No existen sueños absurdos, sino sueños que no comprendemos, que parecen no tener explicación lógica pero que, símbolo a símbolo, describen un relato válido para la comprensión de la vida cotidiana.
Este es el análisis del sueño de Montserrat, útil para seguir haciendo prácticas con el diccionario de interpretación de sueños Mas allá de los Velos de Morfeo.
Estoy en una estación de tren, o de metro, porque es subterránea, esperando para subirme a un vagón. La estación está casi vacía pero sé que estoy con alguien, pero no lo identifico, y en realidad, tampoco veo que yo me suba, ni que vaya en tren, solo tengo una pequeña sensación del trayecto. Me encuentro ya en mi pueblo, pero no reconozco que sea el pueblo donde vivo actualmente. Estoy en la acera de la calle principal, sola, a punto de cruzar. Pero me encuentro de frente un carro de los de antes tirado por un gran buey de color gris oscuro. Me gusta verlo porque es algo inusual. Doy unos pasos hacia mi izquierda para poder cruzar la calle y sortear el carro pero, por detrás, y para mi sorpresa, veo un montón de vacas y becerros pequeños, marrones claro y blancos. Me gusta contemplarlos y sonrío; están sentados a cada lado de la calle, como si fuesen coches aparcados unos detrás de otros. Encima de la acera un poco más adelante de donde estoy, hay un becerro pequeño blanco que me mira muy tiernamente y empieza a venir hacia mi. No me asusto, pero dejo de mirarlo por si acaso y busco un espacio para poder cruzar la calle, pero en lugar de cruzar por el espacio libre, mi cuerpo salta por encima de una de las vacas, y me quedo totalmente sorprendida de lo que he hecho, es como si no hubiese sido yo. Es como si primero hubiese saltado mi cuerpo, lo veo desde atrás, me sorprendo del salto. Después ya en medio de la calle y en mi cuerpo, sigo cruzando para coger otra calle, al final, está mi casa, que realmente es la casa de mis padres. Pero no llego a verla, solo sé que está ahí. Cuando llego, me encuentro con un prado muy verde, y mientras lo cruzo para llegar a mi casa, me encuentro fenomenal pisando y caminando por la hierba.
Organización del sueño
Realizamos el análisis del sueño utilizando las indicaciones que damos en nuestro libro en el apartado: confeccionar un diario de sueños.
- Protagonista: Montserrat, la soñadora.
- Escenario: una estación de tren o de metro; un pueblo, una calle, camino a casa; un prado.
- Protagonistas del sueño: Montserrat, un carro, un buey, unos becerros, unas vacas, su casa, la casa de sus padres, un prado verde.
- Situación: la soñadora se encuentra en una estación subterránea, tal vez cogiendo un tren, para situarse en la calle de su pueblo, queriendo cruzar para llegar a su casa. Pero surgen impedimentos; hay una escena campestre, animales, su casa o la de sus padres.
- Descripción del escenario: una estación subterránea que no sabe si es de un tren o de un metro; tampoco sabe si coge un tren. Llega a un pueblo que parece ser el suyo, pero no lo reconoce. Una sorpresa: un carro con un gran buey gris en medio de la calle principal que pretender cruzarla. Hay obstáculos que contempla con agrado, vacas y becerros. Montserrat quiere avanzar, y surge un nuevo impedimento, un becerro tierno, -al que no teme-, pero que no osa mirar. Busca un hueco en la calle para pasar, pero da un salto que tampoco es un salto habitual, es como salir de su cuerpo, en realidad nada es como parece. Porque su casa tampoco es su casa, sino parece que la de sus padres, hasta que llega a un prado verde y mullido.
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Descripción de los elementos del sueño:
- Estación de Tren o metro, en tránsito de espera de un transporte subterráneo, en la profundidad de la psique, un movimiento latente, ya que Montserrat no tiene claro si hay un tren o metro, si sube o no, solo que es subterráneo. Tal vez no sabe lo que quiere, cambiar o no cambiar de paisaje. El tren, tal y como lo definimos en el diccionario de interpretación de sueños, significa un desplazamiento, un cambio, la salida hacia un destino.
- Pueblo: lugar donde se establece la residencia, la organización de su psique. Llega a su pueblo, pero no lo reconoce, por lo tanto no comprende la naturaleza de ciertos actos, o porque actúa de una cierta manera. Hay actos, pensamientos en los que no se reconoce ella misma, duda de su asentamiento.
- Carro: también es un medio de transporte, pero antiguo, lento, del pasado, en las ciudades ya no transitan, es totalmente inusual, fuera de contexto. Hay algo en lo que resulta anacrónico.
- Buey gris: simboliza la fuerza de los instintos, (gris se asocia al pensamiento), pero también una cierta terquedad o lentitud, tira del carro, por lo tanto, allá donde se dirige Montserrat, en su psique, hay una especie de vuelta al pasado, porque además transita por la calle mayor, algo principal e importante en su vida, y se encuentra con obstáculos. Lo contempla divertida, parece que no le preocupa mucho esta antigualla.
- Vacas o becerros: los animales representan los instintos, tal y como lo definimos en el diccionario Más allá de los Velos de Morfeo, pero a diferencia del buey o toro, la vaca representa una cierta parsimonia, inactividad, ya que se encuentran fuera de su ambiente natural. Es una escena muy bucólica, que place a Montserrat, pero las vacas obstaculizan su tránsito, se colocan a lo largo de las aceras, como aparcadas, y representan la inoperancia, la falta de coherencia respecto a su trayectoria que, recordemos, es cruzar la calle para ir a su casa. Al final un pequeño becerro blanco y tierno se le acerca, es el animal quien viene hacia ella, expresando lo infantil de una situación, (blanco, pureza).
- Cuerpo: su cuerpo decide saltar por encima, el cuerpo es el templo del alma, el envoltorio material, y se escinde de su conciencia, porque hay una especie de desincronización, como si no fuese ella, hasta que se encuentra del otro lado de la calle en su cuerpo de nuevo. Clara alusión a que está descolocada por alguna circunstancia, algo que no ve claro, y de ahí la desincronización. Algo está lastrando una decisión que no tiene tomada y que le hace dar saltos incoherentes en situaciones incoherentes, tal como refleja la escena.
- Casa: tal y como ya lo hemos comentado otras veces, -ya que la casa es una imagen que sale muy a menudo en los sueños-, expresa un Yo Interior, donde la psique se mueve, elabora sus contenidos. Pero Montserrat intuye esta casa, no la ve, y ni siquiera es la suya, es la de sus padres. Vemos de nuevo el pasado que gravita, los padres, las referencias sobre las cuales Montserrat se fundamenta, pero está confundida. Tal vez no asume una situación actual, ¿algo que ocurrió en el pasado le recuerda lo que sucede en el presente?; ¿le falta seguridad para llegar a tomar la decisión adecuada?
- Prado: igual que la acepción de jardín en el diccionario, el prado simboliza un estado de paz de la mente, sobre todo si es verde. Se trata de una reconciliación, de un descanso de la psique después de su lucha.
Descripción y análisis de las emociones, los pensamientos y las sensaciones del sueño
Podríamos catalogar este sueño como un sueño de concienciación en el que cada elemento juega a ser y no ser, reflejando dudas acerca de una decisión, en la que el pasado va tratando de tomar el protagonismo, y la lucha entre lo que la soñadora cree que es más seguro para ella, para sentir que domina la situación, porque todos los animales son pacíficos, pero son animales, o sea instintos que tienen que resolverse, que forman parte de su naturaleza emocional. Todo el argumento del sueño expresa la duda, la dificultad en sentir que está haciendo cosas adecuadas, de ahí las escenas pastorales en las que se recrea, pero que no le dan ninguna solución. Tiene que moverse, cruzar la calle principal, a lo prioritario, saltar con toda su conciencia puesta en el objetivo final: su casa, su Yo Interior, su felicidad.
Al fin vuelve a casa, a la armonía, se siente feliz, lo que supone que la decisión acertada será tomada.
Esta es, como siempre mi interpretación de un sueño, la soñadora es quien sabrá encontrar el hilo conductor que aclaren estas imágenes.
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Foto: Monthaye