Una visión del Árbol Sephirótico

Kether

Kether es el todo. Es la unidad y la pluralidad. Es el principio y el fin. Es la necesidad. Es la posibilidad. No podemos pensar, no podemos sentir, no podemos vivir sin la idea de Kether. Ni sin su realidad. Kether es necesario para que todo (y sus contrarios) pueda ser pensado, sentido y vivido. Kether contiene la posibilidad de la existencia, de todas las existencias posibles: de las que serán y de las que no serán. Kether lo contiene todo, por lo tanto es múltiple, pero al mismo tiempo es uno. A partir de Kether se inicia la vida, es su origen, pero Kether es también el final de la vida, es su destino.

Binah

Binah permite la posibilidad de dar forma real a lo que puede ser posible que tenga forma real. Binah hace visible y ordena el material que permite la vida. Con Binah se hace presente el principio de realidad y, por lo tanto, de concreción después del principio de potencialidad. Binah es la elección, la renuncia, entre diferentes posibilidades. En consecuencia, Binah genera conflicto. En Binah, pues, se hacen presentes dos caminos posibles y opuestos: el bien y el mal. En Binah se hace presente la consciencia de los opuestos y sus leyes que se manifiestan en el resto del camino de la creación. Albert Testart.

Hochmah

Hochmah es la ayuda divina, cuando el propósito se crea por nuestra voluntad, Hochmah, se ocupa de que las circunstancias idóneas se vayan formando en nuestro camino y lleguen un día a ser realidad. Muchas veces  no es lo soñado pero si observo bien, con el transcurso del tiempo, me doy cuenta de que las maneras en que me han ocurrido siempre las cosas, los hechos, son, en definitiva, para crecer mucho más como persona. Con la providencia de Hochmah escucho el inicio de mi voluntad, la voluntad de seguir hacia delante, cuando sombras oscuras cubrieron mi vida…Más tarde las circunstancias idóneas aparecen para dar forma a esa providencia en mi vida.  Hochmah es para mí como esa sabiduría interna que nos hace mover las mejores fichas de nuestra vida. Margarita Corral

Hesed,  misericordia, bondad.

Hesed está representado por Júpiter, planeta de la abundancia, la bondad y la suerte y  una abundancia que emana sin límites. Es el resultado de la proyección de los Tres Centros Superiores, (Kether-Hochmah-Binah). Hesed, cuarto Centro del Árbol de la Vida y primero del mundo de las Creaciones. Situado en la columna de la derecha directamente debajo de Hochmah, podríamos decir que surge de la emanación de éste por vía directa y recibe sus atributos, manifestándolos en actos de bondad.

Es el 2º He del mundo de Emanación y el Yod del mundo de Creación. Podemos decir que Hesed es fruto del pensamiento divino y semilla del mundo de los sentimientos. En Hesed nace el deseo que impulsa a las personas a conquistar y gozar de todo y dado que en Hesed todo es posible, siempre que no atente contra nuestro programa de vida, se le ha llamado también el Jardín del Edén.

Para mí, en lo que concierne mi programa de vida, me lleva sobretodo a desprenderme de lo acumulado en el camino y a un mayor  desarrollo espiritual. Hesed está procurando que mis necesidades básicas estén cubiertas, sin holguras y con alguna apretura pero cubiertas. Supongo que debe ser algo así como, “para que darle más, si va a tener que soltarlo de todas formas”... Y la verdad es que cuando tengo algo más de lo “necesario” lo pierdo, me lo roban o lo mal utilizo. Y en el plano espiritual, siento en mi interior la sensación de comprensión del funcionamiento de la creación, del todo. Bufff..., realmente es muy difícil de explicar, ya que no se trata de una comprensión racional, sino de una sensación interna. Nuestro potencial es ilimitado, aunque no nos lo creamos.

Hesed, de ti espero la bondad que ha de transformar el mal en bien, dame poderes, señor, para endulzar la vida de los que se acerquen a mí y ayúdame a llevarlos a la senda de la alegría y el optimismo. Jaume Vinyals

Gueburah

Cuando se me propuso hacer unas pinceladas de lo que para mi era Gueburah, vi claro cuanto me faltaba aún por descubrir de mi mismo. Es curioso que durante toda mi vida los símbolos de Gueburah me hayan perseguido, supongo que intentando hacerme ver lo que tanto y tanto necesitaba y que ahora pienso que he encontrado.

La providencia quiso que naciera bajo el sol de Aries , el carnero regido por la fuerza del fuego de Marte , y eso no deja de ser curioso teniendo en cuenta que es precisamente Marte quien rige Gueburah y que éste debería ser el más asentado de los Sephiroth en mi caso , pero la verdad es que ni de lejos.

El orden, la justicia, la energía, el valor, la disciplina, la acción, el esfuerzo, la superación, representan su esencia. El equilibrio del ser no se consigue solo con amor, sin orden el amor acaba siendo estéril, la energía dinámica es tan necesaria para la salud como la dulzura, la caridad y la paciencia. El exceso de paciencia nos lleva a la esclavitud. Nietzsche ya lo proclamaba así, a pesar de que fue muy mal interpretado. Nadie debe negar el amor pero Gueburah no permite el amor ciego, que no significa fe sino ignorancia. Nadie debe negar la piedad pero no se ha de caer en la trampa de la Madre Misericordia que esconde la ineptitud y la cobardía detrás de la falsa fragilidad o aquella premisa cristiana de la inacción frente a la agresión. Nadie debe negar la pureza, pero el ser humano está en un mundo en el que con la experiencia debe pulir con consciencia todo aquello que lo aparta de su esencia, la que es  única y realmente pura. Nadie debe negar la dulzura pero no convertirla nunca en falsa candidez o en exageración azucarada de la fantasía de creer que la vida es el Paraíso Terrenal.

Es precisamente este esfuerzo por reordenar la excesiva complacencia que viene de Hesed lo que identifica Gueburah, porqué Gueburah nos hace libres en cuanto nos ayuda a romper el círculo en el que tendemos a instalarnos. Nos hace tomar consciencia de que si queremos ser los dueños de nuestra vida debemos regirnos por un orden ineludible para hacer efectivo nuestro trabajo y no perdernos en la eterna búsqueda de lo que ya habíamos encontrado y que por nuestro desorden hemos olvidado entre miles de experiencias de la vida.

Gueburah es aquella espada que nos libera de la opresión de la inacción. Cuando los cristianos ponen en boca del Maestro de Nazaret aquello de “Vine como un cordero, volveré como un león” a parte de las connotaciones astrológicas que podemos extraer, tiene un sentido maravilloso que nos explica la réplica que se nos ha querido ocultar desde la Curia Vaticana que es que Hesed abre la puerta rezumando el amor del Universo y que Gueburah lo asienta mediante el equilibrio y la rectitud, que del cordero de amor se pasa al león de la justicia. El hombre abre piernas y brazos para crear su mundo, creando así junto con su cabeza el pentagrama que no es más que la voluntad de la divinidad plasmada en una norma o canon, canon que deberemos seguir si queremos llegar de nuevo a la luz. Por eso también creo que la reglas de la Tabla de Esmeralda que viven inscritas en el reverso del pentagrama porqué la acción solo se convierte en efectiva si está estructurada y tiene sentido lógico y universal. Ernest Ruiz 

Tipheret

La armonía. El equilibrio entre Hesed y Gueburah. Me  siento feliz en Hesed. Hesed es la alegría, dejarse llevar... Gueburah es la disciplina, la justicia, el orden: el límite necesario. Tipheret bebe de los dos, pero también de Kether, la chispa divina que va directa al corazón: a Saber. Y a saber que Sabes. La sabiduría que conecta con los arquetipos, el amor, la justicia, el orden. Tipheret es el equilibrio que buscamos, pero que ya existe. Como  educadora me pregunto en qué momento “perdemos” ese contacto, ese equilibrio. O quizás es necesario perderlo para enriquecerse en el camino  del reencuentro...

Tipheret es la conciencia lúcida que Sabe y pone palabras desde el  corazón. El hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo. Ese contacto con la voz interior que debe  fundamentar las decisiones y los actos de la vida.  Y si el fundamento es el yo profundo, la voz interior, aquella que aparece cuando la esperas y cuando no, entonces la decisión tendrá sentido. Surge en mi pensamiento aquel  poema o reflexión, creo que atribuida a San Francisco...

Señor,

Concédeme coraje para cambiar lo que puedo cambiar;

Paciencia para aceptar lo que no puedo cambiar

Y sabiduría para discernir entre ambos.

Tipheret es el equilibrio, la calma que me permite escuchar y, sobretodo, escucharme. He pensado en un texto sencillo  que escribí hace dos o tres Navidades....

Te/me deseo CALMA...Para esperar y no esperar, para aceptar, para escucharme ypara escuchar

Para decidir, para reconocer los avances, para actuar con medida y coraje

Para vivir los momentos de tristeza y para aprender de los momentos “de desierto”

Calma, medida, coraje y aceptación.      Montse Valeriano

Netzah

Es Amor, Creatividad, y me atrevo a agregar Ternura

Todas cualidades que pienso que se nacen con ellas ya que pienso que el ser humano en un comienzo es perfecto

La vida se encarga a que nos olvidemos de ellas, a irnos a los extremos y como ya se sabe todo extremo no hace parte del equilibrio. Cuando llegamos a una cierta edad algunos tenemos la suerte de tomar conciencia de todo esto y si tenemos la intuición que también está en Netzah, se la puede escuchar y decidir de cambiar, cosa que no siempre es fácil.

Mi hermana mayor me dice que era un montón de ternura cuando era pequeña, pero tal vez se quedó en el camino. Espero recuperarla.   Alejandra Vergara  

Hod (Donde opera la magia física)

Hod, 8ª Sefira, situada en el árbol de la vida en la columna de la izquierda, y unida o conectada por senderos con las Sefiras Gueburah, Tipheret, Netzah, Yesod y Malkut. Hod es el intelecto, el pensamiento, el razonar, el discernir y comprender, entender el proceso de todas las cosas.

El 1º principio del Kybalion dice: " Todo es mente", el universo es mental.
Hod- Mercurio, es la materialización de las cosas que se realizan con la mente.
La inspiración viene de Netzah, Sefira unida a Hod. En Hod, se desarrolla la idea o la inspiración de Netzah, se le da la forma, coherentemente, con lógica,  paso a paso, entendiendo lo que estás haciendo. Es pulir la idea o la inspiración de la idea y empezar su puesta en marcha, su plasmación que va a tener lugar en Yesod, el siguiente Centro que también está unido a Hod. A la hora de operar la magia física, de materializar, la emoción que pones en todo ello, por ejemplo a la hora de hacer un ritual, (entendemos por ritual una forma de expresión, de trabajo), la emoción es más del cincuenta por ciento del éxito del ritual. Hod, extrae su fuerza de Gueburah, a la que está unida por un sub-sendero, y si Gueburah es Voluntad y Fuerza, en sus expresiones mas positivas, la materialización se nutrirá de estas fuerzas. La falta la voluntad obstaculiza las leyes. Según los egipcios, en los mitos de la Creación,  Maat- ley dentro de un orden, también es regla y obediencia.
Todo dentro de un orden, mejor dicho: orden en las cosas,  un orden en la Creación, orden que debe seguir rigiendo todas las cosas, tal y como lo conocemos no existiría (No existencia)
En definitiva, a la Sefira Hod se la llama: La  Esfera donde opera la magia física porque Hod permite al intelecto razonar, entender, detallar de forma coherente siguiendo las leyes para que la inspiración de Netzah se plasme en perfección en los Mundos de Acción.  Nadya Mitchell

Yesod: es la materialización, la cristalización.

Son las imágenes, los pensamientos, las anécdotas....el guión de nuestra película, nuestra vida. Allí encontramos los actores y vivencias o escenas, que antes fueron diseñadas para nuestro crecimiento humano. Si hemos sido capaces de ir recogiendo la información que el resto de los Sephiroth nos proponen, es en Yesod donde se lleva a cabo la obra de nuestra vida, pudiendo llegar al entendimiento, a la conciencia de qué somos, cómo somos y sobretodo qué escogimos ser.

Aquí se resumen y se unen los actos de nuestra vida: los mentales, espirituales emocionales, físicos....y donde se purificará nuestro contenido, cuando lleguemos a entender nuestra verdad.

Para mí es como dar a luz. Llegas al final de una gestación y disfrutas de traer al mundo a tu hijo, de darle la vida. Después de una incertidumbre, le ves la cara a tú bebé y le sientes. Ya sólo piensas en protegerle, en hacerle feliz, aprendes a ser padres y vas creciendo con él. (Seguramente debe ser porque aquí está el arquetipo de la Luna – madre). Además nos permite ir modificando según los cuatro ciclos de la luna, y según como nos vamos sintiendo identificados según los signos, según lo que sentimos e intuimos.

Yo particularmente he entendido, cuando he llegado a Yesod, y con la ayuda del Árbol Cabalístico lo que debo transmitir y transmutar, algunos aspectos y falsas conductas de mi forma de ser que no caben en mi interior. Identificar mis frustraciones, mis defectos para así disfrutar más de mis virtudes. Quitarme la máscara, no tener miedo de ser yo, sin apegos, sin roles equivocados, aceptando ser una hija, una persona libre capaz de equivocarme, rectificar e incluso no saber que hacer, pero que conectando con mi alma, porque es cuando puedo encontrar las respuestas necesarias. Confiar en mí y liberarme de cargas, esto es lo que siento que me propone Yesod.

Cuando podemos desprendernos del velo que tenemos en los ojos ( entender que estamos de paso y el físico y lo material es transitorio, así como las experiencias. ) , podemos disfrutar de las imágenes que nos ofrece Yesod y estamos muy cerca del anhelado equilibrio, de esa paz interior.

Sólo nos queda aplicarlo diariamente y será en Malkuth.

Malkuth: es la realidad en la Tierra

Aquí pones en practica las necesidades de tu ser. Vives las experiencias escogidas, desde la conciencia, superando apegos y demostrando coherencia con todo lo aprendido de los demás Sephiroth.

Disfrutaremos de ser capaces de darnos cuenta. Así por ejemplo si alguien nos emite energía negativa, podemos no identificarnos y además transmutársela enviándole amor y dando las gracias por lo aprendido. Se nos plantean a diario situaciones donde debemos aplicar esa conciencia adquirida y que va vinculada a nuestro sacrificio escogido, a nuestro trabajo humano, a nuestra luz interior.

Para mí aquí es donde se practica a diario el amor universal. Es como la escuela del universo donde te ponen exámenes y dependiendo de las evaluaciones vas “subiendo” de curso o vas repitiendo las pruebas que te manda la vida.  Ana Sánchez.