Un sueño revela un potencial dormido, unas claves para resolver tus propios conflictos. Analízalos.
Este es el sueño de Elena, una mezcla de realidad y fantasía.
Su relato:
Voy con el coche por la carretera que va a Manresa y de pronto veo un pino que está en llamas, grandes y claras, un fuego bonito. Y pienso, !Uy, fuego!, voy a llamar al 112. Pero no hace llamada, nadie contesta y pienso "qué raro". En esas que sigo mirando el fuego y de pronto se apaga y pienso "ah, mira qué bien, se ha apagado solo. Del fuego apagado sale como una energía que se convierte en un ser enorme con unas alas preciosas e inmensas, todo azul, todo energía, no es carnal. Me asombro y digo "¡ostras, un ángel!". Veo que lleva un martillo en la mano como el de Thor (el dios Thor) pero azul y de energía. Desde el coche veo que me lo va a lanzar y entonces me entra miedo porque pienso que me lo lanza, y voy repitiendo en mi cabeza ¡no, no, no! Entonces me despierto.
El ángel no me dio miedo, el miedo me lo causó el martillo en el momento de ser lanzado.
La consultante me deja además sus valiosos comentarios al respecto:
“En el Diccionario Más Allá de los Velos de Morfeo, salen explicados prácticamente todos los símbolos. Pero tengo una gran duda con respecto a lo que pasa con la figura del ángel. "Martillo" también está, pero no es un martillo común, es de una entidad angélica con una deidad pagana. Si pienso en el dios "Thor" diría que es una figura arquetípica de gran carga energética, que para los vikingos era el Padre, el que infundía la vida, la voluntad y la ley, pero que manifestaba su ira golpeando con su martillo los océanos. O sea, que aquí hay algo que puede provocar un maremoto. A la vez hay connotaciones de carácter fuertemente espiritual: el árbol, el fuego, el ángel...”
A todo ello Elena me cuenta su situación personal porque cree que este sueño está relacionado con lo que ha estado viviendo.
Se ha divorciado hace 1 año, después de 25 años de relación y de tener dos hijas. Sufrió maltrato psicológico por parte de su pareja durante todo este tiempo, hasta que la violencia física empezó a manifestarse e inició un proceso de separación. Elena es una persona muy intuitiva y con la conciencia en permanente crecimiento. Es muy activa en el seno de un grupo de personas que realizan meditaciones y trabajos energéticos. Trabajan mucho con la energía del Arcángel Miguel. Recientemente, una de sus hijas, de 25 años, ha sufrido una agresión muy grave por parte de su novio. De alguna manera ya temía, (proyección) que algo así pasara porque reconoce en su hija sus propias pautas de comportamiento. La hija ha perdonado a su pareja y continúan juntos. La movida emocional es tremenda y no es capaz aún de ver lo que hay detrás de todo ello; su actitud es de comprensión desde el amor, pero está rabiosa, preocupada, aunque no lo hace visible. Piensa que la carga emotiva de la situación es evidente, se están removiendo energías del inconsciente ancestral y que el sueño está dándole un mensaje muy importante. Se da cuenta de que se trata de un sueño en el que luz y los miedos se entremezclan.
Su solicitud de ayuda tiene el propósito de extraer alguna información más, con ese deseo de que no sea solo una consulta individual, le gustaría que pudiese servir a más gente.
Organización del sueño
Vamos a analizar este sueño utilizando las indicaciones que damos en el libro en el apartado: confeccionar un diario de sueños.
- Protagonista: Elena, la soñadora.
- Escenario: una carretera.
- Situación: conduce su coche hacia Manresa.
- Descripción del escenario: una carretera que lleva a un destino; un árbol; un fuego; las alas, un ángel azul, el dios Thor, un martillo. El coche.
- Descripción de los elementos del sueño: un pino en llamas, un fuego bonito, una llamada al 112 que no responde; una energía y un ser enorme que se convierte en ángel azul; el dios Thor, un martillo.
Descripción y análisis del sueño: las emociones, los pensamientos y las sensaciones
Podríamos catalogar este sueño como un sueño de ansiedad, aunque con elementos numinosos o iniciáticos.
Elena conduce un coche hacia un destino determinado, por lo tanto sabe dónde va, marca la seguridad. El coche es un vehículo que se asocia a la acción, a la necesidad de dirigir su vida hacia un punto concreto; (Manresa). La toma de decisiones está en marcha. Pero distingue un pino en llamas. Se trata de un árbol muy relacionado con la mitología, con Zeus en particular, el poder de lo eterno. El árbol en sí es un símbolo de gran importancia, representa la raíces, el génesis de una acción que tuvo lugar en algún momento y a la vez una referencia para el futuro. Pero el pino, (fortaleza, presencia), está en llamas, algo está descontrolándose en su psique, es amenazador. Decide llamar a emergencias, pero no hay tono, no responde, y el fuego se apaga solo. Es el indicio de que un aspecto de la personalidad está amenazando con devastar una situación, con agotarla. Pero Elena tiene la capacidad de gestionar todo ello, -no consigue la ayuda exterior-, pero no le hace falta, ella tiene la solución y la aplica, el fuego se apaga, o sea, su descontrol, su ira son desactivadas.
De las cenizas, (de la purificación), sale un hermoso ser, una energía azul, un color relacionado con la disipación de situaciones conflictivas, y que activa la acción intuitiva, el poder, el dominio. Es también un color asociado al pasado, a la infancia, a la necesidad de sentirse arropada. Ese ser con alas preciosas, inmensas expresa un cambio de dimensión. Aquí entra lo numinoso, el atributo iniciático, trascendente y compensatorio. Después de una situación que amenazaba su estabilidad psíquica, el aspecto angélico se presenta para expresarle que trascender es posible, que se trata de cambiar las perspectivas de su visión para alcanzar un nivel mayor de comprensión.
Pero vuelve el temor, el “peligro”, la visión de Thor, que como bien dice Elena, se trata, para la mitología nórdica, del dios del trueno que protege del mal a los mortales y sacude a los “maléficos”. Su martillo lanza rayos y truenos, lo que simboliza claramente la protección pero a la vez la destrucción. El fuego vuelve a estar presente en esta escena y representa la necesidad de destruir lo que le corroe por dentro. Pero se refugia en su coche, es decir desde su yo presente, Elena tiene miedo a ser lastimada, destruida y dice no tres veces y vuelve a la conciencia ordinaria.
La ambigüedad es la clave de este sueño. Por una parte supera temores, (el fuego se apaga, hay un ángel, Thor que la puede proteger o no), pero por otra teme no poder utilizar o manejar su energías, su confianza, (teme que le lancen un martillo). Es capaz de encararse a las situaciones, pero cuando cree haberlas vencido y dominado, la debilidad ante las pruebas la paraliza, no utiliza su poder psíquico y espiritual, podríamos decir, (el martillo amenazante de un ángel que se convierte en deidad), y vuelve a su yo más pragmático para tratar de dominar la situación. En este punto ya no podemos saber si Elena será o no golpeada por el martillo, la respuesta está en su acción consciente y presente.
Si según lo que cuenta Elena, cree que este sueño está relacionado con lo que está viviendo, con las situaciones traumáticas de un maltrato continuado, psicológico y físico que ha vuelto a rememorar a través de la vivencia de su hija. Lo considera como un patrón repetitivo que afecta la conciencia familiar. Nos dice que es muy intuitiva y que su crecimiento personal la lleva a estar muy activa en el seno de grupos de personas que realizan meditaciones y trabajos energéticos y que, casualmente, trabajan con la energía del Arcángel Miguel, que tiene una espada de luz en vez de un martillo. Podemos ciertamente relacionarlo con esta situación que lleva a Elena a temer por la integridad de su hija, que por otra parte ha perdonado a su pareja y siguen juntos.
Observamos que realmente Elena tiene valor y poder interior, es capaz de desactivar una amenaza en el aspecto práctico, -no hace falta que responda el 112, ella resuelve el problema del fuego que desaparece, lo explora y lo trasciende o eso parece. Pero quedan residuos de “amenazas” en su psique, su fuerza interior es enorme, así se traduce por las visiones numinosas, pero le da miedo que pueda desfallecer ante el pánico de verse golpeada por un martillo, un mazazo, la vivencia de una historia que se repite. Pero eso es lo que afecta su propia integridad, esa es su amenaza, no la de su hija, (que no sale en ningún momento como símbolo en su sueño.), Elena teme lo que puede despertar ese ser agresivo y protector, pero tiene que darse cuenta de que es totalmente capaz de trascender también este capítulo, tiene todas las herramientas disponibles, solo tiene que despertar y el martillo desaparece.
Es un sueño muy importante y significativo. En este caso no se resuelve un conflicto, pero se le enseñan las claves para fortalecer, dominar, saber que tiene las herramientas necesarias para hacer frente a cualquier eventualidad en la que sus emociones, su sensibilidad, puedan sentirse en riesgo.
El mensaje está claro: utiliza tus recursos, la espada de San Miguel es más efectiva que el martillo de Thor que es destructivo aunque sus intenciones, (ángel) sean bondadosas. Es decir, que proyectando tus temores no haces ningún favor a tu hija. Tienes alas para superar la situación, sabes afirmarte, niegas 3 veces lo que puede lastimarte. Tú tienes la clave y la llave para que nada vuelva a lastimarte. Cree en ti y cambia tu realidad.