Seguimos incluyendo en este anexo acepciones que no figuran en el diccionario de sueños de Más allá de los velos de Morfeo, gracias al sueño recurrente de una persona que me lo consultó: una acusación de robo
En primer lugar notemos que los sueños recurrentes, tal y como ya lo hemos señalado en el libro, tienen su origen en experiencias no resueltas, que pueden ser más o menos traumáticas y que no se han logrado identificar. Pueden asociarse a un estado de ansiedad, algo atenaza, preocupa; una obsesión, una situación molesta, angustiosa, que repercute en la psique, y que el soñador debe identificar.
Tal como se indica en el anexo al diccionario de sueños en esta web:
Un robo representa una pérdida de valores, que pueden ser materiales, emocionales, morales, etc. Es una situación que perturba porque implica que se llevan algo que poseemos. Este análisis puede aplicarse también a un robo real en la vida cotidiana.
Las preguntas para descubrir a qué se refiere el robo podrían ser estas:
- ¿qué valores tengo y no utilizo de forma coherente?
- ¿qué hago con mi seguridad, en qué la baso?
- ¿qué no estoy viendo y me están quitando?
- ¿qué hago con mis recursos, mi energía?
- ¿dónde van a parar mi vitalidad, mis bienes, mis valores?
- ¿cómo o en qué estoy infravalorándome?
Un ladrón es un elemento, una tendencia perturbadora que asedia nuestra psique, amenaza la seguridad, pone de manifiesto una falta de precaución, estamos desprevenidos, desprovistos, algo falla en la atención de nuestros intereses. Es el aviso de una situación de inestabilidad que puede ser material, emocional o psíquica y que está amenazando nuestra seguridad.
Es necesario analizar en profundidad qué está ocurriendo en nuestras circunstancias, y cómo utilizamos nuestras energías, dependiendo de lo que nos hayan sustraído, podremos llegar a diversas conclusiones. Para ello recurriremos a las distintas acepciones que detallamos en el diccionario de Más allá de los velos de Morfeo, se trate de amor, de dinero, de oro, de joyas, etc.
Sueño de la acusación de un robo
En un primer sueño, la soñadora es acusada de un robo por parte de un amigo que es guardia civil en la vida real. Se trata de un acto que no ha cometido, y en el sueño lo niega, se debate.
Al día siguiente en otro sueño, vuelven a acusarla de robo, esta vez lo hace un desconocido y al despertarse tiene una sensación muy desagradable y busca una explicación; eran dos noches seguidas soñando que la acusaban de robar.
Análisis
Para analizar este y otros sueños es recomendable hacerlo siguiendo todas las pautas que detallamos en el Manual y Diccionario de Interpretación de Sueños que publicamos, (páginas 117, 118, 119), pero aquí resumiremos la información.
En los dos sueños no hay un objeto robado específico.
En el primer sueño quien la acusa es la autoridad. El guardia civil representa simbólicamente su parte restrictiva, su ley interna, la represión a la que le somete su propia psique. Es un representante de la autoridad que le advierte de que está cometiendo un acto reprochable que sin embargo ella no ha ejecutado. Se trata de una tendencia “amiga”, la que le está advirtiendo; algo no está funcionando en su sistema de valores; algo injusto que probablemente está viviendo en su entorno.
En el segundo sueño, quien la acusa del robo es un desconocido, pero la sensación al despertarse es aún peor que la del día anterior, claro, la han acusado dos veces de algo que no ha hecho. Aquí ya no tiene la ayuda de su propia autoestima, (el amigo), y se encuentra sola ante la debacle, debe esforzarse por identificar qué le está sugiriendo el sueño.
Al poner esas escenas de manifiesto, le pregunto a la soñadora con qué las relaciona. Lo primero que le viene, la primera asociación que establece es que en su entorno hay personas, amistades, con las que no acaba de conectar, con las que no tiene demasiada sintonía. Las frecuenta más por imperativo social; se aceptan, pero hay un cierta distancia entre su manera de pensar y las de esas personas. Lo que antes le satisfacía, la superficialidad, ahora ya no le compensa. Observamos que entre estas amistades está el guardia civil que figura en su sueño, -con el que en realidad se lleva muy bien-, pero en su primer sueño escenifica esa responsabilidad-autoridad que le acusa.
Su conciencia no está a gusto con una situación que le quita tiempo, energía, que no le llena, lo que puede quedar patente en la escena de la acusación: un amigo desconfía, le incrimina de un acto que no ha cometido; es una calumnia.
Le pregunté qué hay de falso en su comportamiento?, porque ella no ha robado, pero la acusan. Me respondió que seguramente el verse en situaciones que no le aportan demasiados beneficios personales; que a menudo se pregunta por qué se relaciona con gente con la que no puede mostrarse tal y como es, hablar de lo que le gusta, de temas más profundos. Ella se queja de vez en cuando de todo ello, pero no le pone remedio, y su sueño traduce en mensajes oníricos su insatisfacción.
Los sueños tratan de darnos muchas pistas acerca de nuestra existencia, y de las quejas que tiene nuestra psique. También nos relatan las satisfacciones que obtenemos, con sueños muy gratificantes como el último que me contaron, el de una fantástica visita a la Luna…, pero esto lo dejaremos para un próximo capítulo.