuevo en las tinieblas y lo que si hizo mal saldrá a la superficie.

Así podemos resumir que el tránsito de Plutón por Sagitario supuso un tiempo de esplendor. La primavera económica movilizó una gran cantidad de energía que debiera haberse mantenido en equilibrio. Pero los años de bonanza movilizaron demasiadas ambiciones; se dispararon las creaciones plutonianas, queriendo más y más deprisa, dando fuerza a todo lo que estaba dormido en el interior de cada uno de los individuos, que gracias a esa etapa de beneficios, subidos a un andamio que parecía sólido, creyeron que la plataforma resistiría con el éxito por montera.

Plutón da serios avisos para que entendamos su mensaje, pero quien está en pleno fulgor del éxito no atiende su reclamo, ignora su conciencia. Los años de borrachera de poder acallando la voz de la razón llevaron a muchos a meterse en una espiral de incontinencia financiera. Y como no hay peor enemigo que la propia esencia cuando la emprende con los propios ideales, quienes glosaron la ética, denunciaron corrupciones, afirmaron su nobleza y no fueron capaces de cumplir con sus propias exigencias, han sido los primeros a los que han pillado. No solo hay que parecer honrado, sino hay que serlo.

Reconocer la propia naturaleza inferior es muy doloroso y Plutón se encarga de obligarnos a limpiar, a regenerar lo corrompido de la naturaleza humana.

Pasado el tránsito de Plutón en Sagitario, ocultando muchas incoherencias y maquinaciones, le llegó el turno a Capricornio de “soportar” la fuerza plutoniana dispuesta a “pasar lista”. Desde noviembre del 2008 hasta el año 2023, tal y como hemos mencionado, Plutón se ha encargado y se encargará de reparar todos los desmanes, injusticias, desequilibrios que la falta de integridad ha provocado. Teniendo en cuenta que Capricornio es la Casa II de España, y ese sector nos habla del dinero, de los goces, de la seguridad, de lo acumulado, comprendemos mejor qué le ha ocurrido a la economía, qué les está pasando a los gerifaltes que decidieron saquear las arcas del reino, tanto en el sentido más material como figurado, ya que la casa II nos habla también de los valores de una sociedad.

Si Quevedo levantara la cabeza no le faltaría inspiración para seguir alimentando su prosa y su sátira de la picaresca. Otros se encargan ya de eso, pero pocas son aún las voces que claman un cambio refrendado más desde la conciencia que desde la revuelta o las urnas, porque la legitimación de un gobierno se la dan sus gentes y si los gobernantes son obscenos, deberemos mirar qué parte de obscenidad hemos dejado que se apodere de nuestro mundo.

Plutón está removiendo los cimientos de nuestras estructuras, de las de arriba, -los poderosos-, y de las de abajo, la gente de a pie que lo está pasando mal. Pero también está apelando a nuestro espíritu y nuestra moral

¿Quién es más responsable en esta historia? Todos compartimos esa carga, pero también hay que puntualizar que los que más tienen, más poseen, son los que más debieran cuidar a los desprotegidos, pero se ha hecho y se hace exactamente al revés.

Decimos a menudo que necesitamos estos tránsitos para reaccionar, para poner a prueba el instinto de supervivencia, pero que no sea solo de una lucha instintiva, sino que sea para reavivar el fuego de nuestra integridad, de nuestro espíritu más lumínico. Recordemos que atraemos lo que somos susceptibles de asumir, por activa o por pasiva. El enemigo fuera no es otra cosa que esa tendencia interna que está al acecho y que nos propone un guión en el que estaremos involucrados, con o sin nuestro consentimiento.

Así pasado, después del boom del tránsito por Sagitario, -es un hecho que entre los años 2002 y 2007 se construyeron más viviendas en España que en Francia y Alemania juntas siendo que la densidad de población de estos dos países triplican a la española-, y que los pelotazos y pucherazos se dieron en cantidad masiva durante estos años,  llegaron las vacas flacas con el consiguiente reajuste inmobiliario, la degradación económica, los chanchullos, los engaños financieros, etc., que han succionado el ahorro de tantos hogares. Plutón dio a espuertas posibilidades de expansión, pero quien no supo o no pudo gestionarlo está sufriendo los daños directos y los colaterales.

De la corrupción a la sanación

Hay quien espera en candeletas que se tire completamente de la manta; que se sepa todo, que salga a la luz la verdad, que se haga justicia, que nos arreglen el tinglado en el circo que se ha montado. Pero estar horrorizados, escandalizados, afectados por todo lo que está pasando no basta, hay que tomar partido y no me refiero tanto estar en un bando o en otro, sino a ser conscientes de lo que han generado nuestras estructuras internas; lo que se ha amontonado en nuestras alacenas, lo que hemos dejado pudrir y ahora nos toca limpiar. Para sacudirnos de encima la corrupción hay que promover la sanación de todo lo que impide a la conciencia hacerse oír. A mi entender es la vía que nos propone Plutón que acaba de entrar en el segundo decanato de Capricornio y en grados de Hochmah, donde la providencia tiene su sede.

Kabaleb decía respecto a este grado en Capricornio que Plutón promueve ahí la regeneración de lo caduco, ofreciendo asilo, sosiego en medio de la turbación, proponiendo un alto en el camino para que el oasis de paz desaltere los espíritus.

Su tránsito por este grado finalizará el 26 de noviembre. Ojalá tomen buena nota todos los que desean limpiar las estructuras, porque cuando pase a grados de Binah, (12º), otro gallo nos cantará.